Salud suspende toda actividad quirúrgica no urgente para desocupar camas para pacientes Covid-19
Con solo el 60% de las camas críticas disponibles que se tuvo en el peak la primera ola y seis regiones donde la ocupación de las UCI supera el 95%, la cartera resolvió endurecer las medidas en la red asistencial. La idea es que se reconviertan pabellones y salas de recuperación para recibir a pacientes graves por coronavirus. También, se habilitarán camas en un ala del hospital San Borja, que sufrió un grave incendio en enero pasado.
Fuente: La TerceraPublicado el 26 de marzo de 2021.Como es usual, la última reunión de emergencia en La Moneda por Covid-19 partió con una presentación del "estado de la situación" por parte de Salud y los asesores del Segundo Piso. Quienes estaban presentes, aseguran que el Presidente Sebastián Piñera no se veía convencido de dictar cuarentena total en la Región Metropolitana. Eso, hasta que escuchó la exposición del subsecretario de Redes Asistenciales, Alberto Dougnac, quien dimensionó los efectos que está causando el rebrote de coronavirus en las unidades críticas de todo el país. Ese fue el punto de quiebre.
"Logró transmitirle que la situación no era la misma que la de hace unas semanas, que hoy ya estaba al filo", señalan. Y es que tal como publicó ayer este diario, en la Región Metropolitana, con una ocupación de camas que ya alcanza el 95%, 14 hospitales y clínicas no lograron la meta de duplicar los cupos UCI que a inicios de mes ordenó Salud, para dar abasto al aumento de la demanda de pacientes contagiados con coronavirus. Y en ese escenario, el panorama frente a una segunda ola es es complejo.
Posteriormente, en la vocería, el subsecretario aseguró que están realizando un "esfuerzo adicional" para incrementar las camas críticas. La situación es que, al cierre de esta edición, Salud tiene 3.516 camas críticas habilitadas a lo largo de todo el país, mientras que para los próximos días se han puesto la meta de abrir otras 289 más. Un número que coincide con lo que ya anunció el coordinador de camas críticas del Minsal, el exsubsecretario Luis Castillo: un peak de 3.800 camas UCI para intentar capear la emergencia.
Pero la estrategia se ha vuelto cuesta arriba pues, en privado, en la cartera sanitaria confirman que ya han identificado algunos prestadores privados del sector oriente de la capital que, a pesar de que se les ordenó suspenderlas, continúan practicando cirugías electivas -como bariátricas o plásticas- que obligan a ocupar camas críticas. Esto generó molestia al interior de Salud, pues la medida buscaba precisamente que pabellones y salas de recuperación se desocuparan para poder reconvertirlas en zonas de cuidados intensivos, como ocurrió en la primera ola.
En esa línea, el subsecretario Dougnac adelantó a La Tercera que es el turno de adoptar medidas más extremas, por lo que mediante un nuevo decreto se suspenderá toda la actividad quirúrgica no urgente, incluyendo las prestaciones AUGE/GES, que por ley deben atenderse en un plazo máximo.
"Vamos a transformar toda la red asistencial a modo Covid. Es decir, vamos a insistir con la suspensión de todas las cirugías electivas y ahora vamos a tener que postergar cirugías GES. Eso lo haremos a través de un decreto. Realmente vamos a detener toda la cirugía que no sea indispensable, pues ya incluso estamos redestinando el personal que realiza labores administrativas a la red asistencial", explica.
Además, durante la próxima semana se rehabilitarán algunas camas de cuidados intermedios en el Hospital Clínico San Borja Arriarán, que fue desalojado tras el grave incendio que sufrió a fines de enero. Una estrategia que, si resulta, el recinto asistencial podría comenzar a recibir algunos cupos de internación UCI en el ala que no resultó afectada. "Ese plan va a partir probablemente con unas pocas camas y, si tiene éxito, aportará cerca de 40 cupos a la red", afirma el subsecretario.
Camas UCI disponibles son solo el 60% de las que se tuvo en la primera ola
"La estrategia ha tenido que ser distinta", reconoce Dougnac cuando se le consulta por la menor holgura de camas UCI que registra el sistema respecto de la primera ola. Si el 14 de junio, cuando se registraron 6.938 casos de coronavirus, la cantidad de camas UCI disponibles era 305, durante la jornada de ayer, con 7.028 casos, habían solo 182 camas con ventilador vacías. Es decir, apenas el 60% del stock que se tuvo en el peor momento del invierno pasado.
Si bien existen varios factores asociados, como una mayor demanda por patologías no Covid-19 -como accidentes cerebrovasculares, de tránsito, patologías descompensadas por falta de atención- que están ingresando a las unidades críticas, desde Salud reconocen que contar con una holgura cercana a 200 camas UCI de manera "estable", es parte de un plan de optimización del recurso asistencial. ¿La razón? El agotamiento del personal sanitario y el desgaste de tener unidades con camas operativas sin pacientes.
"La estrategia que hemos utilizado en esta oportunidad -a raíz de que estamos en niveles máximos de generación de camas críticas- es aperturar camas según necesidad. Si en la primera ola se llegó a 3.216 camas de manera 'sincrónica', hoy tenemos 3.516. Ahora cada vez es más difícil generar más camas y hay que ser más eficientes en su utilización. Siempre dijimos que ibamos a estar en nivel de ocupación de 90% y 95%. Lo que hicimos fue obligar a que la Unidad de Gestión Centralizada de Camas (UGCC) trabajara en forma muy eficiente, trasladando pacientes desde un hospital a otro y desde una región a otra, vía terrestre o aérea, que efectivamente toda la red integrada funcionara efectivamente como una sola. El gran mérito ha sido de la UGCC. Han permitido que con tan pocas camas libres, no le haya faltado a ningún paciente", explica el subsecretario Dougnac.
El doctor añade que "tener una cama UCI vacía es un tremendo esfuerzo de personal de salud, que están efectivamente cansados, exigidos y fatigados. El redireccionamiento de recurso humano permite hacer más eficiente, suplir este tremendo desafío que es incrementar el número de camas a 3.800″.
Héctor Sánchez, director del Instituto de Salud Publica de la Universidad Andrés Bello, planteó que es comprensible la medida de suspender las cirugías no vitales, pero que esto tiene efectos para los pacientes. "La decisión que está tomando la autoridad, dada la crisis que estamos viviendo, es imprescindible y el beneficio que tiene es disponer de camas críticas para pacientes Covid-19. Lo segundo, es que el costo que esto tiene: muchas cirugías que son GES, que responden a patologías que fueron priorizadas por su gravedad, se van a postergar por un tiempo que no sabemos cuánto es. Y va a depender del tipo de patología que se esté suspendiendo si va a impactar en la calidad de vida o derechamente en la vida de las personas".
Unidades pediátricas "a tope" complejizan reconversión
Clínica Alemana es uno de los prestadores que al lunes de esta semana logró cumplir el requerimiento de camas UCI: habilitaron 62 cupos críticos, la misma cifra del peak de 2020. Sin embargo, y frente al nuevo requerimiento de 298 camas extra que ha hecho Salud, señalan que hay aspectos que complejizan ese esfuerzo en los prestadores y que no tienen la misma holgura en sus recintos para anexar nuevas plazas.
La jefa de hospitalización pediátrica, Carmen Gloria Marambio, asevera que si bien durante 2020 contaron con la Unidad de Paciente Crítico Pediátrica para recibir a pacientes Covid-19, hoy está ocupada por niños aquejados, principalmente, con virus respiratorios estacionales. "El año pasado, al tener una cuarentena más precoz, no despegaron los contagios habituales que dan pie a los contagios estacionales", asevera.
Marambio agrega que "hasta el momento no hemos podido reconvertir ninguna cama de UCI pediátrica: por un lado por la ocupación, y por otro, porque a nivel del personal de salud hay un número importante con licencia médica y no dan los números".
En Clínica Indisa el problema es similar. El jefe de la Unidad de Paciente Crítico, Sebastián Ugarte, agrega que "por un lado, tenemos que en la ola anterior, las enfermedades respiratorias de la infancia habían prácticamente desaprecido, pudimos usar no solo las camas pediátricas, sino que a los intensivistas pediátricos, las enfermeras, lo que representó un 10% de camas y personal extra. Eso, hoy en día, no se puede tomar, porque tenemos niños enfermos críticos, no necesariamente por Covid-19. Ese es un problema. Del total de camas, un 20% a 30% corresponde a pacientes con otras patologías no Covid-19. Eso en la primera ola prácticamente no existió".
Fuente: La Tercera
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