Exención de la cotización de salud

Uno de los anuncios realizados el 21 de mayo, fue la exención de la cotización de salud para los pensionados mayores de 65 años, que en la actualidad pagan el cinco por ciento de sus ingresos para este fin.

Hay que recordar que la Ley 20.531 del año 2011 eximió total o parcialmente a un grupo de pensionados de la obligación de pagar la cotización de salud. Los beneficiados por la medida antes mencionada correspondían a aquellos que cumpliendo los requisitos de edad y residencia (65 y 20 años, respectivamente), estuviesen identificados como pertenecientes al 80% más pobre del país, y recibieran pensión del sistema de capitalización individual, del seguro social de accidentes del trabajo, o de exonerado político. Los pensionados del sistema solidario quedaron totalmente exentos del pago de la cotización, mientras que el resto accedió a un descuento del 2%, disminuyéndose en consecuencia del 7% al 5%.

A pesar de que esta norma implicó un paso importante, miles de pensionados seguían aspirando a la eliminación total de esta cotización, por lo que este anuncio es percibido como la concreción de un anhelo latamente esperado.

Ahora, si bien este es un paso positivo, habrá que estar atentos a la forma en que se materialice este anuncio, ya que en la anterior discusión legislativa se manifestaron preocupaciones por el uso de los mecanismos de focalización, así como por la posibilidad que los beneficiarios cercanos al umbral de corte quedaran en un permanente proceso de entrada y salida del beneficio, producto de los vaivenes de su situación económica.

Finalmente, cabe una reflexión sobre el enfoque de esta política, que si bien incide en el sistema de salud está creada para beneficiar al sistema de pensiones incrementando el monto líquido de las mismas. Resultaría quizá oportuno aprovechar también la ocasión para impactar en la salud misma de los pensionados, condicionando el otorgamiento del beneficio a la realización anual de los exámenes preventivos de salud, prestación sanitaria gratuita e infrautilizada, que permitiría una detección temprana y más eficiente de las enfermedades en los adultos mayores, con los consiguientes beneficios en la salud de éstos.

Fuente: Pulso