Osvaldo Andrade respecto de la propuesta de indemnización por años de servicio: "Vale la pena discutir, porque son muchos los trabajadores que no acceden a este derecho"

Uno de los frentes del debate político durante la semana pasada fue la creación de un sistema alternativo y opcional para las indemnizaciones por años de servicio que el Gobierno está evaluando.

La idea nació de un comité de expertos convocado por el Ministerio del Trabajo, en el marco del proyecto de ley de reforma laboral, que será presentado en marzo. Se busca instalar un sistema paralelo al actual, que considera el pago de compensación a todo evento, incluso en caso de renuncia. De acuerdo con esta modalidad, el trabajador recibiría medio sueldo por cada año, con un tope de 11.

Parte del mundo empresarial ve este mecanismo como un "nuevo impuesto", mientras que a nivel sindical, consideran que la iniciativa "abaratará los despidos", y en sectores de la oposición ya manifestaron que rechazarán la propuesta.

A juicio del exministro del Trabajo y exdiputado PS, Osvaldo Andrade, vale la pena discutir esta materia, pero sin peder jamás el enfoque de que las indemnizaciones son un derecho de los trabajadores. "Es un derecho que fue logrado después de muchos años, después de muchas luchas. Es una conquista", asegura el ahora asesor en materias laborales.

Agrega que la compensación por los años de servicio tiene una "fuerte carga política histórica para el mundo sindical" y explica que la postura defensiva adoptada por los dirigentes de las organizaciones de trabajadores obedece a que ellos interpretan la propuesta del Gobierno como "una ofensiva para precarizar sus derechos".

Sin embargo, el abogado advierte que: "Es un tema que vale la pena discutir, porque son muchos los trabajadores que no acceden a este derecho, y por eso, lo primero que habría que discutir es la cobertura de este derecho".

Ejemplifica con que los trabajadores a plazo fijo no tienen acceso a indemnizaciones, así como también los empleados del sector público que, en muchos casos, trabajan bajo esta modalidad. "Las temporeras tampoco lo tienen", agrega.

-Entonces, ¿qué componentes le faltan a la propuesta?

"Esta es una propuesta en sí misma. Mezclarla con una eventual reforma al sistema de relaciones laborales sería un profundo error. Esto tiene identidad. Si el Gobierno quiere hacer cambios para los nuevos contratos, está bien, discutamos eso. Hoy día, la rotación laboral de los nuevos contratos es del orden de cinco años.

"En consecuencia, pudiese ser razonable fijar una lógica de esa naturaleza. ¿Pero cuáles contratos?, ¿para los mismos que tenemos hoy día?, ¿o ampliamos esa cobertura? Entonces, si ampliamos cobertura, si mejoramos el Seguro de Cesantía, es otra la conversación, y sí tiene sentido. Ya no serían el 8% o el 10%, sino que el 20% o más de los trabajadores los que tendrían la cobertura".

-¿Qué viabilidad tiene esta iniciativa?

"Si es solamente la reducción de los tiempos indemnizatorios, creo es totalmente insuficiente. Desde ese punto de vista, su viabilidad es muy precaria. Si el Gobierno va con un proyecto que lo único que hace es decir "a los nuevos contratos les vamos a ofrecer la posibilidad de que mantengan el actual régimen o se incorporen a otro, con medio mes por año y con indemnización a todo evento", si es solo eso, creo que es insuficiente".

-¿Cómo deberían abordar esta discusión los sectores opositores?

"Si se arma un paquete de medidas, yo creo que sería más interesante. Y en ese sentido, creo que la oposición no le debe tener miedo a esto. Porque si tiene mayoría, podrá poner sus puntos de vista. No veo razón alguna para temer a esta discusión. Porque los argumentos del lado del mundo del trabajo son muy sólidos".

-Pero una parte de la posición ya se cerró a discutir...

"Eso es un error. No creo que sea razonable para el mundo del trabajo y para el sindicalismo negarse a discutir las cosas. Al contrario, la oposición tiene mayoría en el Parlamento. Esta es una discusión que debe ser bienvenida, porque si este proyecto llega al Parlamento, como se tiene mayoría, podrían resolverse problemas como el de los honorarios, o las contratas del sector público, el plazo fijo o el de las temporeras. Si eso es así, ¿por qué uno se va a negar a esa discusión? Si uno puede cambiar el sentido del proyecto".

-¿Es correcto el medio mes por año, para el sistema alternativo?

"No me gusta esto del medio mes por año. Me gusta mantener la idea del concepto de un mes por año, que además está internalizado en el mundo del trabajo. Estoy por discutir el tope, pero en el evento de a quienes más se beneficia".

-Parte del mundo empresarial ha calificado la medida como un nuevo impuesto al trabajo...

"Se equivocan, por lo siguiente: porque no se hacen cargo de la realidad. Efectivamente, es un gasto, pero un gasto que tiene que ver con un derecho. Para los empresarios, ojalá no hubiera salario mínimo, pero ¿cuánto les cuesta a ellos la judicialización de estas cosas? Saquen la cuenta. Fuera de eso, el clima que se genera. A mí me gusta la idea del "a todo evento", pero "a todo evento"".

-¿Podría agilizar el mercado laboral una iniciativa como esta?

"Sin lugar a duda, una persona que tiene garantizada su indemnización a todo evento, está en mejores condiciones de tomar decisiones de cambio de trabajo. Pero convengamos que tampoco es la panacea".

-¿Usted ha conversado esta propuesta con el ministro Monckeberg?

"No, porque no corresponde. Además, porque creo que el Gobierno comete un error cuando anuncia cosas que no tiene maduras".

"El Gobierno comete un error cuando anuncia cosas que no tiene maduras".
OSVALDO ANDRADE, exministro del Trabajo

"No creo que sea razonable para el mundo del trabajo y para el sindicalismo negarse a discutir las cosas. Al contrario, la oposición tiene mayoría en el Parlamento. Esta es una discusión que debe ser bienvenida".

Fuente: El Mercurio