Comunidad Mujer: derecho a Sala Cuna sigue obstaculizando incorporación femenina al trabajo
Actualmente las empresas que otorgan el servicio de Sala Cuna gastan al año US$131 millones. La entidad propone otro modelo de financiamiento, tripartito, que elevaría los costos a US$291 millones si se extiende a todos los padres trabajadores formales.
Fuente: PulsoPublicado el 08 de marzo de 2016.Hoy se celebra el Día Internacional de la Mujer y por lo mismo se promueve la reflexión acerca de cómo el país ha avanzado en la igualdad de derechos.
No obstante, hay cifras que aún empañan esta celebración. Así lo evidencia un estudio de Comunidad Mujer, que enfatiza la brecha de participación laboral de las mujeres que entre 15 y 65 años llega a un 52,1%, versus el 77% de los hombres.
Esta cifra es baja si se compara con el promedio de la OCDE, que en el caso de las mujeres registra 62,8%, y también se ubica bajo el promedio de Latinoamérica de un 54,4%.
El mismo informe explica que según datos de la encuesta Casen de 2013, un 50,3% de las mujeres inactivas (1 millón 493 mil mujeres) no trabaja en forma remunerada por motivos domésticos, en especial el cuidado de los hijos.
Paula Poblete, directora de estudios de Comunidad Mujer, explica esta diferencia con otros países: "Casi todos cuentan con legislaciones que permiten conciliar empleo y cuidado infantil, como parte del Derecho al Trabajo, con diversidad de modelos. Sólo con Brasil y Argentina compartimos la exigencia de salas cuna a partir de cierto número de trabajadoras. En México, la sala cuna es una prestación social de las y los trabajadores, cuyo financiamiento se realiza por medio de una cotización de todos los empleadores".
Poblete añade que muchas veces los bajos salarios "no generan los incentivos suficientes para que valga la pena salir a trabajar, porque ello tiene costos: dejar la casa sola, dejar los hijos al cuidado de otros, realizar labores domésticas en menor tiempo o sumar esta carga a la laboral, entre otros".
Por lo mismo, la Ley que otorga el derecho de Sala a Cuna fue tan importante, sin embargo, actualmente estaría teniendo un efecto negativo en las mujeres trabajadoras, sostiene el informe.
La Ley, que está regulada en el artículo 203 del Código del Trabajo, obliga a las empresas que tengan sobre 20 trabajadoras de cualquier edad o estado civil, a tener salas anexas e independientes del local de trabajo donde las mujeres puedan dar alimento a sus hijos menores de dos años, y dejarlos mientras cumplen su jornada. Esta medida se estaría convirtiendo en una traba para que la mujer se incorpore adecuadamente al mercado laboral.
Según la Encuesta Laboral 2014 (ENCLA), sólo un 11,7% de las empresas cuenta con 20 o más trabajadoras. De estas empresas, en un 69,5% hay trabajadoras con hijos/as menores de 2 años.
De acuerdo al estudio de Comunidad Mujer, un 76,5% de las trabajadoras con hijos menores de 2 años cumple funciones en empresas que tienen 20 o más personas. De este total, un 47,6% utiliza la sala cuna en alguna modalidad. Sin embargo, sólo un 75% de las empresas que deben prestar este servicio, realmente lo presta.
La principal razón de las empresas para no cumplir con esta obligación es que "las mujeres no lo requieren o encuentran otras soluciones" en un 58,5% de los casos.
Para Comunidad Mujer, esta normativa es discriminatoria con los niños y niñas, pues su acceso a la sala cuna depende de si su madre trabaja o no "junto a otras 19 mujeres". Argumentan que la última ENCLA reveló que un 23,5% de las madres con hijos no trabajan en empresas con 20 o más trabajadoras. También, quedan fuera de esta norma todos los padres trabajadores que tienen hijos menores de 2 años, que según la última ENCLA, llegaban a 108 mil.
Otra de las razones, según la entidad, es que la normativa se ha transformado en una barrera de acceso al mercado laboral, lo que se traduce en un mayor desempleo. Según el estudio, un gran número de empresas decide no contratar más de 20 mujeres. "Eso se demuestra en la ENCLA 2014, donde un 78,4% de las compañías encuestadas ocupa menos de 20 trabajadoras, y un 9,9% no tiene a mujeres dentro de sus empleados. La normativa también sería causal de la brecha salarial que existe a lo largo de toda la distribución de ingresos, pues serían las mujeres quienes finalmente financian el servicio a través de menores salarios", indica el informe de Comunidad Mujer.
La normativa actual, señala el texto, también "refuerza paradigmas obsoletos, pues se sigue señalando a las mujeres como únicas responsables del cuidado de los hijos, desconociendo el rol de los padres".
Otro modelo
Por todas estas razones, es que Comunidad Mujer expresa la necesidad de modificar la normativa, extendiendo el beneficio de sala cuna tanto a padres como a mujeres trabajadoras y que su costo se reparta entre el Estado, empleadores y los trabajadores.
Actualmente el beneficio implica que las empresas gastan en total aproximadamente US$131 millones, o un promedio, según ENCLA 2011, de $123 mil por trabajadora.
Si se amplía el beneficio también a los hombres, se elevaría el gasto anual casi al doble, pues llegaría a US$291 millones, considerando que el promedio Junji por sala cuna era de $201 mil.
Y si se esperara alcanzar una tasa de asistencia a sala cuna similar al promedio de la OCDE, de 33% (Chile tiene 18,4%), el gasto se podría triplicar a US$396 millones.
Si ello se extendiera a todos los trabajadores, independiente del número de empleados de la empresa, los costos anuales alcanzarían los US$459 millones.
El fondo solidario o tripartito propuesto por Comunidad Mujer, se financiaría con un aporte de 0,06% del salario de todos los trabajadores dependientes, mientras que empleadores y Estado aportarían el 0,25% de la plantilla anual de sueldos.
Fuente: Pulso
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