Crecimiento de la inmigración: ¿Un problema a largo plazo para la seguridad social chilena?
Proyecciones privadas apuntan a que los inmigrantes puedan explicar hasta un 30% de la fuerza laboral del país en un lapso de 20 a 30 años.
Fuente: PulsoPublicado el 18 de julio de 2016.A la hora de los análisis, una de las razones que habría incidido en la decisión del Reino Unido de salir de la Unión Europea se refiere al aumento de la inmigración y sus efectos en el mercado laboral.
Desde hace ya varios años, Chile también se ha transformado en un atractivo foco de la inmigración, no sólo para aquellas personas que caen en la calidad de refugiados, sino que también por parte de quienes buscan establecerse de manera definitiva en nuestro país.
De acuerdo a los datos de la última encuesta Casen, los inmigrantes representan cerca del 2,1% de la población chilena, lo que implica un universo de 354.581 personas. Una cifra que mirada en el contexto de los 17 millones de habitantes del país puede ser muy baja, pero que representa el doble de lo que era en la medición de 2006.
Según da cuenta la Casen, el mayor porcentaje de inmigrantes lo explican personas nacidas en Perú, Argentina y Colombia.
Pero más allá de la multiculturalidad que ello implique, se trata de personas que al pasar a formar parte del mercado laboral local, también pasan a ser beneficiarios del sistema de seguridad social y de pensiones chileno. ¿Puede tener alguna implicancia futura?
Lo primero que hay que decir es que el tema de la inmigración como tema general está dentro del foco del Estado. De hecho, este año inició sus funciones el Comité Asesor Ministerial sobre Migraciones y Asuntos Internacionales, que reúne a autoridades del Ministerio del Trabajo y Previsión Social y sus servicios relacionados, además de representantes de asociaciones de trabajadores y empleadores y organizaciones de la sociedad civil ligadas a los temas migratorios. "Este consejo deberá realizar un diagnóstico acabado respecto a las actuales políticas de Gobierno para los migrantes en el área laboral y previsional y proponer posibles modificaciones en la materia", señala la subsecretaria de Previsión Social, Julia Urquieta
En el tema específico de pensiones, indicó que el contexto de incremento en el flujo y cambio de la estructura de la población migrante en Chile "motivó durante 2015 entre los miembros del Consejo Consultivo Previsional y la Comisión de Usuarios del sistema Previsional, encargar el estudio Análisis para medir el impacto de la migración sobre el Sistema de Pensiones Solidarias. Uno de los resultados más relevantes fue la necesidad de mejorar la calidad del dato de país de origen y nacionalidad entre los cotizantes del sistema previsional, cuestión en la que se trabaja actualmente".
Según el estudio mencionado, del universo de beneficiarios del Sistema de Pensiones Solidarias sólo 5.956 son extranjeros, de ellos un 61,3% son mujeres (3.651); 3.081 personas reciben Aporte Previsional Solidario (APS); y 2.875 personas obtienen Pensión Básica Solidaria (PBS). "Esta cifra en relación al universo total de beneficiarios del Pilar Solidario, que ascendía a 1.315.396 en agosto de 2015, representan sólo un 0,45% de los beneficiarios; la mayor participación se registra en la PBS, donde la proporción de extranjeros es de un 0,49%, seguido del APS con un 0,42%", agregó Urquieta.
Pero el decano de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad Santo Tomás, Guillermo Yáñez, tiene otra mirada, la que apunta que se trata de un tema que debe ser abordado desde ahora, ya que en el largo plazo (20 a 30 años) la inmigración podrá tener un peso en la seguridad social del que el Estado chileno deberá hacerse cargo.
¿Cuál es la lógica que sigue el académico? Considerando los datos de la última encuesta Casen, Yáñez asume que el citado 2,1% de población inmigrante es similar a la hora de hablar de la fuerza de trabajo. "Si proyectamos un estado estacionario a partir de estos datos, suponiendo que la población inmigrante crece anualmente al 2,5% y una tasa de salida de la fuerza laboral muy levemente superior, podríamos alcanzar cerca de un 30% de fuerza laboral inmigrante a largo plazo", explica.
Comenta que ese 30% le cuadra mucho, porque es justamente la proporción de la fuerza de trabajo que tienen los países europeos que han tenido un flujo de inmigrantes mayor, como por ejemplo el caso de España, Italia y Francia. "Por lo tanto, a nivel de políticas públicas eso es realmente un tema que hay que considerar", indica.
Para el académico, el gran desafío es que gran parte de la población inmigrante corresponde a mano de obra, "que es gente que a nivel de cotizaciones previsionales tiene ausencia total o fuertes lagunas; entonces, eso nos va a plantear un gran desafío para los próximos 20 a 30 años, porque es gente que una vez jubilados van a tener pensiones que serán una proporción de su último ingreso laboral muy inferior al resto de la población nacional".
Yáñez señala que otro punto que debiera estar en la agenda es la integración de los sistemas de fondos de pensiones en la región (ver entrevista). Indica que dado que desde los años 90, estas economías han comenzado a implementar un sistema de capitalización individual similar al que adoptó Chile a principios de los años 80, es un escenario propicio para avanzar en la discusión acerca de la portabilidad de los fondos de pensiones a nivel regional.
No obstante, manifiesta que la integración presenta dificultades estructurales. Y ello, porque en Chile la capitalización del fondo de pensiones representa el 68% del PIB contra un rango de entre 15% y 19% en el resto de los países miembros de la Alianza del Pacífico. "Se debe profundizar en la posibilidad de tener portafolios de renta variable en la región aprovechando las participaciones de empresas a nivel regional y el mayor conocimiento sectorial de la zona al contar con analistas para la mayoría de las economías", puntualiza.
Convenios de seguridad social
La Superintendencia de Pensiones señala que Chile mantiene en aplicación 26 Convenios de Seguridad Social, los cuales, además de regular temas de pensiones, incluyen disposiciones que protegen la migración de trabajadores activos que cumplen labores en un Estado (país de origen) y van a trabajar a otro país por un tiempo determinado. Con dichos convenios "se busca proteger los derechos de millones de trabajadores migrantes, sus familias y trabajadores multinacionales en el ámbito de prestaciones económicas y previsional".
Guillermo Yáñez: "Habría que empezar a implementar un acuerdo regional que permita la portabilidad de los fondos"
Asumiendo que aquí hay una decisión mayor a nivel de Estado sobre la migración y el efecto previsional, ¿qué se puede empezar a hacer hoy?
-En este momento se está haciendo poco y nada al respecto; por lo tanto, hay que empezar a poner esto en la agenda, porque es un problema que nos va a generar en 20 años más. Una de las medidas más interesantes que se puede adoptar, que involucra desde los trabajadores de mano de obra calificada hasta capital humano -este último con mucho mayor capacidad de participar en los fondos privados-, es lo que se denomina la integración regional de fondos. Estas son conversaciones, que yo sé que ha tenido la Superintendencia de Pensiones con sus pares de países vecinos, y siento que no se ha avanzado mucho en eso. Creo que es el momento de hacerlo. Este es un tema que es muy fácil de implementar en MILA dada toda la integración que ya existe a nivel de mercado financiero entre Perú, Colombia, Chile y México. Estamos ya teniendo una integración financiera bastante interesante y bastante mayor con los países de la Alianza del Pacífico, entonces es evidente que por allí habría que empezar a implementar un acuerdo regional entre estos cuatros países que permita la portabilidad de fondos.
¿Qué implica eso?
-Significa que se cotiza en un fondo regional, fondo que no tiene lo que se denomina en economía un sesgo local. Lo que se lograría con este fondo es abrirlo por lo menos a estas cuatro economías, idealmente, tal vez más adelante a Brasil, que es una economía que está con algunos problemas. Entonces, generar un fondo regional, donde la portabilidad de fondos consiste en que haya un administrador de fondos que también opera a nivel regional. La persona puede migrar de un país a otro, que es parte de esta alianza y, por lo tanto, la persona se lleva su fondo a medida que migre de un país a otro, por lo que la persona tiene perfecta movilidad.
Se ve algo muy positivo pensando en el afiliado, pero se ve difícil de implementar…
-La verdad es que uno pensaría que es un portafolio bastante más diversificado el que se lograría y, por lo tanto, con mayor diversificación internacional uno podría hasta bajar un poquito el riesgo. Hay que considerar que dentro de la matriz insumo-producto que tiene cada uno de esos países, somos parecidos, pero México es un país que tiene industria que no tiene el resto de los países y así logramos diversificar un poquito el riesgo.
Es delicado desde el punto de vista de rentabilidad, porque hoy los fondos de pensiones mayoritariamente invierten en mercados desarrollados, Entonces, se los ataría a invertir en ciertos mercados de Latinoamérica.
- De todas maneras el fondo regional, tal cual opera el fondo chileno a través de administradores de fondos de terceros, también habría que considerar que tuviera la opción de considerar que una proporción importante del fondo esté en otros países emergentes o en el mundo desarrolado. Mientras más abramos este mercado, internacionalmente hablando, mejor es para el rendimiento por riesgo. No quisiera que se entendiera que habrá una concentración de la inversión en los países miembros, sino que lo interesante es que justamente abrimos el portafolio entre los países miembros, pero también mirando hacia el exterior. Lo interesante es que sea un fondo regional que realmente permita esta portabilidad.
Fuente: Pulso
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