Aumentan sanciones y denuncias por infracciones a normativa laboral en trabajadores migrantes
Informalidad, sueldos impagos y hasta trabajos a cambio de "techo y comida" han sido fiscalizados en el país.
Fuente: El MercurioPublicado el 25 de octubre de 2017."Pasaban los meses y no me hacían mi contrato, no pagaban imposiciones, y si alguien reclamaba, solo reaccionaban al caso particular", afirma la ingeniera en informática Ritza Ortiz Ochoa. La experiencia de esta venezolana con dos años en el país y que ejercía como cajera en una café en la Zona Franca de Iquique, donde trabajaban 22 extranjeros y solo un chileno, refleja la indefensión laboral que está sufriendo un alto porcentaje de migrantes en el país.
Después de más de un año en el local, ella y sus compañeros finalmente vieron cómo el dueño lo cerró y les quedó debiendo sueldos y cotizaciones, mientras mantenía una sucursal en Antofagasta y abría otra en La Serena. Los meses impagos afectaron sus trámites de migración en Extranjería, "ya que piden 8 meses de cotizaciones, que no tengo".
El incremento sostenido de la población migrante entre 2014 y 2016 -se estima que bordea ya las 600 mil personas- ha ido de la mano de un aumento de las denuncias de trabajadores extranjeros por infracciones a la normativa laboral, así como de las sanciones respectivas.
Según un informe solicitado por Transparencia, en el lapso de esos tres años, las multas cursadas por la Dirección del Trabajo se dispararon desde $311 millones a $806 millones, mientras que las sanciones aumentaron 152% y las denuncias, un 66%. A mayo -el último mes disponible-, estas últimas ya se empinaban por sobre las 900, la mitad de las de todo 2016.
En Arica, la informalidad en la que se desenvuelven los trabajadores foráneos es tradicional en sectores como la agricultura en los valles de Lluta y Azapa. Allí, más de 5 mil personas, en su mayoría bolivianos y peruanos, trabajan solo algunos días a la semana, para luego dirigirse a sus casas al otro lado de la frontera.
El seremi del Trabajo de Arica, José Zúñiga, reconoce que en esa región del extremo norte -más que denuncias formales, investigaciones o sanciones- "predomina la informalidad", por lo que al no haber contratos, los trabajadores enfrentan continuos problemas para acceder a atenciones médicas.
En Antofagasta, región que cuenta con la mayor tasa de inmigrantes después de la Metropolitana, el director regional del Trabajo, Rubén Gajardo, recuerda que esta semana multaron a dos locales del centro donde trabajaban migrantes sin contratos, y se encontró cámaras de seguridad apuntando hacia los camarines.
"Hemos visto gente que trabaja por techo y comida en las 'chatarrerías' del sector norte, también trabajadores que provienen del altiplano, en chacras hacia el interior de la región, o en las afueras de Antofagasta. Hay casos en que también se ha debido involucrar el Sename, porque hemos encontrado grupos completos donde trabajaban adultos y menores", sostiene.
Más al sur, otras regiones, también se anotan irregularidades. La talquina Evelyn Moraga, pareja desde hace tres años del haitiano Fener Romelus, con siete años en Chile, reconoce los habituales abusos que sufren los trabajadores extranjeros en la zona: "Se les ofrece trabajo en labores agrícolas por un tiempo y luego no se les paga, o en la ciudad les ofrecen un trabajo con la condición de estar unos días a prueba y luego son despedidos sin pago".
Precisamente, los haitianos registran uno de los mayores aumentos en demandas por justicia laboral en el país, al pasar de 43 denuncias en 2014 a 232 en 2016, un alza de 440%. Les siguen los venezolanos (+336%), paraguayos (+280%) y dominicanos (+97%).
Fuente: El Mercurio
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