Impartir educación parvularia de calidad costaría $202 mil mensuales por niño

Si existiera una receta para entregar educación preescolar de calidad, para el Ejecutivo tendría ingredientes como material didáctico, equipos capacitados para aprender nuevos métodos y talleres para que los padres se involucren activamente en la formación de sus hijos.

Estos son algunos de los elementos que la Subsecretaría de Educación Parvularia expuso ante la comisión del ramo de la Cámara de Diputados, en el marco de una estimación sobre cuánto necesitaba un jardín infantil para entregar un buen servicio (ver infografía). Esto, en el contexto de la tramitación del proyecto que establece subvenciones para los párvulos, que busca mejorar la situación de los recintos públicos o privados sin fines de lucro y que funcionan Vía Transferencia de Fondos (VTF).

Para la autoridad, dichos establecimientos son la mayoría y los que reciben a los niños con más dificultades.

Con un presupuesto mensual de $131.116 por niño -en contraste con los cerca de $280 mil que manejan los del Junji-, están en la situación más vulnerable del sistema.

La subsecretaria de Educación Parvularia, María José Castro, afirma que el ejercicio expuesto ante los diputados apunta a "qué aspectos debería tener solventados un jardín que quiera hacerlo bien y con calidad".

La importancia de los vínculos

En el presupuesto, que se elaboró en base a la Región Metropolitana, se llegó a un total de $182 mil mensuales por niño, como base. Esto, si la asistencia es de 75%, como ocurre actualmente, en promedio, en jardines VTF. Si llega a un 100%, la cifra podría ser de $217 mil.

Un promedio nacional -con variables de ruralidad, el ajuste por zona y vulnerabilidad-, en tanto, sería de $202 mil mensuales.

El cálculo también considera que se necesita infraestructura y mobiliario. Y también incluye elementos de alta relevancia para el Gobierno, como, por ejemplo, el trabajo con las familias, estimado en $10 millones anuales (ver infografía).

En este ítem, señala Castro, se pensó en actividades en las que participen los padres. "Hay muchos programas que los involucran a través de la lectura y les van a leer a los hijos", ejemplifica.

También se consideró capacitación de unas 32 horas anuales para todo el equipo docente. La subsecretaria enfatiza que para que el perfeccionamiento funcione, es clave que cada jardín determine en qué necesita refuerzo y que, además, participen todos.

"Si tú te capacitas una vez, muy bien. Pero después llegas sola a tu espacio educativo y no tienes con quién compartir. Eso lleva a la frustración, porque no pudiste lograr mucho", dice.

"En los colegios, cada profesor es muy dueño de su asignatura y puede ocurrir que en Matemática se trabaje distinto a Lenguaje. En preescolar, la educación es muy integral. Es relevante que entre educadoras, técnicos y quienes interactúan con los niños haya mucho acuerdo sobre cómo trabajar", asegura.

Espacio de mejoras

María Paz Arzola, coordinadora del Programa Social de Libertad y Desarrollo, valora la iniciativa legal, pero afirma que aún existe espacio para mejoras.

Cuando la educación parvularia ingrese al Sistema de Aseguramiento de la Calidad, señala, las mismas subvenciones deberían regir para los jardines de VTF, Integra y Junji.

"En la medida en que se les va a exigir lo mismo, uno también debiera esperar que el sistema de financiamiento sea uniforme y no existan sistemas paralelos, dado que todos pertenecen a la red pública".

"Sistemas de financiamiento en paralelo pueden, finalmente, llevar a inequidades en el futuro", advierte, y apunta datos que lo confirmarían: entre 2014 y 2018, el presupuesto de Junji e Integra creció 81%, mientras que para VTF lo hizo solo un 15%.

$131.116

es el monto mensual promedio que se entrega, por niño, en los jardines VTF.

$202.910

recibirían, en promedio, con este proyecto. Con asistencia total, podrían ser $217 mil.

$278 mil

es la subvención que, en promedio, se recibe en la Junji por un niño.

Fuente: El Mercurio