Los alimentos darían un respiro a los bolsillos de los consumidores en 2025, según el Banco Mundial

Un escenario de cierto alivio podrían enfrentar los bolsillos de los consumidores en el país en los próximos meses. Y la razón estaría dada por el valor de los alimentos, que este año -a tono con el previo- se ha instalado como una preocupación, en particular ante alzas por el lado de frutas y verduras, así como el pan.

De hecho, la directora de la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias del Ministerio de Agricultura (Odepa), Andrea García, señaló a Diario Financiero que, según las recientes proyecciones para el mundo del Commodity Markets Outlook elaborado por el Banco Mundial, para 2025 se proyecta una disminución de 4% en su índice de precios de alimentos.

Según recogió García del reporte, en el grupo de cereales se proyecta que los precios se reduzcan en un 5% principalmente por un esperado incremento de los suministros.

A su vez, en el índice de aceites y harinas oleaginosas que mide el Banco Mundial, los pronósticos indican una tendencia a la baja de 4%. Esto también debido a una favorable expectativa de suministro de esta temporada.

Un descenso de la misma magnitud se podría extender al índice de otros alimentos, el cual incluye azúcares, carnes y frutas.

Sin embargo, el informe advirtió que en el caso específico de la carne bovina hay una tendencia al alza, la cual contrastaría con la reducción prevista pero la correspondiente a ave.

El azúcar también podría resaltar entre las reducciones de precios.

En lo que respecta al índice de bebestibles, se espera que retroceda un 9% en 2025.

Los riesgos

El documento del Banco Mundial identificó adicionalmente posibles factores que podrían influir en un alza o caída de los precios de los alimentos.

El reporte aseguró que los riesgos para las previsiones de valores de los productos básicos agrícolas y de los alimentos están "ampliamente equilibrados".

En el caso de los riesgos al alza, estos incluyen fenómenos meteorológicos extremos, en particular olas de calor; cambios políticos que favorezcan mandatos de mezclas más elevadas para los biocombustibles; y un aumento de las tensiones geopolíticas que podría empujar al alza los precios de la energía, incrementando los costos de los insumos.

En la otra vereda, si se llegan a registrar en 2025 precios del crudo inferiores a los previstos y un fuerte fenómeno de La Niña que impulse las cosechas, los precios de alimentos y productos agrícolas podrían ser aún menores.

En Chile, la división de alimentos y bebidas no alcohólicas que incluye el Índice de Precios al Consumidor (IPC) acumuló a noviembre un alza de 4,4% respecto a diciembre del año anterior, según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE). Un nivel que implica cierta moderación respecto a lo visto en años previos. En tanto, la Canasta Básica de Alimentos (CBA) que informa el Ministerio de Desarrollo Social y Familia muestra un aumento de 2,5% en el año.

Fuente: DF