Proyecto de ley busca mejorar la nutrición en el trabajo

Un trabajador pasa, en promedio, un tercio de su día en la oficina; sin embargo, no siempre se da el tiempo para almorzar y la calidad de su alimentación no es la óptima. Varios estudios avalan esta tendencia. De acuerdo con la encuesta patrocinada por Sodexo y Edenred y realizada por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el 30% de los trabajadores chilenos no almuerza regularmente, el 39% no recibe ningún beneficio de alimentación, y lo que es preocupante es que un 22% no dispone de un lugar para comer.

Es por esta razón que la senadora Carolina Goic junto a la Universidad Alberto Hurtado están promoviendo un nuevo proyecto, llamado ley para alimentación de los trabajadores, que intenta generar una política laboral de alimentación para los trabajadores chilenos. De acuerdo con la senadora, esta moción reconoce la alimentación como un derecho humano y trata de modificar el Código de Trabajo, el cual estipula un "bono de alimentación" incorporado al sueldo, el cual con frecuencia se destina a fines diferentes que a lo planificado; sin mejorar el acceso ni la calidad de la nutrición. "Esto sigue las prácticas de los países más desarrollados y de los miembros de la OCDE", afirma Goic. Si bien la moción fue presentada en la Comisión del Trabajo del Senado, aún no ingresa al Parlamento.

Más productividad

El proyecto de ley está basado en un estudio de la U. Alberto Hurtado, que reveló que si el gasto óptimo en alimentación aumenta en 1%, el Producto Interno Bruto (PIB) se elevaría 0,3% en cinco años y la productividad acumulada, en 0,1%. Esto equivaldría a casi US$ 6.000 millones extras para la economía.

"Es necesario que el Estado asuma un rol más activo en términos de alimentación laboral, analizando e implementando diversas alternativas para incentivar a las empresas a mejorar sus prácticas", opina Thierry Guihard, director general de Sodexo Servicios de Beneficios e Incentivos. Esto, porque aún existen empleadores que consideran la alimentación laboral como un elemento secundario y todavía no dimensionan las pérdidas que puede tener para la productividad de la empresa, agrega Guihard. "Los empleadores deben entender que la alimentación saludable no es un gasto, sino más bien una inversión". Es por eso que las medidas en pro de la alimentación saludable se deben adoptar de forma permanente, como parte de las políticas de salud y seguridad de las empresas, opina el director general.

Hoy en día, muchas organizaciones poseen programas asociados a la calidad de vida para retener los talentos. Por ejemplo, algunas estipulan espacios de "pausas saludables", donde se promueve el deporte, ejercicios de meditación y espacios vinculados a las colaciones saludables.

Fuente: El Mercurio