Ciedess en DF: Reforma previsional: ¿cómo funcionan en otros países las pensiones universales que se analizan para Chile?
Ciedess elaboró un informe en el que compara las pensiones básicas de países como Dinamarca, Países Bajos, Australia y Canadá, con las pensiones solidarias de Chile.
Fuente: DFPublicado el 30 de septiembre de 2020.La creación de una pensión universal es un concepto que ha tomado fuerza en la discusión de la reforma previsional. La idea de garantizar un aporte sin exigir el requisito de haber contribuido a través del ahorro ha surgido tanto desde el mundo académico como del político.
Actualmente, en nuestro país existe la Pensión Básica Solidaria (PBS), a la que pueden acceder personas que nunca han cotizado para su jubilación. Los requisitos que se piden son tener 65 años, integrar un grupo familiar perteneciente al 60% más pobre y acreditar 20 años continuos o discontinuos de residencia en Chile.
Para llegar al 40% restante, es que ha surgido la idea de la creación de una pensión universal, la que podría ser financiada con impuestos generales o a partir de un incremento del Impuesto de Valor Agregado (IVA), según recientes propuestas, las que están siendo analizadas por los ministerios de Hacienda y del Trabajo.
¿Existe este tipo de pensión en otros países? ¿Cómo se financia? ¿Qué se exige? El centro de estudios Ciedess elaboró un informe en el que compara a los países que lideran el Índice de Pensiones de Mercer (Países Bajos, Dinamarca, Australia y Canadá) con las pensiones básicas en Chile.
La entidad ligada a la Cámara Chilena de la Construcción detalla que los mecanismos de pensiones básicas son variados, primando los sistemas no contributivos universales. Es decir, que son abiertos a la totalidad de la población condicionados por requisitos de residencia. Estas exigencias varían fuertemente entre una nación y otra. Por ejemplo, en Australia se puede acceder desde los 10 años de residencia y en los Países Bajos recién a los 50.
Ciedess precisa que para aquellos sistemas con requisitos de residencia altos, "este factor no funciona tanto como una condición de acceso, sino que determina el monto final del beneficio, correspondiente a los años de residencia para obtener pensión completa. Una menor cantidad de años permite recibir prestaciones, pero proporcionalmente menores", explica.
El centro de estudios manifiesta que el hecho de que el sistema no contributivo (PBS) en Chile sea focalizado solo para el 60% de las familias más pobres es algo inusual. Detalla que es mucho más común focalizar los pagos en base a los ingresos y/o activos que tenga el solicitante.
Así por ejemplo, en Australia cualquier persona puede acceder a las pensiones básicas, pero el monto pagado por ésta se reduce si los ingresos o los activos del solicitante superan un cierto monto.
En el caso de Dinamarca, donde se pide tener 67 años y 40 años de residencia, Ciedess sostiene que constituye un caso de excepción, ya que su sistema de pensiones básicas es aparentemente contributivo, pero los beneficios derivan de la residencia.
"Toda persona que tenga ingresos debe cotizar al sistema, pero tales cotizaciones no son un elemento de consideración para recibir la prestación, la cual opera como un beneficio plano. En la práctica, estas cotizaciones son más bien un impuesto al trabajo", señala el centro de estudios.
Por último, el centro de estudios sostiene que si bien los modelos varían de país en país, todos tienen algún componente ocupacional. Esto es, pensiones generadas por las empresas e independientes de los sistemas generales.
"Países Bajos y Dinamarca son notables en este sentido, en cuanto se trata de sistemas cuasi obligatorios, es decir, si bien la ley no obliga a las empresas a ofrecer estos planes privados de pensiones, casi la totalidad de las empresas lo hace, como forma de atraer y retener talento. Canadá tuvo un sistema cercano, pero su progresivo debilitamiento obligó a reforzar el sistema contributivo general (el Canadian Pension Plan). Chile intentó generar esta alternativa en 2008, a través del APVC, el cual no ha tenido los resultados esperados", detalla.
La entidad destaca que la importancia de este factor se puede observar al comparar el monto de una pensión básica completa con el ingreso mínimo local (IMM). Chile no es el caso más bajo, el cual corresponde a Canadá, con un 34%, mientras que en el extremo opuesto se encuentran los Países Bajos, con un 72% del IMM.
Impuestos generales como financiamiento
Ciedess sostiene que en general estas pensiones son financiadas por los impuestos generales de cada país. De todas formas, advierte que realizar una comparación es complejo, dado que las bases sobre las cuales se aplican "varían mucho internacionalmente, pero una aproximación gruesa puede observarse al comparar las tasas de tributación personal y su progresión en relación con el ingreso mínimo local", indica.
En ese sentido, señala que Chile posee un tramo inicial exento y su primer escalón de impuestos personales se ubica en torno a dos IMM. Por el contrario, de los otros cuatro países sólo Australia cuenta con un tramo exento, el cual termina en medio IMM.
Los Países Bajos, Dinamarca y Canadá aplican impuestos sin importar el nivel de ingresos, con tasas iniciales en torno al 10%. Según el análisis de Ciedess, gracias a la significativa carga tributaria de estos países, es posible financiar prestaciones universales.
Sin embargo, reconoce que el alto número de personas a abarcar "impide que estas sean de un monto particularmente alto respecto a la realidad local. Tal situación debe considerar también que se trata en su totalidad de países con bajas tasas de informalidad", concluye.
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