Balance del subsidio al Nuevo Empleo y del IFE laboral: se entregaron 862 mil beneficios y la mayor proporción fue para mujeres

El mercado laboral es una de las materias que sin duda está entre las prioridades del gobierno que asume este viernes. Si bien se han ido restituyendo los empleos perdidos por la pandemia, todavía resta por recuperar cerca de 400 mil.

Una de las herramientas que la administración de Sebastián Piñera impulsó para fomentar el empleo formal fue, en un primer momento, el Subsidio al Nuevo Empleo, el que luego se transformó en el IFE laboral.

¿En qué consistieron ambos subsidios? En mayo de 2021 el gobierno anunció el Subsidio al Nuevo Empleo, que era un beneficio a las personas que conseguían un nuevo empleo formal, a través de la entrega de un aporte directo de $50 mil en el caso de los hombres entre 24 y 54 años, y de $70 mil en el caso de grupos considerados como prioritarios por presentar mayores dificultades para mantenerse en la fuerza de trabajo, como es el caso de las mujeres, los jóvenes, los mayores de 55 años, o las personas con discapacidad.

Para potenciar este instrumento, en septiembre del año pasado puso en marcha el IFE laboral, que significó el incremento de los montos hasta los $200 mil mensuales en el caso de los hombres entre 24 y 54 años, y hasta los $250 mil mensuales en el caso de los grupos prioritarios.

A seis meses de su puesta en marcha, el Ejecutivo que se despide este 11 de marzo saca cuentas alegres de dicha política pública, según un informe al respecto. Entre el inicio del beneficio, mayo de 2021, y febrero 2022, un total de 862.677 beneficiarios han recibido al menos un pago de subsidio laboral. Esta cifra incluye 340.675 beneficiarios del Subsidio al Nuevo Empleo. Ahora, si se considera sólo la entrega de IFE Laboral, esto es entre septiembre de 2021 y febrero de 2022, 536.840 personas recibieron los tres meses de pagos.

La Región Metropolitana concentra el máximo de estos beneficios concedidos, con 328 mil subsidios; seguido por Valparaíso, con 84 mil, y Biobío, con 77 mil, lo que es consistente con la distribución geográfica de la población en edad de trabajar, concentrada en los principales centros urbanos del país.

De acuerdo al desglose, la distribución de beneficiarios con pago por sexo registró una tendencia positiva en el tiempo, tanto para hombres como para mujeres, lo que se quiebra en el último periodo por el término de subsidios asociados al Nuevo Empleo que llegaron al máximo número de pagos.

De acuerdo al reporte, en relación con la composición, se observa un mayor porcentaje de mujeres que se mantienen como beneficiarias del subsidio, ya que en junio de 2021 el 32,9% era mujeres, alcanzando un 49,3% en febrero de 2022. Esto equivale a un cambio porcentual de 16,4 puntos en favor de las mujeres.

En cuanto al sector económico, el informe muestra que Comercio concentra el máximo de subsidios concedidos, con un 16,8%, seguido por las Actividades de los Servicios Administrativos y de Apoyo, con un 15,9%, y por Construcción, con un 15,3%. "Debe tenerse en consideración que los sectores del Comercio y de la Construcción son intensivos en trabajo, así como los más grandes en términos de empleo a nivel nacional, por lo que se asocia a que sean los que más empleo han generado", menciona el documento.

El ministro del Trabajo saliente, Patricio Melero, sostuvo que "fue determinante esta medida para incentivar a personas que no estaban trabajando para volver a insertarse al mercado laboral formal asalariado".

El secretario de Estado destacó que "los resultados muestran que hay una tendencia creciente a participar de este beneficio, tanto en el número de mujeres participando del beneficio, como en el total de montos pagados".

En el detalle se muestra que en el caso de los montos, para el primer periodo de pago el 38,8% del total se destinó para mujeres, el cual ahora alcanzó el 52,5% en febrero de 2022.

El total acumulado pagado por concepto de estos beneficios llegó a $457.495,6 millones a febrero de 2022, de los cuales $302.767,3 millones corresponden a los pagos orientados a trabajadores de grupos con mayores dificultades de permanencia en el mercado laboral, como mujeres y jóvenes.

Fuente: La Tercera-Pulso