Presidentes de las AFP rayan la cancha ante reforma previsional
En los discursos políticos la reforma a las pensiones suele estar como prioridad. En la realidad, el proyecto de esta materia que piensa enviar el Ejecutivo al Congreso duerme a la espera de una solución en el financiamiento. Otros focos asoman en la agenda económica: la discusión del presupuesto de la nación y la modernización a la reforma tributaria.
Fuente: Pulso La TerceraPublicado el 13 de agosto de 2018.En la industria previsional hay consenso respecto de que es urgente mejorar las pensiones de los chilenos y hacer una completa reforma.
La discusión sobre este tema se ha estado fraguando por años, donde se enarbola como referente el Informe Final de la Comisión Asesora Presidencial Sobre el Sistema de Pensiones, entregado al gobierno de la expresidenta Miche-lle Bachelet en 2015. La pelota está en la cancha del Ejecutivo desde ese entonces.
Sin embargo, lo antipopular que pueda ser subir la edad de jubilación para mujeres y hombres, dadas las mayores expectativas de vida, sumado a las bajas tasas de cotizaciones con hasta ahora casi nulo aporte de los empleadores y la baja densidad de tiempo promedio que las personas ahorran obligatoriamente para sus pensiones, han generado un cóctel de descontento en la ciudadanía, que ha marchado en las calles exigiendo el fin a las AFP.
De acuerdo a un estudio publicado esta semana y que es liderado por el exministro de Hacienda y actual académico e investigador de la Escuela de Gobierno de la Universidad Católica, Rodrigo Valdés, el aumento que se propone de la tasa de cotización en cuatro puntos porcentuales (siempre y cuando su destino sea la cuenta individual), incidiría en una mejora de 40% en las pensiones en alguien joven que está iniciando su vida laboral y en 12% para las personas a quienes les falten 15 años para la edad de retiro.
El mismo estudio calcula que si a las mujeres se les sube la edad de retiro cinco años más, las pensiones subirían entre 35% y 51%, y en el caso de los hombres, por cada año que se alargue el retiro, su pensión se elevaría entre 7% y 10%.
Valdés añade que si las personas suben su porcentaje de densidades de cotización en cinco puntos en la mediana, el efecto en una mayor pensión será de 9%. Esto último podría ser más alto si es acumulativo, es decir, si las densidades o veces que las personas cotizan es aún más constante.
Otro estudio sobre pensiones que fue lanzado recientemente es el del ex presidente del Banco Central Rodrigo Vergara, y la investigadora Catalina Morales, ambos del Centro de Estudios Públicos, CEP, señala que “si no se cierran las lagunas previsionales (en particular las que se producen en el tramo etario de 45 años o menos), las otras medidas, aunque necesarias, no serán ni por lejos suficientes para solucionar el tema de las pensiones en Chile. Si solo aumentara la tasa de cotización y la edad de jubilación, quedarían grupos de la población (más del 50%) que en promedio tendrían tasas de reemplazo -pensión mensual en relación al sueldo promedio de su vida como cotizante- inferiores al 25%”.
¿En qué está el gobierno para enviar al Congreso su propuesta de reforma?
El asesor presidencial para la reforma a las pensiones, Augusto Iglesias, aseguró esta semana que “la arquitectura de la reforma está definida” y añadió que “estamos aproximándonos relativamente rápido al momento en que vamos a hacer esta propuesta”. Eso sí, planteó que aún hay cabos que resolver en cuanto a la estructura de financiamiento en las mejoras de pensiones que se tengan que hacer de inmediato.
Con todo, altas fuentes conocedoras del tema sostienen que en La Moneda aún no están convencidos del financiamiento que acarrearían todos los cambios y aseveran que el envío de la reforma al Parlamento se postergaría. Además, se suma en la agenda la pronta discusión del presupuesto de la nación y la modernización a la reforma tributaria.
Cristián Rodríguez, presidente de AFP Habitat: “Para solucionar las bajas pensiones han faltado voluntad y coraje político”
¿Le parecen suficientes los cinco puntos de aumento de aporte en las cotizaciones previsionales que se comenta que tendrá la reforma a las pensiones?
– El gran problema es que la gente no cotiza. Tienen que cotizar los trabajadores independientes, los cuenta propia. Si no se enfrenta eso, mejor que no se haga nada.
¿Le molestaría la propuesta de una entidad administradora o recaudadora independiente, distinta a las AFP?
– El problema está en que la gente no cotiza. Si la gente no cotiza, no hay pensión. Aquí no hay magia y eso no se ha querido enfrentar.
¿Ha faltado voluntad política para solucionar las bajas pensiones?
– Faltan voluntad política y coraje político para enfrentar los problemas reales y no quedar en puras cosas que dan un poquitito más de popularidad.
¿No le parece necesario que se suba la edad de jubilación?
– También es un problema que hay que enfrentar. Debiéramos tener parámetros que, de alguna manera estén ligados a las expectativas de vida. Con 67 años, tanto para mujeres como hombres, estaría más acorde al promedio de la Ocde, aunque no se trata de mover la edad de jubilación a cinco o siete años más el próximo año, porque no hay mercado laboral para eso, pero sí podemos planear alargar la edad de jubilación para quienes hoy tienen 40 años, por ejemplo, y así tendremos unos 20 años para generar mercado laboral. Esa transición gradual tiene que comenzar ya. Tanto que les gusta la gradualidad para empezar a cotizar, pongamos la gradualidad altiro para extender la edad de jubilación. Estamos pasando a ser el país en el que se pasa más tiempo estando jubilado de la Ocde.
¿Debería incluirse esta medida en la reforma?
– Sí. Con esto, sumado a que la gente empiece a cotizar, se soluciona mucho más que estar subiendo las cotizaciones o ver quién administra los fondos.
¿Cómo se les podrá compensar a corto plazo a las generaciones más jóvenes que tengan que aportar más solidaridad en el sistema de pensiones que se prevé reformar?
– Si las personas no cotizan, no pueden lograr pensiones. Aquí no hay magia.
¿Pero las compensaciones que tengan que hacerse, cómo se financiarían?
– Con impuestos generales, con gasto general. La solidaridad la tenemos que hacer entre todos los chilenos y no solo entre grupos. Y eso es a través de impuestos generales, como el IVA o a la renta.
¿El empresariado estaría más dispuesto a esto?
– Habría que tener más eficiencia en los gastos.
¿Cómo responde a las críticas de que las AFP no rentan lo suficiente?
– Las AFP han logrado rentabilidades por sobre lo esperado. En el futuro, las rentabilidades serán más bajas. El problema es que si no se tienen ahorros, no hay cómo generar rentabilidad.
¿Por qué predice que a futuro las rentabilidades serán más bajas?
– Porque la tasa de interés y los rendimientos hoy en día son más bajos que lo que teníamos hace 10 o 20 años.
¿Le preocupa que la reforma se esté posponiendo más de lo pensado?
– Lo más importante es que se haga una buena reforma, de largo plazo, que enfrente los problemas de fondo y que encuentre mecanismos para que los parámetros se puedan ir actualizando a través de un organismo técnico en vez de estar cambiando la ley cada vez que cambian las expectativas de vida. Si todo esto toma tiempo, muy bien, pues eso sería mejor que si se hiciera algo apurado y que se tuviera que volver a arreglar en un par de años.
Pedro Atria, presidente de AFP Cuprum: “La mejor forma de financiar el aumento de las jubilaciones actuales es con los impuestos generales”
¿Qué aspectos fundamentales no se pueden obviar en la reforma a las pensiones?
– Lo fundamental es mantener el objetivo central, que es mejorar las pensiones. Ese es el foco. Las variables que se deben manejar son: aumentar la tasa de cotización, ver las formas de mejorar las densidades de cotización y la rentabilidad, e incorporar ahorros adicionales por la vía voluntaria. Esos son los elementos centrales que tiene que tener la discusión.
¿Está de acuerdo con la idea de que se piense introducir a un recaudador independiente nuevo?
– Cualquier entidad adicional que ingrese con las mismas reglas del juego es bienvenida. Parte fundamental de nuestro sistema se basa en la competencia muy fuerte que existe entre las AFP.
¿Hay espacios para que las AFP puedan seguir bajando las comisiones que les cobran a los afiliados?
– Todo lo que surja producto de la sana competencia es bienvenido. Lo que sí es importante destacar es que las comisiones de las AFP en Chile ya son de las más bajas de los sistemas de pensiones del mundo, entonces hay que ver qué tan razonable es que estas sigan bajando, porque tiene ciertas consecuencias desde el punto de vista del servicio, oferta y rentabilidad que las AFP les entregan a los afiliados. El elemento en el cual focalizarse no son las comisiones, porque ya son bajas.
¿Le parece un impuesto al trabajo el aumento de la cotización por parte del empleador?
– La mejor forma de financiar el aumento de las jubilaciones actuales es por vía de los impuestos generales vía redistribución, ese es el ideal. Ahora, eso no es fácil, porque hay que ver el costo y la oportunidad, pero si creemos que las pensiones son importantes, hay que darle la prioridad. Ahora bien, el mundo político es el que tiene que encargarse de ajustar eso.
En un mundo de menores rentabilidades en los activos tradicionales, ¿le parece que los llamados alternativos sean la solución?
– Son activos que tienen beneficios, mayores rentabilidades y otros riesgos que hay que evaluar en su mérito. Hay inversiones alternativas que son muy buenas y otras malas. En el mundo de las inversiones no hay balas de plata y los alternativos vienen a ofrecer nuevos elementos de diversificación, pero con riesgos distintos, que hay que evaluarlos con mucha calma.
Gregorio Ruiz-Esquide, presidente de AFP Provida: “Las falencias derivadas del mercado del trabajo es rol del gobierno solucionarlas”
¿Qué elementos no pueden faltar en la próxima reforma?
– Me parece que lo que no puede faltar es abordar la cotización de los trabajadores independientes y aumentar la cotización para resolver el problema de las pensiones de mediano y largo plazo. Creo que esto último es la única manera de garantizar que el día de mañana no vayamos a tener problemas.
El cómo abordar las falencias derivadas del mercado del trabajo es rol del gobierno solucionarlas y confiamos que los instrumentos que se diseñen sean adecuados y que estén en la mente del Congreso para esta reforma. Los problemas que pueden venir en este ámbito podrían ser aún más importantes debido a los temas tecnológicos, y eso no lo he visto tan presente en la discusión.
¿Se requiere de mayor solidaridad para el futuro sistema de pensiones por parte de los cotizantes?
– Los elementos de solidaridad que hay en el sistema actualmente son importantes y necesarios. No conocemos en detalle la propuesta del gobierno, pero la idea de aumentar todos los elementos solidarios que ya existen e introducir otros me parece que es algo necesario y que hay que potenciar.
¿Cree que el aumento de las cotizaciones por parte de los empleadores sería un impuesto al trabajo?
– Las cotizaciones de las personas tienen que ir a sus cuentas individuales. Esa es la única manera de hacer que ellos se preocupen de que esas cotizaciones existan y que sus empleadores la hagan y que, por otro lado, que no generen un impacto en el mercado del trabajo. Una cotización que va a la cuenta de una persona, se siente parte de su propiedad, porque realmente lo es. Puede que no la pueda disfrutar en el momento, pero contribuye a una pensión para el futuro.
Por otro lado, aquellas cotizaciones o impuestos que no sean percibidos por las personas en sus cuentas individuales, ciertamente que van a producir algún impacto en el mercado del trabajo.
¿Está cómodo con la idea que ronda de que exista competencia para las AFP por parte de otro tipo de instituciones?
– Todo lo que tenga que ver con competencia, con facilitar un buen funcionamiento del mercado, es positivo. Pero tiene que ser con las mismas reglas del juego para todos y que nos concentremos en el real objetivo que se busca, que es mejorar las pensiones.
¿A qué reglas del juego se refiere específicamente?
– Que no haya conflicto de interés en la administración de los fondos de los afiliados. Eso es fundamental. Luego, a la hora de la relación que tienen las empresas con los afiliados también se tiene que cuidar que este vínculo se oriente a lo que es el objetivo fundamental: el ahorro a largo plazo de las personas y tener buenas pensiones. Si nos desvían de eso, no será bueno para el sistema. Si hay más actores que quieren venir con esos objetivos, bienvenido.
¿Se refiere a entidades que den créditos, como las cajas de compensación?
– En el caso de la previsión, que es una obligación que la ley dispone para el largo plazo, el foco es ahorrar más y no hacer otras cosas que están fuera del objetivo.
Fuente:Pulso-La Tercera
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