Ciedess en El Mercurio Domingo: Hipotecarios más caros y a plazos más cortos, y menor inversión en infraestructura: los otros impactos del (eventual) fin del sistema de ahorro previsional
Cerca de US$ 8.000 millones se colocan en créditos hipotecarios cada año en nuestro país, una parte de ellos financiados por los fondos de pensiones, y más del 70% de todas las obras de infraestructura ha sido costeado también por las AFP. Expertos advierten que debilitar el mercado de capitales favorecería la concentración del poder económico y de la riqueza.
Fuente: El MercurioPublicado el 17 de octubre de 2021.Se convirtió en uno de los temas económicos más relevantes del debate político y está incluido en todos los programas de gobierno de los candidatos que aspiran a llegar a La Moneda.
Fin de las AFP, fórmulas mixtas para la administración de los fondos previsionales, sistema de reparto, fondo colectivo, creación de una AFP estatal.
Las propuestas sobre la mesa son amplias, aunque todos los abanderados se han comprometido, sí o sí, a modificar el actual esquema.
Para los expertos, el destino de los fondos ahorrados en las administradoras y la gestión de los flujos futuros son un tema que preocupa.
Para Guillermo Tagle, presidente de Credicorp Capital Chile, el país ha evidenciado grandes avances en los últimos 30 años, producto de que existe una base de ahorro de largo plazo proveniente de los fondos previsionales, recursos que se invierten en diversos sectores y áreas.
Rodrigo Gutiérrez, gerente general de la consultora Ciedess, complementa.
"Este ahorro se convierte en el motor de inversión con implicancias tan relevantes como la creación de empleos formales, el acceso a financiamiento, el desarrollo de empresas, el aumento en la productividad, el incremento de los salarios, la mayor inversión público/privada y el desarrollo del mercado de capitales".
¿Qué se ha financiado gracias al sistema de ahorro previsional y estaría en riesgo si cambia el esquema?
Uno de los principales es el acceso a la vivienda, a través de los créditos hipotecarios.
"Chile tiene los créditos hipotecarios más convenientes de Latinoamérica, con la menor tasa de interés y el plazo más largo, derivado de la existencia del sistema de AFP", apunta Tagle.
Menciona que del orden de US$ 8.000 millones se colocan en créditos hipotecarios cada año en nuestro país, una parte de ellos financiados por los fondos de pensiones.
"Los bancos prestan plata a 20 o 30 años, porque tienen que invertir la plata que las AFP invierten en bonos, principalmente.
Por esa vía entra la plata al sistema financiero y luego el mismo sistema financiero la presta a las personas a largo plazo", explica.
Por lo mismo, advierte que si se termina ese stock de ahorro o se reduce, "habrá un impacto negativo en la capacidad de acceso a la vivienda, que será más cara y restrictiva".
La inversión en infraestructura es otra área que ha crecido y desarrollado de la mano de los fondos previsionales.
"Aeropuertos, carreteras, autopistas, puentes, toda la red de agua potable y tratamiento de aguas servidas...
Más del 70% de todas las obras de infraestructura ha sido financiado por las AFP", resalta Tagle.
Explica que si bien las obras son concesionadas a empresas privadas, esas compañías financian las inversiones con bonos que emiten y que a su vez son comprados por las AFP y las compañías de seguro.
"Sin ese ahorro previsional, muchas obras de infraestructura no podrían ejecutarse", alerta.
Menos financiamiento para empresas y Estado
Parte de la deuda que tiene el Estado es con el mundo privado, pues las AFP compran bonos de empresas públicas y de la Tesorería; lo mismo ocurre con las empresas privadas, donde las AFP compran acciones y bonos que emiten esas corporaciones.
"Sin esos recursos que invierten las administradoras de pensiones, el Estado y las empresas tendrían que buscar otras fuentes de financiamiento, acudir a los mercados financieros internacionales, lo que genera más incertidumbre, que es más caro y depende también del riesgo país", señala Bettina Horst, directora ejecutiva de LyD, quien es categórica en asegurar que una caída del stock de ahorro "aumentará la tasa de interés, las empresas tendrán menos acceso a capital y las personas peores condiciones para endeudarse".
Coincide el exsuperintendente de Pensiones Alejandro Ferreiro, y destaca que las AFP han contribuido de manera sustancial al desarrollo del mercado de capitales chileno.
"Un buen sistema financiero y un buen mercado de capitales es el aparato circulatorio de la economía.
Es como el oxígeno, uno no lo nota hasta que lo empieza a perder.
Ojalá que los cambios que vengan no subestimen la importancia que para el país tiene un mercado financiero y de capitales robusto y potente", asevera.
Matías Repetto, gerente general de BTG Pactual Corredores de Bolsa, advierte que "debilitar el mercado de capitales favorece la concentración del poder económico y de la riqueza.
Nuestro mercado financiero es pequeño a escala global, pero es relevante en la región (tercero después de Brasil y México).
Debilitarlo nos deja más expuestos a los flujos y turbulencias externas.
La crisis financiera del 2008 tuvo un impacto reducido en términos relativos gracias al alto ahorro del país, concentrado en las AFP y compañías de seguros".
Según datos de la Superintendencia de Pensiones, al 31 de agosto el stock acumulado en los fondos de pensiones supera los US$ 183 mil millones, equivalente a un 65,7% del PIB del país.
El 47,3% de la cartera de inversión de las administradoras está invertido en Chile.
Un estudio de 2003, de los economistas Vittorio Corbo y Klaus Schmidt-Hebbel, midió por primera vez el impacto de la reforma de pensiones de 1981, sobre el crecimiento de la economía chilena.
El análisis concluyó que el sistema previsional aportó un 47% del mayor ahorro nacional registrado entre 1981 y 2001.
Además, el reporte constató que contribuyó en un 57% al mayor crecimiento que experimentó la inversión desde la instauración del sistema de AFP, mientras que en materia de crecimiento el informe dio cuenta de que el esquema de pensiones vigente aportó 0,5 puntos porcentuales a la tasa promedio anual de crecimiento del PIB en ese lapso, es decir, un 10% en el período.
Rosario Celedón, exvicepresidenta de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), enfatiza otro efecto positivo del sistema previsional chileno.
"Es importante destacar el rol y participación activa que han cumplido las AFP como inversionistas institucionales en mejorar y promover buenas prácticas de gobierno corporativo en las empresas en que invierten, impulsando mejoras en la calidad de la información pública disponible, mayor transparencia en operaciones con partes relacionadas, mejorando el funcionamiento de los directorios a través de la incorporación de directores independientes y contribuyendo a la protección de los inversionistas minoritarios en general", subraya.
Menciona que hay muchos casos emblemáticos en que el monitoreo directo y la intervención de las AFP en el ejercicio de sus derechos como accionistas minoritarios o tenedores de bonos ha permitido cautelar en forma decidida los intereses de sus afiliados, como el caso Chispas, Telefónica, Fasa, Cascadas y Enersis, "lo que ha redundado en beneficio de otros inversionistas minoritarios y del mercado de capitales en general", acota.
Depende por qué se reemplace
Para dimensionar el impacto y los alcances que tendría el término total del modelo actual de pensiones, es importante saber por qué sistema se reemplazaría, plantea Ferreiro.
"Es muy diferente si se mantiene un sistema de ahorro, aunque sea colectivo, pero con subcontratación a gestores privados, o si derechamente se cambia por un sistema de reparto, que es el que menos contribuye al crecimiento económico del país", expone.
En BTG Pactual también creen que "si un eventual nuevo sistema mantiene a las AFP con su stock de ahorro actual y como alternativa voluntaria de ahorro previsional, se crea un nuevo fondo de pensiones estatal, y además mantiene o aumenta el flujo del ahorro, el resultado podría ser positivo.
Habría más actores y el ahorro se mantiene o aumenta".
En el caso de que se obligue a las personas a salirse de las AFP, Ferreiro advierte que "derechamente se acaban los fondos administrados por las AFP, y esa fuente de ahorro interno desaparece.
Y con ello, eventualmente, también desaparecería todo o parte del financiamiento local para proyectos de inversión a largo plazo".
Una distinción fundamental, menciona el exsuperintendente, es si el actual esquema se cambia por un sistema de reparto -donde las cotizaciones no serán invertidas, sino que financiarán el pago de las pensiones- o por uno de ahorro individual o colectivo, donde haya gestión profesional de recursos.
"En este último caso no sería una AFP que compita en el sector privado cobrando comisiones, sino que puede ser un ente público, que igualmente tendría que administrar las platas o subcontratar la gestión, con lo cual se puede conservar alguna fórmula de ahorro con gestión profesional de los recursos, y en la medida que esa combinación se mantenga -ahorro con gestión profesional de recursos- uno debiera esperar que el efecto sobre el mercado de capitales sea menor, porque se podría mantener un cierto flujo relevante de recursos hacia el mercado de capitales local".
Aunque en ese último caso, añade, también dependerá de la lógica con que se inviertan los fondos.
"Clave será cuánto interviene la política en la gestión de las inversiones, y cuánto se preserva una lógica de administración profesional de fondos que busque, fundamentalmente, la rentabilidad y la seguridad de las inversiones", puntualiza.
Bettina Horst complementa.
"Si hay una administradora pública o estatal, la duda que surge es cuál será el objetivo principal de esas inversiones.
Hoy, la lógica de las administradoras es tratar de obtener el máximo retorno posible.
Si el día de mañana el criterio es privilegiar el impacto social, en ciertas áreas que no son rentables, se correrá el riesgo de no poder financiar proyectos que sí generen valor y aporten más al crecimiento y desarrollo económico del país, como, por ejemplo, las plantas desalinizadoras", expresa.
Tampoco es tan aconsejable, indica Ferreiro, pasar a un sistema centralizado o estatal de asignación de las platas, "donde haya un solo gestor de grandes recursos, porque va a tener un monopolio financiero, y es una tentación política muy grande.
La ley debería forzar a una diversificación de la gestión de los fondos".
En la Asociación de Administradores de Fondos de Inversión (Acafi) comparten esa inquietud.
"Entregar la administración de los fondos de pensiones a un ente estatal, además de restarle competencia al sistema, significaría un riesgo (...) Los recursos no se invertirían de acuerdo al mejor interés de los afiliados ni seguirían las mejores prácticas internacionales de administración de recursos de terceros, lo cual significaría menor rentabilidad futura", puntualiza Luis Alberto Letelier, presidente de Acafi.
Además, precisa, "se generaría un impacto profundo en nuestro mercado de capitales, afectando el financiamiento de múltiples proyectos, emprendimientos, pymes y empresas".
La necesaria reforma estructural
Para la economista e integrante del Consejo Fiscal Autónomo Paula Benavides, los efectos serán positivos en muchas dimensiones si se materializa una reforma de pensiones estructural.
"Hay que diseñar un sistema de seguridad social eficiente, sostenible, con solidaridad, bajos costos y legitimidad, e implementarlo en lugar de la actual competencia por administrar ahorro previsional en el mercado de AFP", señala.
Plantea que "este esquema público podría ser mixto, con un fondo solidario de ahorro colectivo robusto, como componente principal, y uno de contribución definida, pero con una estructura más eficiente que la actual, sin AFP.
Esto permitiría mayor resiliencia, facilitaría la transición y daría mayor certeza a las personas".
Para la economista, avanzar en esos cambios estructurales con estabilidad, aumentando el ahorro previsional e incentivando la cotización, "generaría, además, efectos económicos positivos y un círculo virtuoso respecto del sistema".
A su turno, el director del Centro de Encuestas y Estudios Longitudinales de la Universidad Católica, David Bravo, enfatiza que lo clave de la sostenibilidad del sistema es el ahorro y la capitalización de largo plazo, sea individual o colectiva.
"Hay que aclarar bien en las propuestas cómo se producirá ese ahorro futuro, sobre qué base, con qué instrumentos, quién administrará los fondos", apunta.
Pero, enfatiza, esa es una preocupación de segundo orden, comparado con la coyuntura que es más inquietante.
"Me preocupa la inconsistencia de los discursos respecto de la reforma, pues al mismo tiempo vemos una antirreforma con los retiros (...) El Banco Central ha dejado clarísimo el impacto adverso en el mercado de capitales que ha tenido y tendrá la política antiahorro que implican los retiros de fondos".
El stock acumulado en los fondos de pensiones supera los US$ 183 mil millones, equivalente a un 65,7% del PIB del país.
David Bravo , director del Centro de Encuestas y Estudios Longitudinales UC.
Rosario Celedón , exvicepresidenta de la CMF.
Alejandro Ferreiro , exsuperintendente de Pensiones.
CLAUDIO CORTES
Guillermo Tagle , presidente de Credicorp Capital Chile.
Bettina Horst , directora ejecutiva de LyD.
Fuente: El Mercurio Domingo
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