¿Cuál es la situación de las mujeres migrantes en Chile? Cinco claves para sacar conclusiones

El Día Internacional de la Mujer no se limita al 8 de marzo ni menos solo a las que nacieron en el país. Desde hace unos años con más fuerza, aquellas que vienen desde el exterior han ido adquiriendo más protagonismo en la cotidianidad local. Ya son más de 886 mil a lo largo del territorio nacional, lo que implica más de la mitad (51%) de la población extranjera que migró hacia Chile y un 8% del total.

Pero ¿quiénes son? ¿Qué hacen? ¿En qué trabajan? Todas preguntas que resolvió el Centro de Políticas Migratorias, basados en los datos reportados por la última encuesta Casen 2022.

¿Tienen trabajo?

El punto de partida es que el 65,7% de las mujeres migrantes en edad de trabajar hoy cuenta con un empleo en algún tipo de actividad. Se trata de una tasa de ocupación inferior a la de sus pares hombres (86,1%), pero superior a las chilenas (44,9%).

La contracara de esto es que la tasa de inactividad -o sea, las que no han buscado empleo por diversas razoneses de 27,7%, porcentaje que sube a 50,1% entre las nacionales.

Lo anterior se traduce en una desocupación de 9,7% entre ellas, lo que se compara desfavorablemente con los hombres extranjeros (5,2%), pero están casi a la par de las no migrantes (10%).

¿Dónde trabajan?

Las principales ocupaciones de las mujeres migrantes se concentran en el sector de comercio al por mayor y menor (24,2%), actividades de alojamiento y servicio de comida (11,9%), y en actividades de los hogares como empleador (13,3%).

No obstante, casi un 20% es asalariada sin contrato. Esta cifra baja a 13,4% entre las locales. Y si de independencia se trata, tienen la menor proporción de trabajadoras por cuenta propia (19,2%). Entre las chilenas llega a 21,4%.

¿Cuánto ganan?

El zoom del Centro de Políticas Migratorias muestra que la brecha salarial entre hombres y mujeres provenientes del exterior se ha reducido con los años. Para 2022, los ingresos de ellas promediaron $ 575.560 frente a un poco más de $ 700.000 de ellos.

Esta foto deriva de que la mediana de ingresos de los trabajadores migrantes -o sea, el valor intermedio-ha experimentado una baja gradual, alcanzando su menor punto en 2020 antes de mostrar una ligera recuperación en 2022 ($ 500 mil); mientras que entre ellas hubo un aumento constante en el mismo período hasta $ 450 mil.

En este contexto, el 12,1% de ellas está en situación de pobreza por ingresos, más que el 10% de los hombres migrantes; en circunstancias que a nivel multidimensional -que considera condiciones de entorno y calidad de vida-, las cifras son similares: 29,9% y 29,3%, respectivamente.

¿Fonasa o isapres?

El hecho de que Fonasa sea el sistema de salud con mayor cantidad de afiliados en el país tiene eco entre los migrantes: 75% de ellas está adscrita, frente al 69,9% de los hombres.

En cambio, una mayor proporción de hombres está afiliado a isapres, con un 11,3% y un 8,6%, en cada caso.

Coherente con esto, un 15,5% de ellas no está en ningún sistema, mientras la cifra entre ellos es de 17,8%.

Nivel de educación

En general, las mujeres provenientes del exterior tienen mejores niveles de educación que las no migrantes. Un 30,9% de ese grupo ha completado la enseñanza superior, mientras que en las segundas llega a 20,1%.

En educación media se da una situación similar a favor de las primeras y luego cambia en el caso de la básica.

Los desafíos

La directora del Centro de Políticas Migratorias, Patricia Rojas, sostiene que "las mujeres migrantes traen consigo oportunidades para el desarrollo, son una fuerza laboral con alto nivel de educación y experiencia costo cero para el país".

De ahí que considere que el desafío está en impulsar una integración social y económica adecuada, "que considere tanto el bienestar de las mujeres migrantes como el beneficio que traen al país".

"Las mujeres migrantes traen consigo oportunidades para el desarrollo", dice Patricia Rojas.

Fuente: DF