Mineduc para la vuelta a clases: distanciamiento “en la medida de lo posible” y aislamiento de casos sospechosos en área especial
A contar de marzo se elimina el aforo y la presencialidad, que será obligatoria, solo se suspenderá en un curso cuando tres estudiantes den positivo para Covid-19. Para que un colegio cierre tendrán que darse al menos nueve contagios en tres niveles distintos. Los recintos, además, deberán habilitar una sala para poner en cuarentena a alumnos o trabajadores que manifiesten síntomas.
Fuente: La TerceraPublicado el 18 de febrero de 2022.A dos semanas del inicio de un nuevo año escolar, el Ministerio de Educación publicó el "Protocolo de medidas sanitarias y vigilancia epidemiológica para establecimientos educacionales", donde se reitera que las clases presenciales serán obligatorias y se detallan los planes de acción frente a casos de Covid-19.
"Los protocolos han sido trabajados en conjunto con el Minsal, basados en la experiencia nacional e internacional, pensando principalmente en el bienestar de nuestros niños, niñas y jóvenes, y sumado a que más del 85% de los mayores de seis años ya han terminado su esquema de vacunación y los niños entre tres y cinco años están avanzando en eso", señala Jorge Poblete, ministro (S) de Educación.
El texto especifica que los colegios deben ofrecer "actividades y clases presenciales en todas las fases del plan Paso a Paso", y confirma que se retoma la jornada escolar completa.
En cuanto a la organización de los estudiantes, "se elimina la restricción de aforos en todos los espacios dentro de los establecimientos educacionales, propiciando el distanciamiento en las actividades cotidianas en la medida de lo posible".
Eso sí, la normativa hace énfasis en la mantención de algunas medidas de prevención de contagios, como el mantener "al menos" una ventana o puerta abierta, el uso obligatorio de mascarilla entre los mayores de cinco años, lavado de manos y la eliminación de saludos con contacto físico.
En caso de presentarse estudiantes contagiados con Covid-19, el protocolo dispone una serie de indicaciones de seguridad sanitaria y se regula un piso mínimo de ocurrencia de casos para desencadenar una alerta.
En ese contexto, ante la aparición de un caso confirmado dentro de un curso, se procederá al aislamiento del alumno y a la cuarentena de su entorno inmediato, cuando estos se ubiquen a menos de un metro de distancia. El resto de los compañeros serán calificados "personas en alerta de Covid-19″ y podrán seguir asistiendo a clases presenciales.
Solo cuando se registren tres casos en un mismo curso, el total de los estudiantes de dicha sala deberá pasar a cuarentena y se requerirá informar a la Seremi de Salud.
Además, se considerará la existencia de un brote solo "si en un establecimiento hay tres o más casos confirmados o probables en tres o más cursos en un lapso de 14 días" (ver tabla).
En esa línea y acorde al protocolo, el Departamento de Epidemiología del Ministerio de Salud mantendrá un monitoreo diario de las comunidades educacionales a través de Epivigila y los datos que se crucen con el Ministerio de Educación. ¿Qué se busca con esto? "Pesquisar oportunamente la presencia de casos confirmados o probables y eventuales brotes de Covid". Esto, explica el texto, permitirá generar alertas tempranas para la toma de medidas.
El documento también aclara que "los protocolos de seguimientos de casos se activarán cuando exista al menos un caso confirmado o probable en cada establecimiento y la alerta temprana permitirá pesquisar un curso con tres o más estudiantes confirmados o probables en un lapso de 14 días".
A su vez, todo funcionario que sea un caso confirmado o probable deberá cumplir con aislamiento por el tiempo que establezca la definición vigente. Asimismo, cuando se presenten dos o más trabajadores confirmados o probables, se estará frente a un brote laboral. Y en este escenario, los estudiantes de los cursos donde hubieren hecho clases esos docentes pasarán a ser calificados como personas en alerta de Covid-19, por lo que podrán continuar normalmente con sus clases.
No es lo único. La regulación también deja establecido qué ocurre si un estudiante comienza con síntomas estando dentro del colegio: deberá aislarse en una sala o espacio especialmente dispuesto para esto mientras se gestiona su salida del recinto. Esta situación también corre para los funcionarios, quienes deberán aislarse en ese mismo espacio habilitado, o bien, retirarse del establecimiento.
La mirada del mundo educativo
El protocolo generó reacciones entre diversos actores del sector. Pedro Díaz, presidente de la Federación de Instituciones de Educación Particular (Fide), planteó que "estamos sin matices apoyando la presencialidad y al leer este nuevo protocolo, adecuado a las circunstancias, creemos que son las medidas correctas y las apoyamos, porque sobre todo consideramos el bien superior de los estudiantes".
El también rector del Instituto Alonso de Ercilla justifica así su mirada: "El 2021 nos enseñó que si en los colegios se toman todas las medidas preventivas para evitar contagios y de actuación cuando ocurre alguno, de todas maneras vale el esfuerzo la presencialidad".
Una mirada muy distinta entregó Mario Aguilera, presidente del Colegio de Profesores de la Región Metropolitana, quien asegura que como gremio los deja "muy preocupados el nuevo protocolo", toda vez que miran como "grave" que se esté considerando "como que el país estuviera en normalidad". Por eso, añade, "nos parecen muy irresponsables ciertos aspectos".
¿Cuáles son ellos? La eliminación de aforos, por una parte, pues Aguilera dice que "pretender meter 45 alumnos en una sala de clases, como ocurre en muchísimos colegios del país, nos parece extremadamente irresponsable". Además, no está de acuerdo con retomar la jornada escolar completa, porque "para tener los aforos que se establecen internacionalmente, la única posibilidad es distribuir a los estudiantes entre mañana y tarde".
Así, asegura que van a "exigir una revisión" y espera que el nuevo gobierno así lo considere, "porque es muy irresponsable lo que están haciendo".
En tanto, Borja Besa, investigador legislativo de Acción Educar, centro de estudios chileno sobre educación, señala que el protocolo va en la línea correcta, toda vez que "es imperante terminar con los gallitos políticos y poner el interés de los niños en primer lugar, los cuales ya han pagado un altísimo costo estos dos años de pandemia". Por eso, añade, "es fundamental que vuelvan a sus lugares seguros de aprendizaje, con sus compañeros y profesores, para así garantizar su tan preciado derecho a la educación".
Desde la Coordinadora de Colegios Particulares Subvencionados (CCPS), su presidente, Luis Cañas, asevera que "la experiencia que hemos tenido estos últimos dos años ha dejado de manifiesto la importancia de que los alumnos vivan el día a día al interior de sus comunidades educativas" y que "todo el personal está vacunado y con sus dosis al día, al igual que la mayoría de los niños".
También entró al debate la Federación Nacional de Asociaciones de Enfermeras y Enfermeros de Chile (Fenasen). La entidad emitió una declaración pública en relación a la obligatoriedad del retorno a clases, donde expusieron que si bien entienden que la presencialidad es irreemplazable, les preocupa que esta "genere mayor movimiento de personas y con ello un potencial aumento de contagios".
Y agregan: "Es necesario recordar que si hoy contamos con cifras positivas en la población menor de 18 años, es justamente porque no está asistiendo a clases". A su vez, proponen que se replantee la obligatoriedad y que el retorno se haga de forma escalonada, sin jornada escolar completa, proveer a todas las comunidades elementos de protección de alto rendimiento e instalar medidores de partículas en salas y espacios comunes, entre otras medidas.
Mientras, el ministro (S) Poblete es tajante: "Los establecimientos han demostrado ser un lugar seguro y pensando en el bienestar integral de los niños, es fundamental que puedan recuperar la experiencia presencial en sus escuelas".
Fuente: La Tercera