La encrucijada regulatoria que suma incertidumbre al futuro de las cajas de compensación

Hoy la industria de las cajas de compensación enfrenta un complejo escenario financiero, debido al mayor costo de financiamiento para sus operaciones. Ante este panorama estas entidades evalúan distintos caminos para asegurar la sustentabilidad de su actividad.

Las cajas son corporaciones privadas sin fines de lucro, fundadas por gremios empresariales en 1953. Estas administran las prestaciones del sistema de seguridad social y también entregan otros beneficios. Son supervisadas y reguladas por la Superintendencia de Seguridad Social (Suseso), y por la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS) pues están autorizadas para emitir valores de oferta pública (bonos, por ejemplo).

Hoy integran esta industria Los Andes, La Araucana, Los Héroes, Caja 18 y Gabriela Mistral. A junio sumaban 5,3 millones de afiliados trabajadores dependientes y 1,5 millones de afiliados pensionados.

A su vez, los créditos sociales que otorgan estas entidades representan el 9% del mercado de préstamos de consumo, y están concentradas en segmentos de menores ingresos, constata Fitch Ratings en su último informe sobre La Araucana.

Nuevas normas cambiaron el negocio

Varias modificaciones normativas de la Suseso, que buscaban fortalecer el sistema y reducir la brecha regulatoria con otras entidades financieras, han cambiado el funcionamiento y las perspectivas del sector, consigna el reporte. Fitch destaca entre estas normativas el establecimiento de límites de endeudamiento más bajos para el otorgamiento de créditos a pensionados y trabajadores afiliados a las Cajas y modificaciones en los requerimientos de provisiones. FellerRate plantea potenciales efectos por la eliminación de la obligatoriedad de descontar del finiquito el crédito de las cajas a empleados dependientes. También, debido a que tanto las empresas como los afiliados pueden declararse en quiebra.

Estos cambios pusieron presión sobre los gobiernos corporativos de las organizaciones, que no fueron lo suficientemente robustos para afrontar las nuevas condiciones. La Araucana, que concentra el 23% de los afiliados del sector, no es la primera Caja con problemas (ver recuadro). Antes fue la Caja Javiera Carrera, que debió disolverse y fue absorbida por la Caja 18; la que más tarde fue intervenida por irregularidades en la designación del directorio. En tanto, la Caja Gabriela Mistral fue sometida a un proceso de reestructuración.

La existencia de problemas a nivel de gobiernos corporativos es un diagnóstico compartido por el superintendente del sector, Claudio Reyes, y el vicepresidente ejecutivo de Cajas de Chile, Eusebio Pérez.

Fitch ve que estas regulaciones han afectado la rentabilidad de largo plazo del sector, la que será más baja que los niveles observados hasta 2010. Y si bien puntualiza que generar más excedentes (utilidad) no es el objetivo de la industria, hoy la mayor parte de los ingresos de ésta provienen de los intereses de los créditos, que subsidian, en parte, los costos de administrar las prestaciones sociales. "La regulación pertinente a las cajas aún tiene oportunidades de mejoras al compararla con la robusta regulación bancaria en Chile", señala la clasificadora.

La industria busca acceder a instrumentos en situaciones de iliquidez, como la ventanilla del Banco Central. También persigue que se establezca un trabajo coordinado con los reguladores. El mercado demanda que el negocio crediticio se desarrolle en iguales condiciones y que todos sean supervisados por la Superintendencia de Bancos.

Fuente: El Mercurio