Inactivos: ¿Fuera del mercado por opción o por obligación?

Cuestión de metodología, desánimo por el ciclo económico o incluso la posibilidad de un cuestionario que complica la interpretación de las respuestas obtenidas. Las explicaciones pueden ser varias, pero la conclusión es una: el mercado laboral chileno está acusando recibo de la desaceleración y prueba de eso es que en el trimestre móvil marzo-mayo 2015 la tasa de desempleo llegó a 6,6%, aumentando por primera vez en igual período después de cinco años. También el hecho de que la economía está perdiendo capacidad de crear empleo, ya que con una tasa de ocupación de 55,8% en ese mismo trimestre fue la más baja respecto de su símil del año 2010 y, a su vez, el quinto retroceso mensual consecutivo.

La anterior grafica lo que ocurre con quienes están en el mercado, pero no lo que pasa con quienes, por voluntad propia o por razones externas, están fuera de él. Aun cuando tienen edad para el campo laboral -y la mayoría, también las capacidades-, el denominado grupo de trabajadores inactivos también ha ido en aumento y, según el último dato oficial: en marzo-mayo de este año ya sumaban 5.759.901 personas, lo más alto para igual registro desde 2010 y un 1,77% mayor que 12 meses atrás. Según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), en un año 100.143 nuevas personas se declararon como inactivas, un 1,24% más que a igual fecha de 2014, y cifras más o menos, algo ya se había visto en el trimestre anterior, de febrero-abril de 2015 (ver infografía).

Pero ¿qué hay detrás de eso y por qué la gente no está buscando opciones labores en un mal año para los ingresos familiares? El INE explica el incremento de los inactivos en los dos primeros trimestres móviles de 2015 por dos factores. El primero, como un problema estacional y un traslado entre personas que argumentaron razones de estudios y aquellas que no desean trabajar. El segundo, de tipo metodológico, afirmando que las categorías con prevalencia menor a 10% de los inactivos son declaradas como sujetas a alta variabilidad muestral y error de estimación.

La respuesta, sin embargo, es cuestionada en un nuevo informe de Clapes UC, que plantea que la argumentación del organismo estadístico no es satisfactoria y requiere de un mayor análisis técnico. "En sus últimos boletines de empleo, de los trimestres móviles de febrero-abril 2015 y marzo-mayo de 2015, el INE ofreció dos explicaciones para dichas variaciones inusuales en dos categorías específicas de trabajadores inactivos y especialmente en las de personas que no quieren o no necesitan trabajar y aquellos que declaran razones de estudio… Desde un punto de vista técnico, ambas requieren mayor análisis", cita la entidad.

La estacionalidad

Bajo el título "Desempleo e inactividad en Chile: nuevos aportes al debate técnico", con fecha 24 de julio, el documento plantea que si bien es cierto que el alza de los trabajadores fuera del mercado no es el mayor desde el trimestre enero-marzo 2011, "el hecho es que las variaciones de inactivos del último tiempo están gobernadas por cambios inusuales no vistos antes en categorías específicas, especialmente en personas que no quieren o no necesitan trabajar y, en menor medida, en aquellos que declaran razones de estudio".

El análisis de Clapes aclara que si se considera que en el trimestre octubre-diciembre 2014 la categoría sin deseos de trabajar sumaba 422.469 personas, en el trimestre diciembre 2014-febrero 2015 llegó a un peak de 757.630 personas y luego se moderó a 343.263 personas en marzo-mayo de este año, la temporalidad argumentada por el organismo estadístico es relativa. "Del análisis de los datos es claro que esta evolución va mucho más allá del patrón estacional observado en años previos", apunta.

Agrega que la tasa de crecimiento anual de quienes no desean trabajar saltó en apenas un trimestre calendario desde 18,6% en octubre-diciembre 2014, a un 60,1% en enero-marzo 2015 y luego se moderó "drásticamente" a 8,2% en marzo-mayo últimos. "Estos movimientos no pueden ser calificados de otra forma que de inusuales, ya que, como se aprecia, no existen variaciones anuales de magnitud similar en ningún otro período desde el trimestre enero-marzo de 2011", cita.

Agrega que algo similar ocurre con los inactivos que arguyen razones de estudio, pero esto va en la dirección contraria. Esta categoría pasó de 1.628.023 en octubre-diciembre de 2014 a un total de 1.242.433 en diciembre 2014-febrero 2015, para luego alcanzar a 1.663.124 en marzo-mayo del año en curso. "Nuevamente, resulta claro que esta evolución va mucho más allá del patrón estacional observado en años previos. Esto llevó a movimientos inusuales en la tasa de crecimiento de personas inactivas por razones de estudio, mostrando variaciones de magnitud nunca antes vistas desde el trimestre enero-marzo 2011", enfatiza el trabajo de Clapes.

"La primera de las explicaciones, esto es, el argumento estacional, no es satisfactoria, ya que al eliminar la estacionalidad mediante la tasa de crecimiento anual (12 meses), que compara el trimestre móvil con el mismo período del año anterior, se observan variaciones abruptas, de gran magnitud y no observadas antes", advierte el informe.

Metodología y posible error

De acuerdo al estudio de Clapes UC, siguiendo el argumento entregado por el INE relativo a que las categorías con una incidencia de menos de 10% de los inactivos son consideradas de alta variabilidad muestral y error de estimación, eso significaría que seis de las 11 mediciones contempladas por el instituto en su evaluación serían poco confiables estadísticamente hablando.

"La segunda explicación ofrecida fue que seis de las 11 categorías de inactividad están sujetas a 'alta variabilidad muestral y error de estimación, debido a su baja prevalencia en el total de inactivos (inferior al 10%)'. Estas seis categorías, a las cuales se identificó con doble asterisco, fueron: iniciadores, razones personales temporales, sin deseos de trabajar, razones estacionales, razones de desaliento y otras razones", precisa.

Lo anterior, complementa el texto, también implicaría que esas categorías sean poco precisas desde el punto de vista estadístico, lo que pone en duda su validez para fines analíticos. Pero la entidad refuta esta tesis, señalando que "estadísticamente, la precisión de la serie guarda una relación inversa con el error muestral. Cuando menos sea éste, mayor es la precisión de la serie".

Sin embargo, añade, la prevalencia -es decir, cuántos de todos los inactivos corresponden a algunas de estas categorías- "no es una medida de error muestral, sino que corresponde a la estimación de la media de la participación de cada categoría de inactivos. Desde ese punto de vista, no debería ser relevante para determinar la precisión de la serie".

De acuerdo a los datos de Clapes, la categoría sin deseos de trabajar tuvo la incidencia más importante en el aumento anual del total de inactivos en el trimestre febrero-abril de 2015 y en los tres trimestres móviles previos. El crecimiento de las personas fuera del mercado en febrero-abril de este año fue de 2,7% y la categoría sin deseos de trabajar explicó 2,3 puntos.

Propuesta de mejoras

En opinión del informe del centro de investigación, el aumento inusual de ciertas categorías de inactivos se volvió más relevante en un contexto en que, pese a la desaceleración económica, la tasa de desempleo se mantuvo estable, a niveles de igual período un año atrás. Pero si bien esto se combinó con una fuerte moderación de los inactivos con deseos de trabajar en el trimestre marzo-mayo 2015 y, paradójicamente, un impacto relevante sobre el crecimiento total de inactivos (cayó 2,7% en febrero-abril 2015 y luego subió 1,8% en marzo-mayo 2015), en el período hubo un fuerte aumento de la fuerza de trabajo (que pasó de 0,9% a 1,5% en el mismo lapso), además del alza en el desempleo.

Clapes plantea que el conjunto de datos indica que "la tasa de desempleo como única medida de la salud del mercado laboral es insuficiente" y que, entonces, "resulta altamente relevante volver la mirada a determinados grupos de inactividad, en especial a aquellas personas 'marginalmente vinculadas a la fuerza laboral'". Es decir, a quienes si bien no buscaron empleo en las últimas cuatro semanas, sí tienen motivaciones que sustentan o indican una relación con el mercado laboral y, por tanto, conceptualmente podrían considerarse parte de la fuerza de trabajo. En este grupo en particular son importantes quienes se declaran disponibles para iniciar un empleo de inmediato, pero no lo concretan, porque (a) iniciarán pronto una actividad por cuenta propia; (b) encontró un empleo que comenzará pronto, y (c) espera resultados de un proceso de selección laboral.

Los dos primeros grupos se denominan iniciadores disponibles y Clapes explica que para efectos de "armonización estadística con la Ocde", se deberían agregar para el cálculo de la tasa de desempleo, como ha dicho incluso el INE. La tercera razón, añade, es interés por la coyuntura. "Al imponer la restricción de que la búsqueda haya sido realizada en cuatro semanas o menos quedaron calificados como inactivos. Sin embargo, existen procesos de selección largos que pueden durar más de cuatro semanas", concluye.

Fuente: La Tercera