La nueva Encuesta Nacional de Salud evaluará 60 enfermedades y trastornos

Todo está listo para que el próximo mes se inicie un sondeo piloto a 500 personas que permitirá, los primeros días de septiembre, empezar a aplicar la tercera Encuesta Nacional de Salud 2016-2017. Se trata de un instrumento que se utiliza desde 2003, y que ha permitido tomar decisiones en políticas de salud -como el plan AUGE- que han sido fundamentales para avanzar en el bienestar de la población.

El sondeo se aplicará a 6 mil personas de las 15 regiones del país y, por primera vez, considera a extranjeros que residen habitualmente en Chile.

"Este es el instrumento más importante que tenemos para determinar el estado de salud de la población chilena, y ver cómo han impactado en ella las políticas que hemos aplicado", dice el doctor Jaime Burrows, subsecretario de Salud Pública.

Encuesta dinámica

La encuesta, con un costo de $1.400 millones, tiene un carácter dinámico que la hace evolucionar según los resultados de los sondeos previos. Por ejemplo, en la segunda versión (2010) se vio que la depresión era un problema importante, lo que llevó a los expertos a incluir en el actual sondeo un módulo de bienestar psicológico, que incluye preguntas sobre fobias, trastornos de ansiedad y estrés postraumático. "Necesitamos una evaluación más completa de la salud mental para diseñar políticas más específicas en esta área", explica Burrows.

Asimismo, en esta versión los problemas de salud evaluados aumentaron de 43 a 60, donde también debuta un apartado de salud ambiental. En él se medirá en la sangre de los participantes la presencia de metales pesados, como son el cadmio, arsénico, plomo y mercurio.

La versión actual de la encuesta será aplicada por la Universidad Católica. "En esta ocasión se harán tres o cuatro visitas al hogar de las personas, a diferencia de las dos visitas de las encuestas anteriores", dice el doctor Darío López, salubrista y coordinador técnico del Ministerio de Salud para esta iniciativa. En estas visitas habrá 162 encuestadores en terreno, aplicando diversos cuestionarios, y 116 enfermeras universitarias tomando el pulso, la presión arterial, midiendo la estatura y el peso; tomando exámenes de sangre y orina, y evaluando la salud oral.

"Queremos relevar la salud bucal como una meta prioritaria del país", explica el especialista.

También se incluye un capítulo de salud infantil, que se aplicará a niños de siete meses a cinco años de edad, y que busca mejorar la protección a la primera infancia.

Entre los nuevos exámenes de sangre se cuentan también la medición de niveles de vitamina D y una batería completa de análisis de tiroides. Asimismo, se mantienen las pruebas tradicionales de glicemia, colesterol y triglicéridos.

Por la relevancia de este estudio, el doctor Burrows llamó a la población a "colaborar y a tener plena confianza en la privacidad de los resultados que se obtengan. Y si se diagnostica un problema, se le comunica a la persona afectada".

Fuente: El Mercurio