Laboratorios gastan US$ 200 millones al año en fidelizar a los médicos
La Fiscalía Nacional Económica propuso medidas como la obligación de recetar por principio activo, una tarifa fija para farmacias y cambios al mercado público.
Fuente: La TerceraPublicado el 21 de noviembre de 2019.Un mercado con una estructura que termina encareciendo los precios de los medicamentos, generando altos márgenes para algunos segmentos del área como laboratorios o farmacias. Los incentivos puestos por los laboratorios a los médicos explican parte importante de dicha estructura. Así describió el negocio farmacéutico la Fiscalía Nacional Económica (FNE) que analizó durante un año y medio este sector.
Por ello, recomendó realizar una reforma estructural a este sector que ayude a introducir mayor competencia, para así disminuir los precios de los remedios. En su estudio, la Fiscalía detalló las razones de por qué los medicamentos son caros. Uno de los factores apunta directamente a los médicos, dado que los pacientes confían ciegamente en lo que estos les recetan. Según una encuesta que forma parte del estudio señaló que el 96% de los encuestados compra el medicamento que el doctor le recetó, y un porcentaje muy relevante de estos no cambiarían el medicamento prescrito por uno más barato.
Todo esto hace que los esfuerzos de marketing de los laboratorios estén enfocados en los médicos y no en los pacientes. De hecho, el informe planteó que los laboratorios destinan en marketing directo (o inversión, como lo denominan) con los doctores unos US$200 millones. La cifra es relevante si se considera que el mercado farmacéutico mueve anualmente unos US$1.500 millones.
¿En qué se gastan estos US$200 millones? Parte importante se destina a para que los médicos asistan a congresos e incluso financiamiento de estudios. Según el estudio, el 44% de los doctores asistió en el último año a uno o dos congresos, el 29% a entre tres y cinco de estos eventos y el 3% a entre seis y hasta 12 congresos. Solo un 23% declaró no haber asistido a ninguno.
Una preocupación adicional de la FNE es que un 23% de los profesionales reconoció haber recibido financiamiento parcial o total para la asistencia a estos eventos. Sin embargo, la FNE estimó que esta cifra puede estar subreportada.
Otra distorsión del mercado refiere al rol de las farmacias. Dado que los médicos recetan marcas "de fantasía", en base a la promoción que realiza el laboratorio, las cadenas se ven obligadas a contar con todo el pool de medicamentos disponibles. Esto encarece los costos, pues difiere de lo que ocurre en el sector público, donde se licita solo un tipo de medicamento, logrando importantes ahorros.
Adicionalmente, la FNE concluye que la política pública de intercambiabilidad de medicamentos por alternativas bioequivalentes, que busca incentivar la competencia para tener menores precios, no ha sido exitosa en Chile. Y en ese aspecto cuestionó el poco interés que tienen los médicos por recetar bioequivalentes. La encuesta señala que un tercio de los profesionales desconfía de la eficacia de estos productos. Las razones que plantean son similares a las que señalan los visitadores médicos.
Sobre este punto, la FNE cuestionó que "algunos de los aspectos más repetidos (por los médicos) dicen relación con que las normas de bioequivalencia chilena difieren de las mejores prácticas mundiales, con que en el mundo los estudios son "in vivo" y en Chile se realiza un examen de peor calidad. Todo ello es falso".
Pero el sector público tampoco está exento de distorsiones. La FNE planteó que Cenabast podría tener un rol más activo en la definición de la canasta de medicamentos a licitar, pues hoy solo sale a comprar los productos que le pide cada recinto médico. A juicio de la FNE, esto "no solo le quita poder de mercado al Estado, sino que es terreno fértil para la corrupción".
Respecto a las farmacias, se cuestionó que en cada local deba existir un químico farmacéutico, quien interactúa poco con los consumidores. Prescindir de esta figura permitiría importantes ahorros. A esto se suma la propuesta -que ya está siendo analizada en el Congreso- de permitir la comercialización libre de medicamentos sin receta.
Otra crítica de la FNE apuntó al Instituto de Salud Pública (ISP), que cuenta, a juicio del persecutor, con escasa información sobre patentes y vencimientos, dejando este rol a los laboratorios. Esto genera una barrera de entrada para laboratorios extranjeros que busquen entrar al país.
"El mercado de los medicamentos opera en Chile de la misma forma que cualquier otro mercado masivo, que compite por marcas", dijo el fiscal nacional económico, Ricardo Riesco, en la presentación del estudio.
Propuestas
En concreto, la FNE recomendó fortalecer la figura de los bioequivalentes, forzando a los médicos a recetar medicamentos sin marca y a las farmacias a dispensar los medicamentos más baratos. Además, que el Estado compre medicamentos de manera más transparente, eficiente y efectiva. Para ello, propone un paquete de 14 medidas ver detalle en página web).
En caso de ser implementadas las propuestas, la FNE calcula que los consumidores podrían ahorrarse entre un 20% y 40% del precio de los medicamentos que tengan alternativas bioequivalentes. Esto significaría un impacto total anual de entre US$ 76 millones y US$ 380 millones en el mercado de medicamentos comercializados en farmacias, que mueve al año aproximadamente US$1.500 millones.
Además, se propone introducir una tarifa fija a las farmacias por su rol de comercializar el producto, limitando así los márgenes de ese segmento. Esto además permitiría que los productos más caros compitan en precio con los más baratos.
Reacciones
El ministro de Salud, Jaime Mañalich, además de valorar el informe de la FNE, dijo que algunas de las sugerencias han sido recogidas previamente en la Política Nacional de Medicamentos del gobierno, anunciada hace poco más de un mes.
"Creo que vamos bien encaminados y las únicas dos cosas que quedarían pendientes es la sugerencia de que la comercialización de productos farmacéuticos de las farmacias sea hecha por una suerte de valor de comercialización, o sea que para ellas no sea diferente vender un medicamento caro o barato, porque no tiene un margen sobre el valor, sino que un valor definido por comercializar un producto, cualquiera sea el valor de este", señaló.
"Lo otro que me llama mucho la atención del informe es que revela con una crudeza extrema cómo funciona el estímulo para que los profesionales prescriban por marca los medicamentos, señalando que más o menos el 30% del valor de un medicamento de marca es gastada en visitadores médicos y marketing. Eso es un tema que tenemos que revisar si está suficientemente abordado en la Ley de Fármacos II", añadió.
En una declaración, Salcobrand señaló que están a favor de "todos los esfuerzos que reduzcan el precio de los medicamentos" y aseguró que espera "que se implementen las medidas necesarias para que todas las personas accedan a medicamentos más baratos".
Desde Asociación Industrial de Laboratorios Farmacéuticos (Asilfa), comentaron que el informe "interpreta clara y concretamente los problemas que aquejan a nuestro mercado farmacéutico, donde las personas son finalmente las perjudicadas".
Izkia Siches, presidenta del Colegio Médico, dijo que "el comportamiento de los médicos es algo que estamos trabajando con nuestro departamento de ética, para que efectivamente los profesionales entiendan el impacto que tienen las prácticas de la industria en su prescripción. Muchos de ellos creen que su relación con la industria no produce ningún impacto ni cambio en su prescripción. Siendo que efectivamente lo termina siendo".
Finalmente, Mariela Formas, vicepresidenta Ejecutiva de la Cámara de la Innovación Farmacéutica, sostuvo que "como compañías multinacionales, tenemos claro que existen los sesgos inconscientes y, por lo tanto, es de suma importancia contar con códigos de ética de altos estándares".
Fuente: La Tercera-Pulso
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