Frente a complejo escenario económico, aumenta número de chilenos que se identifica como clase media baja

El número de chilenos que se autopercibe como de clase media baja y clase baja ha aumentado post estallido y pandemia.

Así lo reveló una encuesta de Cadem sobre las características de la clase media en el país, que detalla que si en agosto de 2019 un 43% de los encuestados se identificaba como clase media, ese porcentaje bajó a 36% en mayo de 2022.

Por el contrario, los que se autoperciben como clase media baja subieron de un 32% en agosto de 2019 a 40% este año (ver infografía).

"Esto muestra los efectos que tuvo el estallido por una parte y la crisis del covid-19 en un empobrecimiento del país y es una mala noticia porque afecta la satisfacción en la calidad de vida, la percepción de felicidad y también aumenta la presión al Estado por hacerse cargo a través de políticas fiscales", explica Roberto Izikson, gerente de Asuntos Públicos y Estudios Cuantitativos de Cadem.

Aunque Izikson destaca que la caída sistemática de la percepción de pertenencia a la clase media se venía dando desde abril de 2021, tuvo un repunte en mayo pasado -subiendo de un 30% a un 36%-, lo que podría estar asociada al proceso de "nueva normalidad" que se ha ido dando en los últimos meses.

"También podría estar asociado a la ayuda del Estado y al retiro de los fondos de pensiones y, por lo tanto, podría eventualmente en un escenario de alta inflación ser un crecimiento más bien artificial", señala.

Izikson agrega que a finales de año este porcentaje podría volver a caer.

"Lo que es interesante es el cambio estructural, porque ese 43% que se definía como clase media en 2019 probablemente estaba asociado a que era gracias a su propio mérito y hoy día tenemos un 36% que es menos población pero al mismo tiempo un 16% que depende mucho del Estado para mantener su condición social", afirma.

Para los próximos meses, la encuesta reveló un ambiente pesimista entre los distintos segmentos.

En agosto de 2019 solo un 7% pensaba que su situación económica iba a empeorar en los próximos 12 meses, cifra que aumentó a 27% en mayo de 2022.

En contraste, solo un 22% cree que mejorará, mientras que antes de la pandemia y del estallido casi la mitad de los sondeados pensaba que su situación económica iba a ser mejor en el corto plazo.

Consultados por quiénes serán los principales perjudicados por la situación económica que está atravesando el país, un 39% cree que será la clase media, un 30% la clase media baja y un 25% la clase baja.

"La preocupación por una inflación que ya está en 12%, con tasas del Banco Central en las máximas históricas de los últimos 28 años está generando condiciones económicas que son adversas y que los chilenos están sintiendo y da cuenta del nivel de preocupación que hoy tienen", dice.

Según el sondeo, un 41% respondió tener un nivel de endeudamiento excesivo o bastante alto y un 25% tener uno adecuado.

A su vez, un 56% afirmó que sus ingresos totales mensuales les alcanzan justo, sin grandes dificultades, seguido por un 31% que señaló que no les alcanza.

Temores y aspiraciones

La encuesta de Cadem también midió otros factores como los niveles de satisfacción, principales temores y aspiraciones.

Según el sondeo a mayo de 2022, el 48% se consideraba muy o bastante feliz versus un 19% que declaró estar poco o nada feliz y un 32% que afirmó estar algo feliz.

Un 38% de los consultados respondió que para ellos ser clase media significaba vivir justo para cubrir gastos, inestabilidad económica y limitaciones, seguido por un 33% que señaló que pertenecer a ese segmento socioeconómico implicaba buen sueldo y trabajo y estabilidad económica.

Respecto a los principales temores, un 38% dijo que su mayor miedo era perder el trabajo, el desempleo, y la inestabilidad económica.

Tener problemas de salud fue el segundo mayor temor de los sondeados y en tercer lugar quedó la delincuencia y la inseguridad.

Más atrás aparece la situación política y el escenario de la nueva Constitución con un 11% de las respuestas.

En contraste, la estabilidad laboral se posicionó como la principal aspiración y luego el adquirir un bien o tener una casa propia.

Un 15% de los encuestados señaló que el desarrollo profesional y el éxito laboral es su principal sueño y un 14% sostuvo que lo era el desarrollo personal y tener un buen pasar.

Roberto Izikson destacó que aunque aumentan los niveles de percepción de bienestar y felicidad, estos se concentran en los segmentos más altos.

Por ejemplo un 68% de quienes se identifican como clase alta o media alta dijo estar muy o bastante feliz versus el 45% que los afirmó de la clase media y el 27% de la clase media baja.

Por otro lado, los mayores niveles de infelicidad se registraron en la clase baja donde un 55% de los sondeados respondió que es poco o nada feliz.

Fuente: El Mercurio