El rol que mutuales y clínicas podrían jugar en reducción de las listas de espera en la salud
Tanto las clínicas como las mutuales se definen disponibles para resolver ciertas atenciones. Los prestadores aseguran poder otorgar precios competitivos en las licitaciones y culpan a un sesgo ideológico la dificultad de avanzar en una alianza con el Estado.
Fuente: PulsoPublicado el 26 de octubre de 2015.Ha sido uno de los desafíos que han enfrentado todos los gobiernos desde que entró en vigencia la ley de garantías Auge en 2004. Y es que las listas de espera del sistema público se han transformado en un escollo que las distintas administraciones han fallado en sortear. En ese sentido, el Gobierno ha situado dentro de sus prioridades poder avanzar en mitigar las esperar en salud. En el presupuesto de 2016 se incluyen recursos para la contratación de 33.000 horas médicas semanales, mediante un monto de $46.211 millones. Parte de estos recursos financiará una asignación de estímulo para incorporar y retener 100 nuevos médicos de medicina familiar en la red de atención primaria. Mientras que el programa de formación de especialistas contará con $77.812 millones para apoyar el ingreso de 1.000 médicos y 390 al programa de destinación y alcanzar el compromiso del Ejecutivo de contar con 4.000 nuevos especialistas al final del período. Adicionalmente, se pretende destinar $23.102 millones para la contratación y retención de 616 médicos que inician su período asistencial obligatorio, asociado al proceso de formación de especialistas.
Una de las iniciativas que se ha planteado en los últimos años es incorporar a los privados, particularmente a clínicas y mutuales, para que puedan resolver ciertas prestaciones de manera de mitigar las listas de espera. La propuesta, que tomó más fuerza bajo la administración de Piñera, se ha enfriado en el último tiempo, mientras que desde el mundo privado miran con buenos ojos participar en licitaciones que les permitan entregar atención a ciertas prestaciones.
En ese sentido, la gerente general de la Asociación de Clínicas, Ana María Albornoz, destacó que las entidades atienden en el país a ocho millones de personas, de ellos cinco millones corresponden a Fonasa a través de la modalidad de libre elección. "Al estar presentes también aspiramos a ser considerados como parte de la red de utilización pública y, en ese mismo sentido, es que nos sentimos preparados para participar en todas las iniciativas que el Gobierno diseñe en pos de tratar de resolver las listas de espera", aseguró la líder gremial.
Albornoz manifestó que cuando el Gobierno ha determinado que considerará a los privados para comprar algún tipo de prestación, como son las camas críticas, se ha podido apreciar que los prestadores concurren a las licitaciones con precios adecuados. "Esperamos que se considere a los prestadores para resolver otras listas de espera, de prestaciones que no son auges y que a través de salir a comprar en forma organizada y eficiente, el Estado pueda resolver los problemas de las personas", explicó.
Respecto a por qué no se ha avanzando en una alianza público-privado, Albornoz manifestó: "Quizás ha existido pocas intenciones de la autoridad de abordar realmente las soluciones a las listas de espera por un problema en parte ideológico, pensando en que el Estado desarrolle su aparato prestador".
"Podría pensar que mientras se espera hacer un Estado muy poderoso para resolver las situaciones, se está dejando de pensar en lo que necesita la gente", finalizó.
Otro actor que puede aportar en la materia son las mutuales. El presidente de la asociación que las agrupa, Ernesto Evans, aseguró que "cuando la ministra de salud informó que las personas en lista de espera serían contactadas, y que los recintos donde se llevaría adelante este masivo plan de operaciones serían las mutuales de seguridad, entre otros, desde las mutualidades pensamos que existiría un programa de trabajo potente", apuntó.
Pero a su juicio el plan no ha sido tal. "Nos preguntamos si sigue adelante la voluntad de utilizar con mayor intensidad la infraestructura que, en principio, está destinada para los pacientes de la Ley 16.744", indicó.
Para la directora de Altura Management, las listas de espera son inherentes a los sistemas centralizados de salud. En esa línea plantea que el actual Gobierno ha optado por la construcción propia de hospitales y centros de salud, paralizando proyectos ya aprobados de concesiones. "Responde a una motivación ideológica y no de resolución de los problemas de acceso de la población", aseguró la ejecutiva, quien estimó atrasos de hasta diez años en la posibilidad de contar con centros de atención secundarios.
"Un crecimiento del presupuesto de un 5,1% para el próximo año, donde las prioridades son la construcción directa de centros de salud primaria, queda en deuda con los montos necesarios para reducir las listas de espera a través de compras a privados", indicó.
"Como una solución se podría evaluar la compra de prestaciones directas al sector privado, la real mejora de coberturas hospitalizadas de libre elección o la inclusión de nuevas patologías (más demandadas) al PAD Fonasa o con un mecanismo de compra GRD", dijo.
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