¿Desigualdad o flojera? Estudio indaga en las razones detrás de los ninis
Investigación dice que es una categoría de exclusión social y no una opción. En comunas como Vitacura y Las Condes es casi inexistente. En cambio, es masivo en Lo Espejo, Cerro Navia y Renca. Además, del total en la RM, el 74% son mujeres. “No se puede hablar de esta libertad cuando no se tiene un trabajo decente”, recalca estudio.
Fuente: Que PasaPublicado el 23 de agosto de 2019.Desde hace algunos años, hablar de ninis se volvió frecuente. Definidos como el grupo de jóvenes entre los 15 y los 24 años que no estudia ni trabaja (de ahí su nombre), en el año 2016 un informe del Banco Mundial detalló que en América Latina ese grupo llegaba al 19%. Según la investigación, en Chile la cifra alcanzaba las 509 mil personas, es decir, uno de cada seis jóvenes, en ese grupo de edad, está en esta categoría (17,2%).
La cifra se redujo a 12,7% en 2017, según un informe dado a conocer ayer por el Ministerio de Desarrollo Social y Familia en la presentación de los resultados de la Encuesta de Caracterización Socioeconómica (Casen) 2017, respecto de la población de entre 15 y 29 años.
¿Por qué son ninis? Las razones de por qué no están laboralmente activos, ni se encuentran en capacitación, son la desigualdad social y de género. Eso es lo que sostiene un trabajo realizado en el marco del Proyecto Fondecyt Regular 1191490, asentado en la Escuela de Sociología de la Universidad Andrés Bello, en colaboración con el Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social (Coes) y el Centro de Inteligencia Territorial (CIT) de la Universidad Adolfo Ibañez.
Los ninis no son moda. Y son más que una estimación de la población. Es un grupo de clase baja y, además, la gran mayoría de ellos son mujeres, explica Mauro Basaure (Unab, Coes), investigador responsable del Fondecyt. Los datos de la investigación revelan la distribución de este fenómeno en el territorio, el cual muestra que al menos, en lo que respecta a la Región Metropolitana (RM) y al Gran Santiago en particular, es un porcentaje presente en comunas de menores recursos.
El objetivo del estudio era dar una mirada territorial a los fenómenos sociales. Lo territorial, en específico la georeferenciación, es un aporte único que muestra el fenómeno con un rostro distinto, destaca el estudio.
Otra cara
Lo territorial muestra en este caso en cuanto en el Gran Santiago, sostiene Basaure, el fenómeno de manera tal que no sólo se detiene en la cantidad de ninis en Chile, "porque eso estandariza y no se ve el interior del fenómeno", detalla. Es así como se aprecia que es un grupo con mayor presencia "en La Pintana y no en Vitacura", ejemplifica.
En la investigación para generar la información a nivel espacial y calcular los datos comunales, fue considerada como fuente oficial el Censo de población y vivienda del año 2017. Metodológicamente se consideraron como "jóvenes" todas aquellas personas entre 15 y 29 años. Para categorizar a la persona como estudiante, se consideró la pregunta "Asiste actualmente a la educación formal", dentro de la cual, fueron consideradas las categorías: "No asiste actualmente" y "Nunca asistió".
Al observar el el fenómeno nini en el Gran Santiago en un mapa (ver imagen), se aprecia que en comunas como Vitacura, Las Condes, Providencia y Lo Barnechea es casi inexistente. En cambio, su presencia es porcentualmente masiva en comunas como La Pintana, Lo Espejo, Cerro Navia y Renca.
Si hablamos de porcentajes, por ejemplo, en comunas como Vitacura el 0% al 5,6% de los jóvenes son ninis, mientras que en La Pintana ese porcentaje llega hasta el 64,4%.
El estudio define la desigualdad territorial y también de género. En ese sentido, destaca Basaure, "la desigualdad de género es brutal". Del total de ninis en la RM (un 8% de los jóvenes según los datos extraídos desde el Censo 2017), el 74% son mujeres. Ellas son predominantes en prácticamente todos los territorios del Gran Santiago.
Sin embargo, dice el estudio, al igual que la presencia total de ninis, su presencia tiene un marcado componente de clase: porcentualmente son más las mujeres ninis en territorios más vulnerables, que en cualquier otro caso.
La mayoría de esas mujeres, además son madres. De las mujeres ninis totales en la RM, un 72% son madres, representando un 53% del global de ninis.
En La Pintana, por dar un ejemplo extremo, casi el 80% de los ninis son mujeres y de este grupo sobre el 79% son madres, es decir un 63% de todos los ninis de esa comuna. Caso opuesto en el Gran Santiago lo representa la comuna de Vitacura, dice el trabajo, donde si bien se mantiene la desigualdad de género (un 62% de los ninis de esa comuna son mujeres), apenas un 34% de ellas son mamás, lo que representa un 21% de todos los ninis de esa comuna.
¿Flojos?
El concepto nini es perseguido siempre por un prejuicio; "aquel que dice que se trata de una condición elegida, que responde a situaciones puramente individuales, incluso psicológicas", destaca el trabajo. Un concepto que Chile cuenta con varios apodos: vago, vagoneta, zángano, parásito, entre otros.
"El termino ninis tiene el estigma de un joven flojo y vago, algo que es alimentado al decir la cantidad de ninis, como la cantidad de flojos. La categoría nini no sirve mucho, el gran resultado más allá de los territorial del estudio, es un desmontaje del concepto nini, que muestra que lo que oculta, es que en su mayoría son mujeres trabajadoras, pero que trabajan en lo privado".
A su vez, subraya el trabajo, "números y mapas tan contundente como los de nuestro estudio, muestran que se trata de un hecho social, y no de un problema psicológico".
¿Existe elección? En hogares con acceso a formas seguras de cuidado infantil y de personas mayores los ninis, hombres y mujeres, pueden ser posiblemente personas que no estudian ni trabajan por desinterés, o por algún problema a nivel motivacional, causado por situaciones biográficas particulares. "Pero este no parece ser el caso en las clases bajas, donde los números hablan de una fuerte reducción de la libertad de elección. No se puede hablar de esta libertad cuando no se tiene la posibilidad de un trabajo decente y adecuado, de compatibilizar trabajo y cuidado, cuando no se puede acceder a un sistema de cuidado de calidad y confianza, cuando la sociedad, la pareja, o la propia familia restringe las posibilidades a las mujeres solo por ser mujeres".
Que ese aspecto no sea tan abordado a la hora de hablar de ese grupo, para el académico se debe a que el enfoque ha estado puesto en la cuestión económica, en saber cuánta gente se está dejando de preparar como capital humano, y se pierde la dimensión humana y social. "Sobretodo porque a Chile le cuesta hablar de desigualdad social, los informes hablan de los chilenos y nuestro estudio está interesado en indagar en eso, orientado a que son las personas pobres de ciertas comunas", dice Basaure.
De ese modo, el concepto como tal, dice el estudio, tendría un sesgo productivista, pues trabajo significa ahí, trabajo remunerado, ignorando completamente el trabajo doméstico y de cuidados. "Los datos muestran que las mujeres nini realizan este tipo de trabajo reproductivo; es decir, en su gran mayoría, ¡trabajan! Pero ese trabajo no es reconocido como tal. Se produce así un efecto de ocultamiento, de negación y muchas veces de estigmatización. El propio Censo, no solo en Chile, ha sido acusado de este sesgo".
La categoría nini es, bien entendida, una categoría de exclusión social. "Lo que se evidencia para mujeres pobres y madres, se repite para otras categorías que sufren típicamente ese riesgo, como indígenas, personas con discapacidad e inmigrantes".
Cohesión social
Los resultados del estudio son un aporte para las comunas, para los alcaldes y dirigentes sociales, destaca Basaure. "Pero también para saber dónde se requieren con urgencia salas cunas de buena calidad, donde las mujeres no tengan temor de dejar a sus hijos, ese tipo de instituciones son claves en el apoyo institucional al cuidado, es una política urgente, cuando se tiene información territorial se puede focalizar".
En el actual escenario de demográfico, los ninis es un fenómeno gravísimo desde un punto de vista social, dice Basaur. "Una sociedad que envejece necesita a mediano plazo a jóvenes que tienen que reemplazar la fuerza laboral, y a lo más ellos van a entrar al sector informal, el costo social es altísimo, para que hablar de que hay un vínculo entre jóvenes ninis y delincuencia por el tema de la narcocultura".
Se trata finalmente de un fenómeno con consecuencias que van más allá de los costos a nivel del bienestar individual actual y futuro. "Hay un efecto negativo en términos de cohesión social en la medida que estos jóvenes muestran en general -así los señala la literatura- mayores niveles de desconfianza social e institucional, mayor desinterés por la política, altos grados de aislamiento, sobre todo en el caso de los varones", dice el estudio.
La investigación tuvo como coinvestigadores a Pedro Güell (UAH/Uach), Maya Zilveti (PNUD), Evelyn Larenas (MinMujeryEG), y a otros miembros del equipo a Camilo Vera (Usach), Pía Palacios (CIT/UAI), Daniel Valencia (Unab), Andrés Díaz (Unab).
Fuente: Que Pasa
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