Este año, el ministerio del Trabajo liderará la tramitación de dos de las tres principales reformas del Gobierno: la previsional y la laboral. La primera de ellas ya está en la comisión de Trabajo de la Cámara de Diputados, y la segunda ingresará al Congreso entre la tercera y cuarta semana de marzo para iniciar su tramitación legislativa.

Sin embargo, la tramitación de estas propuestas no será una batalla sencilla para el titular de la cartera, Nicolás Monckeberg, ya que las comisiones de Trabajo, tanto de la Cámara Baja como del Senado, tienen una "cargada" lista de iniciativas que deben revisar, además de las reformas en cuestión.

La agenda laboral que el propio Ejecutivo ha impulsado en el Congreso abarca una amplia lista de temas, entre ellos la tramitación de la sala cuna universal, el estatuto laboral para jóvenes estudiantes, y la propuesta que regula el trabajo a distancia (teletrabajo). Además, el Ejecutivo ha manifestado el interés de realizar mejoras a la Ley de inclusión, revisar la norma que regula el trabajo infantil y adolescente, y actualizar la ley de accidentes laborales.

Para justamente hacer frente a esta carga legislativa, la fórmula que estaría analizando el ministro del Trabajo para impulsar una eficiente tramitación es presentar tres proyectos por separado y que ingresen por ambas cámaras. De esta forma, en marzo ingresarán al Congreso un proyecto que contempla todo lo relacionado a los contratos colectivos e individuales, además de actualizaciones en materia de flexibilidad laboral; uno que moderniza a la Dirección del Trabajo (DT) y otro que reestructura al Servicio de Capacitación y Empleo (Sence).

De dicho listado, el único que por el momento llegaría al Senado es el que contempla cambios a la DT.

Con esta agenda, la comisión más "cargada" será la de Trabajo de la Cámara de Diputados, algo que incluso ha confirmado el futuro presidente de la instancia, el diputado DC Raúl Soto. Aquí, la idea al interior del Ministerio del Trabajo es proponerle a la comisión sesionar los lunes y martes para analizar la reforma previsional, para votarla en general a fines de marzo, y convencer a los diputados de sesionar un tercer día para ver la reforma laboral.

"Como Gobierno el foco es modernizar nuestro mercado del trabajo, nuestro mundo laboral, nuestras normas. Los empleos están cambiando y nosotros también tenemos que cambiar, pero cambiar no significa precarizar, cambiar significa mantener las debidas protecciones para que el trabajo sea una mejora a la calidad de vida", dijo Monckeberg.

Indemnizaciones no ingresará

Con respecto al proyecto que crea un sistema de indemnización alternativo y a todo evento, ayer el ministro confirmó que no será parte de la propuesta de modernización laboral que el Gobierno presentará en marzo. "La decisión que hemos tomado es no incluirla en el proyecto de modernización laboral que vamos a ingresar en las próximas semanas al Congreso", dijo Monckeberg.

Pese a eso, señaló que como cartera continuarán analizando la propuesta que elaboró la mesa técnica, la cual planteó crear un mecanismo de indemnización a todo evento que se financiaría con un aporte del empleador equivalente al 4,11% de la remuneración bruta mensual del trabajador, y pagaría medio por mes año con un tope de 11 años. "Mantendremos en evaluación dicha propuesta para lograr un debate más amplio con trabajadores, sindicatos, con el sector político. Sabemos que es un tema importante, vamos a mantenerla en estudio, en observación, y vamos hacer conversaciones con personas que sé que pueden aportar en esto", dijo Monckeberg.

Monckeberg destacó alza en creación de empleos

Esta vez, el ministro del Trabajo, Nicolás Monckeberg escogió una empresa que se dedica a la comercialización de uniformes escolares y de trabajo para entregar los últimos datos administrativos del seguro de cesantía y la Superintendencia de Pensiones y ver con ellos el estado del mercado laboral local.
"Nuevamente, las cifras de cotizantes del Seguro de Cesantía muestran un alza de los empleos de calidad, ya que en noviembre de 2018 se crearon más de 202.246 nuevos puestos de trabajo formales respecto a un año atrás", aseguró la autoridad.
El secretario de Estado señaló que en noviembre de 2018 hubo un aumento de 4.558.829 a 4.761.075 de cotizantes del sistema de pensiones, lo que a su juicio reflejaría que "en los últimos doce meses Chile se ha puesto en marcha".
El ministro dio a conocer las cifras un día antes de que el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) diera a conocer los últimos datos de empleo. Con respecto a por qué decidió adelantarse al ente estadístico, Monckeberg señaló que "lo que queremos es tener la buena costumbre de que cada vez que se analicen los datos de empleo, y dado que el propio INE ha reconocido las falencias de su encuesta, que se conozca toda la información: los datos administrativos y los de la encuesta", dijo.
La razón de esto, según el precisó, es que "a partir de eso nos podamos armar un buen juicio y tomar las mejores decisiones respecto a las políticas que debemos tomar en materia de empleo. Nos parece importante que todos los datos estén sobre la mesa, más aún cuando el propio INE ha reconocido que la encuesta tiene un cierto sesgo, que no representa la realidad del mercado laboral Chile", recalcó.
Con respecto al proyecto que fortalece el INE, Monckeberg agregó que se ingresarán diversas indicaciones para mejorar el funcionamiento de la institución.

Jorge Hermann: "Un alto costo de indemnización laboral reduce el empleo en los jóvenes y mujeres"

Pese a que ayer el Gobierno señaló que la propuesta de crear un sistema de indemnización alternativo y a todo evento no será parte de la reforma laboral que se presentará en marzo, Jorge Hermann, director de Hermann Consultores, valoró la idea que analiza el Ejecutivo.

A su juicio, la propuesta de la mesa técnica "va por el camino correcto en comparación a los países desarrollados, porque básicamente busca explorar la introducción de una 'cuenta de ahorro individual' para gestionar el riesgo del desempleo".

Para Hermann, el sistema actual que obliga a los empleadores a pagar una compensación al trabajador desvinculado según los años de servicio (con tope de 11 años) tiene tres debilidades.

La primera de ellas es que no existe una relación entre el beneficio y las necesidades de contingencia, a juicio de Hermann "porque éste se paga independientemente de la duración del desempleo, situación que no sucede con el seguro de desempleo que incentiva al trabajador a buscar empleo porque el monto del seguro disminuye en el tiempo", explicó.

La segunda debilidad tendría relación con que las empresas no tienen financiadas este tipo de medidas. "La indemnización no es pagada por las empresas, porque muchas veces no está financiada ex antes de que ocurra la contingencia, principalmente las pequeñas tienen una probabilidad de incumplir mayor en relación a las grandes", aseguró el economista.

Otro aspecto que agudizaría la necesidad de revisar esta materia, es que a juicio de Hermann, el sistema actual de indemnizaciones "reduce el empleo en los jóvenes y las mujeres que se inician laboralmente, lo que los hace más susceptibles a caer en el desempleo".

Para Hermann, la indemnización laboral aumenta los costos de despido "y, por ende, reduce la probabilidad de que el trabajador este desempleado". Pese a eso, el economista señala que al mismo tiempo impone costos adicionales a los empleadores y dificulta la creación de empleo. "Por ejemplo, un alto costo de despido que reduce la movilidad de los trabajadores, no incentiva a la empresa a introducir nuevas tecnologías, limitando el crecimiento de la productividad y el crecimiento económico", explicó.

Por último, el economista destacó que la indemnización por despido varía considerablemente entre los países vinculada al nivel de ingresos. "En general, los países de bajos ingresos ofrecen los beneficios más altos y los países de altos ingresos los más bajos porque tienen desarrollado un esquema de seguro de desempleo", aseguró.

Fuente: Diario Financiero