Inflación y crisis llevan los salarios reales a su mayor caída en 12 años y se prevé efecto en consumo
Las remuneraciones, ajustadas por la variación del IPC, registraron en abril una baja de 0,8% en 12 meses. Esto, más el retroceso en los puestos de trabajo, significó que la masa salarial descendiera un 3,4%.
Fuente: La Tercera-PulsoPublicado el 05 de junio de 2020.Los trabajadores en Chile no solo están sufriendo por la debilidad del mercado laboral, que ha destruido empleos a velocidad récord, sino que también por el alza de la inflación de los últimos meses, lo que, combinado con lo anterior, ha hecho que su capacidad de compra disminuya.
De acuerdo con el Índice de Remuneraciones del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), los salarios reales, es decir, ajustados por inflación, anotaron una caída en 12 meses de 0,8% en abril, mientras que respecto a marzo retrocedieron 1,3%.
Esta baja interanual es la mayor para la actual serie empalmada, que se inicia en 2010, por lo que hay que remontarse al índice anterior para encontrar una baja mayor, la que se registró en octubre de 2008, el peor mes para los salarios durante la crisis subprime.
Esta baja es reflejo de un alza interanual, en términos nominales, de solo 2,6%, es decir, por debajo del 3,4% que subió la inflación en el mismo período, la que fue impulsada en los últimos meses por el incremento del valor del dólar, tras la crisis social que comenzó en octubre de 2019.
De hecho, al cierre de abril, el tipo de cambio se encontraba en $835, 23% por sobre su valor de un año atrás. Tal como lo adelantaban los expertos, el aumento del dólar, experimentado tras el inicio de las protestas de octubre, tuvo efectos directos en el bolsillo de las personas, debido a la trasferencia de estas alzas hacia precios de productos relevantes como los combustibles y otros bienes importados, lo que hizo que la inflación también comenzara una escalada en los últimos meses del año pasado y primeros de 2020.
De esta forma, si durante enero y septiembre del año pasado la inflación interanual promedió 2,5%, desde octubre a la fecha el promedio es de 3,3%, lo que directamente se reflejó en los salarios reales, los que al descontarles esta inflación, pasaron de crecer a una media de 2,2% hasta septiembre, a 0,9% desde entonces.
En tanto, el aumento de 2,6% nominal es cerca de la mitad de lo que venía creciendo en los últimos meses, por lo que ya se refleja el impacto de la menor presión del mercado laboral por el alza del desempleo, a consecuencia de la pandemia del coronavirus.
Por sectores, el que anotó el menor aumento nominal fue la construcción, con un alza de 0,5%, lo que equivale a un retroceso real -después de inflación- de 2,9%. Esto, en medio de la crisis que enfrenta el sector, producto de la imposibilidad de avanzar en proyectos y la baja en la demanda.
Masa salarial
La caída en las remuneraciones reales, se suma a la histórica baja de 7,6% en los puestos de trabajo informada la semana pasada por el INE para el trimestre febrero-abril. Esa disminución fue la mayor para el empleo desde la crisis bancaria de 1982. En tanto, el empleo asalariado registró una baja de 2,6%, la mayor para la serie que comienza en 2010. Así, el menor empleo asalariado y la baja en las remuneraciones reales, llevaron a que la masa salarial (la suma de ambos índices) se contrajera 3,4% en abril, en relación al mismo mes de 2019. Esta caída también es récord en la serie y anticiparía un menor consumo en el país en los próximos meses. Esto, porque la masa salarial es un indicador de la capacidad de compra futura.
Alejandro Alarcón, académico de la Universidad de Chile, sostiene que esta merma en los ingresos se mantendrá hasta el tercer trimestre de este año, lo que a su vez impactará en el consumo de los hogares. "Hay una alta correlación entre la trayectoria de la actividad y el consumo. Si cae la actividad, cae el consumo, ahí la importancia de suplementar los ingresos de los más pobres y proteger el empleo que dan las empresas con liquidez", manifiesta.
Respecto a su efecto sobre el consumo, Mauricio Tejada, académico de la Universidad Alberto Hurtado, indica que "efectivamente menores ingresos implican menor consumo si las personas no tienen la capacidad de suavizar consumo usando sus ahorros. Este grupo está conformado por las personas más vulnerables, que en general trabajan el día a día para el consumo. Más aún, la incertidumbre llevará a que si hay la más mínima capacidad de ahorro, es mejor ahorrar algo para el futuro que consumirlo hoy. En cualquier caso, el consumo se verá afectado".
Fuente: La Tercera-Pulso
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