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Marcel anuncia que el Gobierno trabaja nuevas medidas sociales: “Tenemos que focalizarnos en ver qué puede ser más necesario”

Tras una semana marcada por el reajuste del sector público, el despacho del Presupuesto y el fin del paro camionero, autoridad revela que el Ejecutivo está analizando apoyos en caso de que la situación macro empeore en 2023.

Fuente: DFPublicado el 05 de diciembre de 2022.

Proactividad, como si no quisiera sorpresas. Eso reflejan por sobre todo las palabras del ministro de Hacienda, Mario Marcel, quien la semana pasada sacó adelante el proyecto de Presupuesto 2023 y el acuerdo salarial con el sector público. Logros que se sumaron al término -después de días de incesante tensión- del paro de los camioneros, que bloquearon rutas en el norte y sur del país.

Un movimiento propio de esta época, que bien conoce tras su paso por la Dirección de Presupuestos en distintas administraciones, pero que -como admite- "es distinto cuando uno tiene 35 años que 60".

En cada uno de estos tres temas, destaca logros "importantes". El Presupuesto, dice, "tiene innovaciones en su estructura y la discusión legislativa fue bien enriquecedora y el protocolo que sacamos incluye muchas que ayudan a proyectar. Lo mismo con el reajuste del sector público".

Sobre los camioneros, se detiene en que fue una negociación mucho más difícil sin una contraparte estructurada. "Y por esa falta de contraparte estructurada, tuvimos una semana de paralización totalmente innecesaria", sostiene.

- ¿Qué le respondería a quienes plantean que un aumento salarial de 12% nominal para los funcionarios públicos puede impactar en la inflación?

- Habría que ver cuánto es el efecto sobre la planilla salarial, la cual será menor de 12%, porque habrá más o menos un 25% de los funcionarios que tendrá un reajuste algo menor a ese porcentaje. En el caso de los bonos u otros beneficios, se mantuvieron en términos nominales respecto del año pasado. Por lo tanto, si fuera una negociación colectiva en una empresa, diría que la planilla creció menos del 12% nominal.

Ahora, en términos de efecto sobre la inflación en general, la evidencia muestra que no hay mucha relación entre el reajuste del sector público y las remuneraciones del sector privado. No es algo que arrastre al sector privado, éste tiene sus propias dinámicas.

- ¿Cuál será el costo fiscal del proyecto de reajuste?

- Algo así como $ 3 billones, cerca de US$ 2.700 millones.

Inversión subirá este año

- ¿El despacho del Presupuesto fue más fácil a lo esperado? Solo tres artículos se resolvieron en la mixta.

- Todo Presupuesto tiene su afán y, por supuesto, la discusión legislativa del Presupuesto hoy es mucho más compleja que hace 15 años, cuando yo fui director de Presupuestos, porque hay más dispersión parlamentaria y política en el Congreso.

Ahora, una cosa que ayudó mucho en la discusión es tener bien ordenados y estructurados los mensajes del Presupuesto que en esta ocasión se basó en la seguridad: económica, ciudadana y social.

También ayudó que, especialmente en el Senado, hubo mucha responsabilidad respecto de la iniciativa del Ejecutivo en materia fiscal, gasto e impuestos. Eso ayudó a que varias de las normas que se habían aprobado en la Cámara se pudieran revertir y que no terminaran en el TC.

- ¿Cuánto ayudará este Presupuesto a evitar la recesión en 2023?

- Es un Presupuesto que contempla una expansión del gasto del 4,2% y, por ende, será contracíclico en el sentido de que ayudará a impulsar la economía en el curso de 2023. Hemos hecho un gran ajuste durante 2022, un ajuste récord en este momento en el mundo, y eso nos permitió ordenar muy rápidamente las finanzas públicas y a partir de ahí podemos ir afinando un poco más el manejo de las finanzas públicas para adelante.

- Usted ha dicho recientemente que el escenario no sería tan malo como parte del mercado prevé. ¿Una caída del PIB de 0,5% en el conjunto del año para 2023 sigue siendo su escenario base?

- Es muy difícil que tengamos una cifra positiva para el conjunto del año porque vamos a partir de un punto relativamente bajo, que es donde vamos a terminar 2022. Entonces, la economía tendría que recuperarse muy rápido para tener una cifra positiva.

Durante este año prácticamente en todos los trimestres (contra trimestres) vamos a observar alguna caída, pero como partimos bastante arriba, entonces vamos a tener un crecimiento positivo en el conjunto del año respecto del año anterior. El 2023 es la contracara de esa situación.

Pero más importante que la cifra del conjunto del año, es la trayectoria. Nuestras proyecciones son que al menos en la segunda mitad de 2023 y, probablemente en tres trimestres, vamos a tener a la economía creciendo en la medición trimestre versus trimestre.

- ¿Y en 12 meses?

- En términos anuales quizás vamos a tener más trimestres negativos, probablemente el segundo e, incluso, el tercero. Pero en términos de trimestre contra trimestre, deberíamos tener la actividad ya estabilizándose en el primer trimestre y de ahí comenzando a recuperarse.

Acá se instaló mucho la idea de que venía una recesión muy fuerte y, a medida que va pasando el tiempo, hemos visto que de esa recesión fuerte no ha ocurrido nada. No ocurrió en el segundo trimestre, no ocurrió en el tercer trimestre, y ya tenemos la cifra de octubre (-1,2%) para el cuarto trimestre, que resultó mejor que las proyecciones del mercado.

En el mercado del trabajo tenemos una situación bastante estable en materia de desempleo, mientras tanto la inflación ya empezó a bajar. Eso significa que hemos tenido un tipo de ajuste bastante eficiente en términos del costo que hemos tenido que pagar en actividad para bajar la inflación. ¿Y por qué ha pasado eso? Porque la demanda interna se ha ajustado más rápido que la actividad, y porque dentro de la demanda interna vamos a terminar con un ajuste del consumo algo mayor a lo esperado y un ajuste de la inversión algo menor. Entonces, ese balance que era necesario, está ocurriendo durante este 2022.

- ¿Y cómo entiende el pesimismo entonces?

- La inversión es una variable clave para 2023. Las proyecciones más pesimistas están suponiendo una caída bastante más importante de la inversión. Ahora, en 2022, la inversión ya nos ha sorprendido porque se esperaba una caída y lo más probable es que crezca.

Dicho todo eso, así como hay proyecciones de caída de 2% del Producto, al menos he visto que han ido surgiendo cada vez más proyecciones que son más similares a las que tenemos nosotros, tanto para la inflación como para la actividad económica. Ya empieza a aparecer con más claridad dentro de la visión de los analistas la posibilidad de un ajuste más eficiente y, por lo tanto, menos doloroso para la economía y para la ciudadanía.

- En el Parlamento ha resurgido la preocupación por nuevas ayudas a la población, como un nuevo retiro de fondos de pensiones. ¿Cómo se prepara el Gobierno frente a ese escenario donde deban recurrir a algún tipo de ayuda?

- Nuestro referente no son los retiros, sino que son las necesidades que pueda tener la ciudadanía. Entonces, a principios de año todavía vamos a tener una situación de mayor fragilidad, en el sentido de que habrá una inflación relativamente alta y la actividad todavía va a estar esperando para iniciar su recuperación.

Entonces, tenemos que focalizarnos en ver qué puede ser más necesario, para qué grupo, para qué sector, en este momento. Y eso es lo que estamos trabajando ahora. Más detalles no puedo dar, porque es un tema que se está trabajando dentro del Gobierno.

- ¿Pero siempre el criterio es que esto sea focalizado?

- Que llegue donde se necesita y que, sobre todo, sea oportuno.

Una lección de la crisis del Covid-19 es que si bien se vio venir una crisis grande, los apoyos del Estado demoraron mucho en llegar. Los primeros casos de Covid surgieron en marzo y las medidas de apoyo recién empezaron a funcionar en julio-agosto. Entonces, eso generó un costo social muy grande que después se tendió a sobrecompensar con todas las ayudas de 2021. Las ayudas hay que entregarlas en el momento en que se necesitan, no más tarde.

- ¿Se trabajará sobre la base de las ayudas ya existentes, como el IFE Laboral y para cuarentenas, la compensación por el aumento en la canasta de alimentos?

- Estamos trabajando en algunas cosas nuevas que van a ser interesantes.

- ¿Y cree que tendrá el apoyo del oficialismo para estas medidas y contener nuevos retiros?

- Uno tiene que trabajar la relación con el Congreso, no se puede empezar a conversar sólo cuando tiene que aprobar una ley y empezar a presionar a los parlamentarios. Es más importante compartir un cierto diagnóstico, una estrategia y, en eso, creo nos ha ido bien porque en el grueso de la discusión presupuestaria tuvimos bastante diálogo con los parlamentarios, hubo un entendimiento positivo y no solo con los parlamentarios de Gobierno -que nos apoyaron durante todo el proceso-, sino que también con una parte importante de la oposición.

En la reforma tributaria está pasando lo mismo. Claro, no vamos a tener consenso en todo, pero una vez que uno explica las cosas, se va generando un cierto consenso, sobre todo si se expresa la voluntad de recoger las preocupaciones de los parlamentarios.

Hacienda debe ser unos de los ministerios que tiene una relación más intensa con el Congreso. A esta altura hemos aprobado una decena de ley desde marzo, y el proyecto de Presupuestos nos hace trabajar durante dos meses completos con el Congreso. Todo eso ayuda a tener una relación más fluida con los parlamentarios y parlamentarias.

Sus casi nueve meses en Hacienda: "Relación de mucha confianza" con el Presidente y el mea culpa por Eyzaguirre

- ¿Cómo han sido estos nueve meses en Hacienda? El Presidente reflexionó hace unos días que era distinto con guitarra. ¿Ha tenido la misma sensación?

- A mí me ha tocado estar en este ministerio antes, esta guitarra la conozco (risas). Este es un trabajo que, en general, es muy intenso, y por tener la responsabilidad de la política económica y fiscal, nos corresponde trabajar muy transversalmente con otros ministerios y con el mismo Presidente.

A medida que ha ido avanzando, el Gobierno ha ido perfilando mejor sus prioridades, coordinándose mejor entre los distintos ministerios y, eventualmente, siendo efectivo en las cosas que vamos haciendo.

Por ejemplo, el Plan Chile Apoya estaba compuesto por muchas medidas que se anunciaron a fines de abril, y a esta altura ya está 100% implementado. En la discusión presupuestaria trabajamos muy bien con los distintos ministerios, el trabajo con el Congreso fue bastante ordenado, y eso también ayudó a tener un buen resultado.

- ¿Cuáles han sido sus momentos más difíciles? El Presupuesto en la Cámara fue especialmente difícil, diputados aprobando medidas inconstitucionales. A ratos se le vio ofuscado.

- Sí, sobre todo porque veníamos de la discusión constitucional, donde para muchos actores la iniciativa exclusiva del Presidente de la República era un tema muy central. Entonces, después de toda esa discusión, ver como se presentaban y votaban iniciativas evidentemente inconstitucionales, era un poco chocante.

En ese momento, se argumentaba mucho que "bueno, pero los del otro lado también aprobaban indicaciones inconstitucionales". Pero se supone que cuando se resuelve sobre la constitucionalidad de un tema, se está mirando la Constitución, no se está mirando al frente.

La negociación con los camioneros también fue un poco frustrante, porque un lunes después de un día entero de negociaciones llegamos a una serie de acuerdos, nos despedimos de abrazos… Y, al día siguiente, uno de esos gremios no solamente desconoció el acuerdo, sino que pedía una rebaja de 30% en el precio del diésel. ¿Si no puedes confiar en la contraparte, entonces qué se hace?

La responsabilidad por la candidatura al BID

- ¿La derrota de Nicolás Eyzaguirre en la presidencia del BID también fue un momento difícil?

- Por supuesto que nos habría gustado que fuera elegido presidente. Es curioso como acá en Chile cualquier cosa se interpreta como una derrota, que alguien lo hizo mal y hay gente que se echa la culpa entre ellos.

Yo respecto del tema de la candidatura de Nicolás Eyzaguirre no le echo la culpa a nadie, o sea, la responsabilidad por decidir presentar un candidato y apoyarlo partió de acá, del Ministerio de Hacienda, y no tengo el mínimo problema en reconocerlo y asumir la responsabilidad por eso.

Para nosotros era importante presentar un candidato porque como Chile había tenido el primer presidente del BID, nunca más había presentado candidatos. Habían pasado 52 años sin que Chile presentara alguien y ello en algún momento tenía que terminar. Y Nicolás era un excelente candidato.

- ¿No le incomodó esa versión que circuló acerca de que Eyzaguirre era un nombre para bloquear a Andrés Velasco?

- Al momento de decidir en este caso en particular, para presidir un organismo internacional, uno tiene que buscar a alguien que sea capaz de cubrir las distintas dimensiones de lo que es un organismo internacional. Y Nicolás juntaba en total seis o siete años en un organismo internacional como el FMI y, además, trabajando con la región. Eso era una ventaja importante para efectos de los atributos.

El trabajo con Boric

- ¿Cómo ha sido su relación con el Presidente Boric?

- Es muy buena. Tenemos una relación de mucha confianza, más allá del comité político u otras instancias. Nos toca trabajar en múltiples proyectos, y en ese tiempo nos hemos ido conociendo más, se ha ido generando una buena relación de trabajo y personal, la cual diría es de mucha confianza.

- ¿Es un Presidente que se mete en los proyectos o lo deja hacer?

- Es un Presidente que tiene mucha inquietud intelectual por entender lo que se está haciendo, el por qué, que va al sentido de lo que se está haciendo en política pública. Eso es muy valioso, es un Presidente que no se queda enredado en los detalles, sino que hace las preguntas más fundamentales respecto de las iniciativas.

"Todo lo que sea grupos de interés que se apropian del espacio público, tenemos que dejar de verlo como algo normal"
-¿No siente que se abre una Caja de Pandora al congelar el diésel por cuatro meses? El día de mañana puede hacer lo mismo otro grupo de interés...

- El tema de los combustibles tiene la particularidad de que ya tenemos un mecanismo de estabilización de precios, que es el Mepco. Y para asimilar conceptos, el Mepco lo que hace es congelar semanalmente. Entonces, se está pasando a congelar un periodo de cuatro meses a ciclos de 21 días. Ahora, esto lo estamos haciendo en un momento en que los precios de los combustibles se han estabilizado a nivel internacional, bastante por debajo del peak al que llegaron en julio de este año. Y, además, el tipo de cambio se ha ido estabilizando. Entonces, eso genera un escenario en el cual lo que uno puede esperar es un comportamiento bastante más estable de los precios de internación y, posiblemente -como lo estamos viendo ahora-, muchas semanas de bajas en los precios de internación.

- ¿Pero el precedente no le incomoda?

- La lógica del Mepco es el manejo de un impuesto que es variable, eso no existe en otros sectores. Ahora, independiente de eso, si seguimos con el tipo de cambio como hasta ahora, es probable también que, por ejemplo, las caídas internacionales de los precios de los alimentos también empiecen a llegar a nuestra economía.

- A propósito del paro, ¿es partidario de avanzar en alguna opción que nos resguarde de ese tipo de situaciones? Se ha hablado de impulsar el proyecto de cabotaje marítimo.

- Si uno puede identificar cambios regulatorios, estructurales, que eviten que el bloqueo de las carreteras sea un medio de presión, por supuesto que habrá que mirarlo. Pero más allá de lo que uno pueda hacer legislativamente, hay una cierta reflexión para todos los actores. O sea, ¿es legítimo que se bloqueen las carreteras como un medio de presión, infligiendo un daño a la ciudadanía? (...) Así como son las tomas de los colegios, todo lo que sea grupos de interés que se apropian del espacio público, tenemos que dejar de verlo como algo normal, aceptable, y deberíamos verlo como algo que está mal.

Fuente: DF

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