Brecha de pensiones entre hombres y mujeres disminuye hasta dos tercios con aporte solidario

El eje principal de la reforma previsional en discusión en la comisión de Trabajo del Senado, y cuyo trámite se reanuda hoy, tiene que ver con cómo mejorar las pensiones que reciben los chilenos.

Dentro de ese análisis se incluye, además, el abordar el escenario de las mujeres pensionadas, a las que una multiplicidad de factores a lo largo de la vida laboral terminan impactando negativamente lo que perciben de pensión, con brechas muy amplias respecto de lo que reciben los hombres.

Es esa realidad la que aborda el Informe anual de Género del Sistema de Pensiones y el Seguro de Cesantía para 2020 de la Superintendencia de Pensiones, que detalla las brechas entre las pensiones autofinanciadas y cómo el componente del Aporte Previsional Solidario (APS) permite acotarlas.

El documento toma datos entre julio de 2019 y junio de 2020.

Como imagen general, el informe detalla que mensualmente en torno a 10 mil afiliados se pensionan, de los cuales sobre un 50% corresponde a mujeres.

Entre julio de 2019 y junio de 2020, este porcentaje alcanzó el 56,8% de un total de 122.377 nuevos pensionados, lo que implica una disminución de 5% comparado con el período anterior.

Las mujeres, además, tienen menores pensiones por distintos factores, como una menor remuneración promedio, menores densidades de cotización, intermitencia en los períodos de cotización o lagunas y bajos saldos acumulados, además de una expectativa de vida mayor que la de los hombres.

De hecho, según las tablas de mortalidad vigentes, en 2020 la expectativa de vida de una mujer a los 60 años es de 30,9 años, es decir, que vivirá en promedio hasta los 90,9 años.

Sin embargo, de acuerdo con el informe, el Pilar Solidario, y en particular el Aporte Previsional Solidario (APS), acota significativamente las brechas en términos de montos de pensión entre hombres y mujeres.

De las pensiones pagadas en junio de 2020 que incluyen el beneficio del APS, el componente autofinanciado -la parte de la pensión que alcanzaron con su ahorro- llegó en promedio a $89.659 en las mujeres y $139.515 en los hombres, mientras que la mediana se ubicó en $51.941 y $132.004, respectivamente.

La brecha por sexo tomando en cuenta solo este componente autofinanciado alcanzó 35,7% para el promedio y 60,7% para la mediana de los montos de pensión.

En cambio, al considerar los montos promedio de la pensión total, es decir, incluyendo el componente del APS, estas brechas caen a 15,1% en promedio, dado que las mujeres recibieron una pensión total de $199.330 y los hombres, $234.768.

La brecha de la mediana, en tanto, pasa desde el 60,7% a 21,1%, con $181.074 para las mujeres y $229.571 para los hombres.

Es decir, en este último caso, la brecha se reduce en dos tercios de lo que sería sin el componente solidario.

Las razones de la brecha original

¿Por qué las mujeres tienen menor pensión autofinanciada?

Una razón es el tiempo de cotización.

Por ejemplo, los años cotizados de los nuevos jubilados del período julio de 2019-junio de 2020 fue de 21,1 años en promedio en los hombres, con una densidad de cotizaciones de 59,1%, mientras que en el caso de las mujeres, estas registran en promedio 13,1 años cotizados, con una densidad de 44,1%.

Ahí la brecha en años cotizados entre hombres y mujeres es de 8% si se considera el promedio, en tanto que en densidad de cotizaciones es de 15 puntos porcentuales.

Lo mismo se refleja en los saldos acumulados en las cuentas de capitalización individual obligatorias: las mujeres registran a junio de 2020 un promedio de 662,57 UF acumuladas, mientras que en hombres, de 1.842,23 UF, constatándose una brecha de 64%.

Por su parte, las medianas se estimaron en 230,95 UF y 968,37 UF, respectivamente, con una brecha de 76,2%.

Fuente: El Mercurio