Bravo insiste en que el país vive una emergencia laboral y sube alertas por la informalidad
Tras examinar cifras del INE, el director del Centro UC de Encuestas y Estudios Longitudinales asegura que todos los indicadores muestran que el mercado laboral todavía no recupera su situación prepandemia.
Fuente: DFPublicado el 28 de agosto de 2024."Estamos pasando por una emergencia laboral", insiste el director del Centro UC de Encuestas y Estudios Longitudinales, David Bravo, quien participará este miércoles en el "XXVI Congreso de Organización y Personas: urgencia laboral y futuro del trabajo", organizado por el Instituto Chileno de Administración Racional de Empresas (Icare).
"Todos los indicadores muestran un mercado laboral deteriorado que aún no recupera su situación prepandemia: la tasa de ocupación, la de participación y otros", dice luego de haber vuelto a examinar las cifras que reportan el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), como los registros de la Superintendencia de Pensiones.
Y sobre esa base, enfatiza que es crucial que el Gobierno retome el rumbo: "La agenda laboral no tiene nada que ver con lo que tenemos que hacer, ni para la crisis presente ni para la que viene", asegura.
Desde su visión, además, es relevante reimpulsar medidas efectivas para enfrentar lo que ha pasado en el último tiempo con el cierre de Huachipato en la región del Biobío.
Otro ámbito en el cual el economista pone énfasis se relaciona con los conceptos en que se basa el INE para medir la informalidad en el país, ya que dicha metodología -a su juicio- no está recogiendo la realidad de este segmento.
"Hay que reconocer el problema, si no, nunca nos vamos a mejorar"La denominada "emergencia laboral" es un concepto que Bravo posicionó en el debate público a finales de 2021, antes incluso de que asumiera el Gobierno de Gabriel Boric, con la finalidad de instalar sobre la mesa la necesidad de tomar acciones para impulsar la recuperación del empleo postpandemia.
Al ser consultado respecto a si mantiene ese diagnóstico, Bravo es enfático: "Persiste, pero la magnitud de la crisis ha cambiado", dice, agregando que en esa oportunidad los empleos que se debían recuperar bordeaban los 500 mil y hoy la cifra es más cercana a los 200 mil.
Con todo, el experto destaca que los empleos que se han generado desde ese momento a la fecha son, esencialmente, puestos que fueron destruidos en el marco de la pandemia y que se han recuperado, lo que no es sinónimo de nuevas ocupaciones.
Bravo reitera que los indicadores laborales muestran un mercado laboral deteriorado que aún no recupera su situación prepandemia. Para graficar esto, el experto sostiene que todos aún reflejan importantes retrocesos. En el caso de la tasa de ocupación (56,9%) se debe volver a 2012 para observar ese nivel; mientras en lo que respecta a la tasa de desocupación, se debe mirar a 2010 (8,4%); o a 2016, si se trata de la tasa de participación (61,9%).
En relación con la tasa de desocupación, que actualmente es de 8,3%, esta sigue siendo superior a la del período prepandemia, y es necesario ir al trimestre junio-agosto de 2010 para encontrar un nivel superior a la actual. "Es un retroceso de 14 años", enfatiza el economista.
"Hay que reconocer el problema, si no, nunca nos vamos a mejorar", dice, agregando que es crucial que las autoridades sinceren que el mercado laboral vive una crisis.
"No tiene sentido estar contando los empleos, especialmente cuando no son nuevos"
De acuerdo con el análisis de Bravo, la tasa de ocupación es aún inferior en 1,3 punto porcentual a la observada en la prepandemia, lo que equivale a un déficit de 207 mil empleos en el último mes.
Y si bien, de acuerdo con el experto, en el trimestre abril-junio del presente año el número de ocupados llegó a 9,32 millones, un dato más alto en 258 mil empleos que el verificado en diciembre-febrero de 2020, sugiere mirar con cautela la cifra, ya que en el mismo período la población en edad de trabajar exhibió un crecimiento de casi 800 mil personas.
Ante esto, sostiene que el mercado laboral no está empleando a toda esa población.
"No tiene sentido estar contando los empleos, especialmente cuando además no son nuevos, sino que es una recuperación. Una vez que recuperemos la tasa de ocupación prepandemia, podremos estar hablando de que estamos mirando hacia adelante y decir que son nuevos empleos", dice Bravo, enfatizando que la caída de 13,2 puntos porcentuales en la tasa de ocupación que se observó en la crisis sanitaria (y que implicó la destrucción de cerca de 2 millones de empleos), es más del doble de la caída que se registró en la crisis de 1982-1983.
"También es más de cuatro la caída de tres puntos porcentuales registrada en la crisis asiática de 1997-1998 y muy superior a la caída de 1,6 punto en la tasa de ocupación en la crisis Sub-Prime de 2008-2009", ejemplifica.
De hecho, Bravo se muestra crítico respecto al reporte que elaboró la subsecretaría del Trabajo, el cual descartaba que el país esté pasando por una emergencia laboral.
"Es un informe burocrático, que está hecho por funcionarios de Gobierno y, por lo tanto, honestamente, creo que eso le quita valor", dice junto con añadir que si bien el análisis plantea que hay una problemática de larga data, no le da la relevancia que requiere el tema.
"La agenda de trabajo no tiene nada que ver con lo que tenemos que hacer, ni para la crisis presente ni para la que viene"
Al ser consultado respecto a cómo conversan los datos y cifras del mercado con la agenda laboral que impulsa el Gobierno, y que en las últimas semanas ha estado marcada por la propuesta de la negociación multinivel, Bravo es aún más crítico: "No dialoga".
Desde su perspectiva, "la agenda laboral no tiene nada que ver con lo que tenemos que hacer, ni para la crisis presente ni para la que viene", dice el experto, reiterando que las iniciativas en debate no apuntan ni favorecen la creación de empleo", dice el experto.
"Por eso he hablado de emergencia laboral no declarada. Esa fue una provocación, que lamentablemente no ha tenido efecto", sostiene el experto, reiterando que su llamado buscaba impulsar acciones.
"La agenda básicamente está enfocada en medidas que básicamente aumentan los costos de contratación y ese es un gran problema. Así fue con el salario mínimo, con las 40 horas, aunque ahí algo de moderó con la gradualidad, y ahora la negociación multinivel", plantea, reiterando que se deben continuar impulsando las agendas pro crecimiento y de productividad.
"Es urgente para nosotros retomar un crecimiento como el que tuvimos hace 10 años atrás. Cuando se habla de la agenda de productividad, de procrecimiento, al mirarlas por la otra moneda son agendas pro empleo. Una economía donde el crecimiento es muy bajo, anémico, es una economía que no crea empleo y, por lo tanto, es una economía que se da vuelta en sus propios problemas", enfatiza.
"Parte de la caída en la tasa de ocupación de jóvenes está vinculada a una"
Si bien la lectura de Bravo es más bien pesimista, hay indicadores que mira con optimismo. Uno de ellos es lo que está ocurriendo con la población de jóvenes entre 15 y 24 años.
Aquí, un estudio de Bravo muestra la existencia de una menor tasa de ocupación del segmento de jóvenes entre 15 y 24 años, la cual pasó de ubicarse en 28,9% en el trimestre diciembre 2019-febrero 2020 a 23,4% en el trimestre abril-junio de 2024.
Sin embargo, de forma simultánea a ese fenómeno, un indicador que ha ido al alza es el de la población que estudia y no está ocupada. Un fenómeno que, desde la perspectiva de Bravo "se refleja en una caída en el porcentaje de NINI (jóvenes que no trabajan ni estudian) de 5,5 puntos porcentuales en el período", destaca Bravo. De hecho la proporción de Ninis pasó de 18,5% en 2020 a 13% en 2024.
En el trimestre abril-junio de 2020, un 66,9% de la población de 15 a 24 años se encontraba estudiando y, en el último dato entregado por el INE, correspondiente a abril-junio de 2024, la cifra llegó a 70,1% (un aumento 3,2 puntos porcentuales).
"Se puede observar una inversión en capital humano. Eso va a significar empleos futuros mejores, eso es algo muy importante", destaca Bravo. mayor inserción educacional"
"Hay más informalidad que la que el INE está mencionando"
Otro eje de preocupación para Bravo dice relación con la informalidad. Y es que desde su perspectiva, en este tema la situación es bastante más compleja que los datos que está mostrando el Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
"La encuesta lo que está haciendo en este minuto es subestimar la importancia de la informalidad. Hay más informalidad que la que el INE está hoy día mencionando", comienza señalando.
Actualmente, los datos del INE muestran que la tasa de informalidad llega a 28,2% en el último trimestre reportado. Un dato que aún se mantiene bajo el nivel prepandemia.
Sin embargo, en este tema el experto plantea que es crucial mirar los datos de registros administrativos. "Un mejor indicador de informalidad es la proporción de ocupados que no realiza cotizaciones para pensión. En este caso, el indicador asciende a 38,7% de los ocupados, superior al indicador usado por el INE", advierte Bravo.
"Hay personas a las que se les autoriza a no cotizar, como emprendedores, por ejemplo, que son personas que tienen inicio de actividades, pero que de igual modo no tienen cobertura de protección social", dice el experto, reiterando que es crucial avanzar en indicadores que consideren este grupo, más al considerar la problemática en torno a las bajas pensiones.
"El Gobierno hoy tiene una crisis en la región del Biobío"
Pese a su crítica mirada, el experto reitera la necesidad de que, a raíz de situaciones como lo que ocurre con el cierre de Huachipato, el Gobierno dé mayor relevancia a una agenda pro empleo.
"Las crisis ayudan a entender que hay que hacer algo, y creo que el Gobierno hoy día tiene una crisis laboral en la región del Biobío", sostiene el experto.
Desde su perspectiva, además de impulsar fuertemente una agenda laboral en torno a la capacitación y preparación de los trabajadores, el Gobierno también debiese trabajar en proyectos que le permitan reaccionar oportunamente a crisis como la que ha desencadenado Huachipato.
"Con la pandemia se generó la Ley de Protección del Empleo, una herramienta que permitió que trabajadores pudieran seguir recibiendo ingresos en un contexto laboral muy difícil, en el que estaban despidiendo gente. Ahora, considerando esa experiencia, deberíamos estar sacando lecciones desde el Ministerio del Trabajo, creo yo, deberíamos tener una ley de protección que se gatille para ciertas crisis, que pueden ser sectoriales, regionales, específicas, para proteger el mercado laboral", propone Bravo.
Fuente: DF
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