Adultos mayores serán los más rezagados en el carro de la recuperación del mercado laboral
Este viernes el INE entrega cifras de empleo para el trimestre de abril-junio y se espera que evidencia una destrucción de 2 millones de puestos de trabajo. En agosto comenzaría a moderarse el deterioro.
Fuente: Diario FinancieroPublicado el 30 de julio de 2020.Dos millones menos de puestos de trabajo anuales se espera que informe el reporte que este viernes entregará el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), dando cuenta del escenario laboral registrado en el trimestre abril-junio, siendo el primer período que reflejará por completo el impacto de la crisis sanitaria.
Eso significaría que la tasa de empleo, que mide el número de personas ocupadas como porcentaje de la población en edad de trabajar, retrocedería a 44%. Es decir, 3,6 puntos de caída respecto al período previo.
Lo peor, eso sí, en términos de destrucción de empleo se verá en el trimestre mayo-julio. De acuerdo con el investigador de Clapes UC, Juan Bravo, en ese período se prevé que empeore "un poco más", ya que si bien "el grueso del impacto ya está registrado en los datos", se evidenciarán los despidos de algunas empresas que al inicio de las cuarentenas intentaron mantener los trabajos, pero en la medida que el confinamiento se prolongó no fueron capaces de sortear toda la crisis.
En este sombrío panorama, agosto surge como el mes que marcaría un punto de inflexión, en la medida que se avance hacia el desconfinamiento y no se registren nuevos rebrotes.
"La destrucción de empleo sólo debiera empezar a moderarse y ser menos negativa en el momento en que empiece el desconfinamiento", señaló.
Hoy ya se dieron los primeros pasos hacia una transición de apertura de la actividad, lo que si bien aún es acotado hace prever que desde el octavo mes del año las caídas interanuales en el empleo se irán moderando.
Por el contrario, la tasa de desempleo comenzará a reflejar "la paradoja" en que mostrará su peor cara en la fase de recuperación de la economía. Bravo explicó que como durante la crisis ha estado contenida porque los cesantes decidieron postergar la búsqueda de oportunidades laborales, una vez que la máquina de la reactivación comience a andar ellos saldrán a presionar el indicador.
Su proyección apunta a tasas de desempleo en torno a 15%, ya que la ocupación informal tenderá a absorber el desocupación de forma más dinámica que lo que será el empleo formal. Ello da cuenta de un mercado laboral más precario.
Adultos mayores y jóvenes
En este sombrío panorama, su análisis apunta a que, por rango etario, serán los adultos mayores los que demorarán más en subirse al carro de la recuperación. Esto porque son un grupo de riesgo que no será incorporado de manera activa hasta que aparezca una vacuna contra el Covid-19 que les permita circular.
"Son un grupo que va a demorar en recuperar su participación en el mercado laboral porque cuando comiencen los descofinamiento no van a buscar empleo a pesar de haberlo perdido", comentó.
En tanto, los jóvenes se han visto duramente golpeados en medio la pandemia, con la mayor magnitud de caída de empleo y con una tasa de desempleo 14,7 puntos porcentuales mayor a la nacional que se ubicó en 11,2% en el trimestre móvil marzo-mayo.
A juicio de Bravo, esto obedece a la vulnerabilidad en que los deja la misma legislación con costos menores para los empleadores al momento de decidir los despidos. A esto se suma la inexperiencia laboral que evidentemente tienen en comparación a los trabajadores por sobre 25 años.
En este contexto, Sofofa decidió dar un paso en esta dirección y se encuentra en la fase de implementación del Proyecto Redes, enfocado a fortalecer la inserción laboral de jóvenes vulnerables entre 18 y 24 años. El secretario ejecutivo del Comité de Evolución Empresarial de Sofofa encargado de esta iniciativa, Gonzalo Russi, explicó que el objetivo es articular y canalizar la demanda laboral de corto y mediano plazo de las empresas con la oferta de los Liceos Técnicos Profesionales. Ello implicará revisar y ajustar las mallas curriculares de los establecimientos educacionales.
"Creemos que en la educación Técnico Profesional (TP) hay un potencial muy grande. Si podemos mejorarla en general creemos que se puede mejorar mucho la situación de empleabilidad de los jovenes", aseveró.
En medio de la crisis, la labor de búsqueda de empresas que quieran involucrarse en al educación TP se ha intensificado, y si bien existe incertidumbre sobre la posibilidad efectiva de retomar las prácticas y el ingreso de estudiantes a sus plantas durante este año, se preparan más bien para ejecutarlo en 2021. Esto se hará en cuatro zonas: Concepción, Valparaíso, Santiago y Ovalle.
"Nos hemos concentrado en sumar la mayor cantidad de empresas disponibles de manera de tener mapeado los lugares, los liceos y empezar en cuanto podamos a reactivar esto para posibilitar que los jovenes puedan entrar al mundo laboral".
Los migrantes en la recuperación de la economía
Otro grupo que se visto dañado por el paso de la pandemia son los migrantes. De acuerdo a los datos procesados por Clapes UC, si bien en términos relativos la destrucción de empleo anual indica un menor deterioro que en el caso de los nacionales, su tasa de desempleo es mayor. Esto a juicio de Bravo indica que ellos no pasan a la inactividad una vez que pierden su puesto trabajo, lo que da cuenta de lo complejo que es para ellos la cesantía. Por una parte, mencionó que está la mayor desprotección social junto a que por definición para ellos "el motor fundamental para migrar es venir a trabajar y necesitan generar ingresos".
El director de la Escuela de Administración de la Universidad Católica, José Tessada, aborda la interrogante de qué tan atractivo seguirá siendo el país en 2023, una vez que se retome el nivel de actividad productiva que registraba el país previo a la llegada del coronavirus, como ha proyectado el Banco Central.
Su expectativa es que si logramos crecer y generar empleo, los flujos migratorios se recuperarán trayendo beneficios a la economía. Pero advirtió que antes de la crisis ya existián dudas sobre la capacidad de absorber a muchos migrantes de menor calificación en empleos formales. Ante esto, su recomendación es que en el contexto de la discusión de las políticas migratorias en el Congreso se avance más que en imponer restricciones a la llegada de extranjeros que buscan trabajar en el país, en agilizar las certificaciones técnicas y profesionales, junto a elevar la supervisión en los lugares de trabajos para evitar que se origine actividad informal.
" Hay que trabajar en dar regulación o protección que permita evitar los trabajos informales en los que se produce una fuerte competencia entre los trabajadores. Usualmente son en trabajos de baja calificación porque no requieren ninguna certificación ni nada… creo que esa es un aspecto en que hay que avanzar de aquí a 2023", señaló.
Fuente: Diario Financiero
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