Bravo critica cambios a ingreso mínimo: “No está a la altura la acción de los diputados”
El economista se mostró preocupado por el futuro del mercado laboral y advirtió que si el debate no es serio, el efecto negativo podría ser mayor.
Fuente: diario FinancieroPublicado el 02 de diciembre de 2019.Como "irresponsable" y "reprochable" socialmente calificó el director del Centro de Encuestas y Estudios Longitudinales de la Universidad Católica e integrante del foro trabajadores-empleadores liderado por la CPC, David Bravo, las indicaciones propuestas por la oposición al proyecto que establece un ingreso mínimo garantizado, en pos de llevarlo a $ 550 mil brutos en lugar de los $ 370 mil brutos sugeridos por el gobierno.
"Cada diputado presidente de alguna comisión trata de tener su momento de gloria, y trata de mandar un mensaje, y creo que debería ser sancionado socialmente el que alguien abuse de sus facultades para tener un minuto de exposición", dijo en alusión de la instancia de Trabajo liderada por Gael Yeomans.
- La oposición aumentó significativamente el aporte estatal y además exigen un aumento del salario mínimo. ¿Qué le parece?
- La acción de los diputados en la comisión de Trabajo no está a la altura de lo que hoy necesitamos. Primero, hay una cuestión que es de forma y es de fondo, y es que no se puede hacer algo sin descuidar lo que eso puede generar en el mercado laboral.
Es irresponsable hacer planteamientos técnicamente incorrectos, pero además explícitamente contrarios a la normativa.
No hay ninguna duda de que no es posible que los parlamentarios puedan plantear alzas del salario mínimo o establecer algo que tiene costo fiscal. Eso es así. A un grupo de parlamentarios podrá no gustarle, pero es así.
Ellos son personas que fueron electas para cumplir la Ley. Si un parlamentario actúa fuera de la Ley, la señal que está dando al resto es muy preocupante. Lo que necesitamos en Chile es un conjunto de actores responsables.
- ¿Lo recomendable era mantener la propuesta del Ejecutivo?
- Sí. En el acuerdo por la pensión básica solidaria, por ejemplo, salimos bien porque el gobierno dialogó y, al final, eso es lo responsable.
Se pueden hacer todos los planteamientos, pero en el marco de la institucionalidad y con diálogo.
No estamos en este minuto para dialogar lentamente. Yo haría un llamado a que se sienten senadores y diputados para que tengan una negociación de una vez con el gobierno por ingreso mínimo. Son montos de recursos fiscales muy importantes y también porque las empresas están mirando esta situación y están tomando decisiones sobre contratación y renovación de contratos.
Cada una de estas cosas puede afectar el que tengamos un panorama más desolador o uno un poco más optimista.
- ¿Qué es lo que le parece más preocupante?
- Se han planteado varias cosas complejas. Hay gente que dice que esto tiene que ser por medio del salario mínimo y no por un bono. Esas personas, al proponer eso, están generando menos puestos de trabajo y van a generar un alza en el desempleo. Eso es evidente y es así, por eso es irresponsable hacerlo.
La lógica del gobierno, y que es correcta, es que al salario mínimo se le añade un aporte que es directo a las personas -y es líquido-, y eso es algo correcto. Se puede discutir hasta dónde llega y si subsidia o no hasta los $ 370 mil o más, pero ese esquema es correcto porque permite que el salario mínimo se pueda ir incrementando pero dentro del rango que permita ir evitando que se pierdan empleos.
Eso es lo que se tiene que discutir responsablemente.
- ¿Cree que la agenda social del gobierno responde a las demandas del movimiento social?
- Hay una demanda que no se ha tenido muy clara desde el comienzo del movimiento, pero no creo que estemos ante una situación que baste con el anuncio de medidas por parte del gobierno, esto no resuelve el problema.
Pero sí necesitamos acuerdos y éstos tienen que ser integrales. Acá se requiere que todas las partes en la discusión logren consensos, como lo que ocurrió con la nueva Constitución; se requiere acuerdos con todos, y el que se excluya que lo haga, nadie está obligado.
Lo que uno esperaría en un momento tan crítico como este es que no exista ni gobierno ni oposición, el país que va a salir de acá es el que después alguien administrará.
De los actores que tenemos hoy depende ese país y, por lo tanto, necesitamos mucha generosidad, necesitamos personas extraordinarias y creo que las personas extraordinarias se van a ver en este momento.
- ¿Los nuevos ministros facilitan el diálogo?
- El cambio de gabinete ayudó mucho, los nuevos ministros han sido dialogantes. De la ministra del Trabajo y los ministros de Hacienda e Interior penden los grandes acuerdos.Tienen en este minuto las características adecuadas, necesitamos que el Presidente los deje moverse, y les dé el espacio tal como lo hizo con el tema constitucional, donde me pareció muy interesante que el Presidente desapareciera y dejara actuar al Congreso y a los ministros. Eso funcionó, sacó lo mejor del Congreso, se necesita más de eso.
Alerta por un debate burocratizado
- ¿Cómo ha sido el trabajo junto al foro trabajadores-empleadores que lidera la CPC?
-Lo que me ha gustado de esa instancia es que ahí hay algo que a mi juicio no existía hace mucho tiempo en Chile: el diálogo social.
En el año 90, un periodo muy delicado en Chile, hubo un importante diálogo social entre la CPC, las centrales sindicales -representadas por Manuel Bustos, Arturo Martínez- y los ministro del Trabajo y Hacienda.
Ahí se firmaron acuerdos marcos, acuerdos que generaron una suerte de carta de navegación, una base mínima de consenso, de conversación, entre los distintos actores que permitió avanzar significativamente en indicadores, disminuir la pobreza, la desigualdad.
Entonces, cuando me plantean participar en esto, me pareció realmente importante, porque es algo que siento que se perdió.
- En Chile existe hace un tiempo instancias como el Consejo Superior laboral, que agrupa a los diversos actores. ¿Por qué en esas instancias el diálogo no ha funcionado?
- Esa es una gran pregunta. De alguna manera, simplemente han burocratizado el debate.
Chile ha hecho avances, por ejemplo, cuando se conformó el Seguro de Cesantía se incluyó un Comité de Usuarios, se han creado instituciones, pero para el mundo laboral ese diálogo social real no se ha producido. No se ha producido algo vivo como lo que he visto en este foro.
- ¿El diálogo funciona mejor cuando no se institucionaliza?
- Es correcto que se incorporen instancias de participación más institucionales, pero esas instancias se pueden burocratizar.
Si uno no dialoga continuamente, cómo voy a saber las cosas que están pasando. En Chile se ha impulsado el diálogo, pero no ha habido nada constante y me parece que en esto somos todos responsables.
Si hubiéramos tenido ese diálogo, tal vez habríamos canalizado parte del descontento o, simplemente, los desafíos.
- Respecto a la crisis social, ¿cómo ve el panorama?
-La gran preocupación que tenemos quienes estamos mirando esto como economistas, es el impacto que esto va a tener en materia de crecimiento y, en consecuencia, en el empleo.
Las personas miran con preocupación, porque las empresas si bien han hecho un llamado a tratar de priorizar el empleo y mantenerlo, las condiciones objetivas son distintas.
El ministro de Hacienda, Ignacio Briones, dijo que podríamos tener tasas de desempleo del orden del 10% en los próximos meses, y ese es un escenario que está muy cerca.
Fuente: Diario Financiero
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