Hotelería, rentabilidad y volumen de exámenes explicarían diferencias de precios entre clínicas
Prestadores privados sostienen que la calidad de sus prestaciones no depende de su valor.
Fuente: El MercurioPublicado el 12 de septiembre de 2017.Diferencias de precios de hasta siete veces para un mismo examen médico en distintas clínicas de la capital, y un aumento de hasta 25% en cinco años en el precio total de un grupo de diez pruebas médicas de uso común, fueron algunas de las conclusiones a las que llegó un sondeo de "El Mercurio".
En el ejercicio, se revisaron los aranceles de los principales prestadores privados considerando los valores particulares (sin la cobertura que dan isapres ni Fonasa), hechos en horario hábil y en servicios ambulatorios.
El prestador que resultó con los precios más bajos para el grupo de diez exámenes considerados en el análisis fue la Clínica Dávila. Desde allí aseguraron que "el gran volumen de actividad que tenemos nos permite lograr ciertas eficiencias y economías de escala, las que, cumpliendo con nuestra vocación de brindar buena salud para todos, son traspasadas a precio a nuestros pacientes".
Esa es la explicación que dan para que, por ejemplo, un urocultivo (análisis de orina) que cuesta $33.373 en la Clínica San Carlos de Apoquindo de la Red de Salud UC Christus, en la Clínica Dávila tenga un precio de $4.610.
En ese último prestador señalan que la diferencia de precio no tiene que ver con su calidad.
Y también resaltan ese punto en la Clínica Universidad de los Andes. Su director comercial, Arturo Zúñiga, plantea que "todas las clínicas consideradas en el estudio de 'El Mercurio' contamos con la acreditación nacional de la Superintendencia de Salud, que es una garantía de calidad, por lo que las diferencias se deben a otros factores, como hotelería o rentabilidad del capital".
Zúñiga remarca que la Clínica Universidad de los Andes es "uno de los actores que tenemos los valores más bajos en exámenes y eso no se vincula con una menor calidad, sino que a la decisión de contar con aranceles que sean accesibles para los pacientes".
A su juicio, "parte de las diferencias (de precio entre los distintos prestadores) podrían explicarse en los costos que tienen las clínicas, pero existe otra parte que no tiene más explicación que las imperfecciones de la industria de la salud (...). Por una parte, las isapres han validado precios que en algunos casos son excesivamente altos, manteniendo convenio con dichas clínicas y vendiendo planes preferentes de ellas. Por otra, las clínicas no hemos sido capaces de ponernos de acuerdo para entregar una información que permita comparar la calidad".
En Clínica Las Condes, el gerente de alianzas y productos, Rodrigo Farías, dice que sus precios y reajustes "están establecidos en contratos de largo plazo con los clientes corporativos (isapres), los que evidentemente respetamos".
En tanto, desde la Red Salud de la Cámara Chilena de la Construcción, holding al cual pertenecen las clínicas Tabancura y Avansalud, señalaron que su objetivo "es dar acceso a una salud de calidad para todas las familias de Chile" por lo que "existe un esfuerzo legítimo por tener precios convenientes y entregar atención de calidad en todas sus prestaciones".
Fuente: El Mercurio
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