La apuesta por convertir al TC en un factor relevante en el futuro de la reforma laboral

Como las conversaciones para alcanzar algún acuerdo en materia de agenda laboral no han dado frutos aún, el senador de RN Andrés Allamand decidió intensificar sus esfuerzos asumiendo la negociación con sus pares de la Nueva Mayoría. En este proceso ofreció algunas fórmulas que permitan tanto al oficialismo como a la oposición avanzar, de lo contrario el parlamentario no dudará en acudir al Tribunal Constitucional para que dirima aquellos aspectos que estima inconstitucionales.

Es un hecho que el ex timonel de RN lleva la voz de su partido en este tema, no por nada un alto dirigente de RN asegura que la tienda "está cuadrada detrás de Andrés en materia de reforma laboral". Con esas espaldas el senador decidió dar un paso clave en las negociaciones, convencido, sostienen en su entorno, de que su sector no tiene nada que perder en este tira y afloja, dado el difícil momento que atraviesa el gobierno y que se refleja también en el bajo respaldo ciudadano a sus reformas.

Es así como Allamand se ha dado la tarea de conversar con los parlamentarios de la NM, ofreciendo, confidencian quienes han conocido de estos diálogos, "propuestas creativas que permitan resolver el problema" y faciliten el acercamiento entre las partes. Entre los mecanismos que ha puesto sobre la mesa para acercar posiciones está la idea de que la titularidad sindical se ejerza a contar de un 30% o 35% de afiliados, de tal manera que sea representativa.

De no alcanzarse un acuerdo, el senador de RN ya ha expresado a su contraparte la intención de concurrir al Tribunal Constitucional (TC) para que dirima los aspectos que desde su sector estiman inconstitucionales, lo que abarcaría "casi todo el proyecto", dicen en la Alianza. Un paso que en la NM interpretan como un "chantaje" que no aceptarán de parte de Allamand.

Por lo pronto, el principal impulsor de la reforma laboral, el diputado y ex timonel del partido socialista Osvaldo Andrade, considerado uno de los padres de la iniciativa, estima que de concretar este movimiento, Allamand no estaría más que ejerciendo un derecho. Pero, enfatiza que "no tengo ninguna duda de la constitucionalidad del proyecto" y añade que "nosotros no vamos a estar en esa disposición", aludiendo a la posibilidad de buscar un acuerdo para evitar el Tribunal Constitucional.

Y aunque a la oposición no le ha ido muy bien en sus numerosos intentos por frenar la aplicación de algunas leyes a través del TC, la actual conformación del tribunal les vaticina un escenario diferente. Ello, porque la semana pasada se rompieron los equilibrios que siempre se ha intentado mantener en el TC y el nuevo integrante, José Ignacio Vásquez ,no es cercano al PS como el saliente Francisco Fernández, sino a la oposición, con lo que ahora hay seis miembros que se inclinan hacia la Alianza y cuatro al oficialismo.

Allamand ha promovido en dos ocasiones concurrir al TC: en 2006 en el marco del proyecto de subcontratación, presentación que ganó por unanimidad y por el proyecto de ley de inclusión, que forma parte de la reforma educacional, que el tribunal aprobó con el voto dirimente de su presidente, Carlos Carmona.

En todo caso, en el círculo del senador Allamand dan por segura la posibilidad de concurrir al TC en el caso de que la reforma laboral sea aprobada sin acuerdo con la oposición. De hecho, estiman que el parlamentario ni siquiera pagaría costos políticos por la presentación, porque a esas alturas -calculan- el rechazo ciudadano a la reforma laboral, que según la última Adimark está en 55%, será de un 60% a lo menos.

En este escenario, tiene la convicción de que cualquier costo que haya que pagar iría inevitablemente a la cuenta de los ministros Ximena Rincón (Trabajo)y Rodrigo Valdés (Hacienda)
Mientras tanto, Allamand no ha agotado sus esfuerzos por llegar a un acuerdo. Y desde la Nueva Mayoría insisten en que la huelga debe ser efectiva, por lo que es imprescindible que no haya reemplazo.

ÁSPERO DEBATE ENTRE MATTHEI Y FIGUEROA POR EL PROYECTO LABORA

Como era de esperar, en un debate áspero sobre el proyecto de reforma laboral se enfrascaron ayer la ex ministra del Trabajo, Evelyn Matthei, y la presidenta de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Bárbara Figueroa.

En el seminario organizado por la consultora Mercer, cada una hizo gala de argumentos para criticar y apoyar la iniciativa, respectivamente.

"La empresa debe estar preparada para muchas más huelgas y más largas", lanzó Matthei en su discurso, ante la atenta mirada del mundo empresarial en Casa Piedra. Luego, la ex candidata alertó a los empresarios a que "deben estar preparados" ante la posibilidad de agresión a dueños, directivos y trabajadores que deseen laborar y también a vehículos e instalaciones.

Figueroa tomó la palabra y cuestionó los dichos de Matthei.

"Cuando se dice 'la huelga va a ser violenta' -porque no se dice pacífica- creo que es extremar el argumento. Porque seamos rigurosos: que la huelga sea huelga no es que sea violenta (...) Me pareció complicado el juicio de que los dirigentes sindicales seríamos delincuentes", respondió.

Matthei interrumpió y corrigió inmediatamente a la presidenta de la CUT. "No realicé ninguna mención de dirigentes sindicales delincuentes. Sólo hablé de la sensación ciudadana. Así que no ponga palabras en mi boca que no he dicho y no pienso", dijo elevando el tono.

Una vez finalizado el encuentro Figueroa sostuvo que "vine a un foro a hablar de reforma laboral y creo que si alguien quiere darle otro tono e ideologizar este debate se equivoca (...) yo cumplo con representar esos intereses y lo demás tendrá que explicarlo quien vino a hacer de este debate un debate político".

"A estas alturas no estamos ni siquiera en una campaña del terror (contra la reforma laboral), hay una acción desesperada por tratar de detener una reforma necesaria para Chile y creo que eso se da en una sana democracia", dijo la dirigente tras participar en el citado seminario.

Fuente: Diario Financiero