El gasto de Fonasa en licencias médicas creció 13,5% en un año
En una auditoría a grandes emisores de reposos, el asegurador público detectó que 10,3% de los permisos no cumplía los criterios e inició procesos administrativos.
Fuente: El MercurioPublicado el 16 de abril de 2017.Uno de los problemas que causa el encarecimiento de los precios de las atenciones de salud, ya sea para el Estado (que cofinancia a Fonasa, junto a los trabajadores) o para las isapres, es el aumento en el uso de licencias médicas.
Estas venían creciendo a un ritmo sobre el 10% anual en número, durante los últimos años, transformándose en una de las principales fuentes de gasto para las aseguradoras, que rápidamente aumentaron los niveles de control de los subsidios que tienen que financiar.
Si bien las isapres atribuyen a ello buena parte del aumento de precios en sus planes, en Fonasa esto no era un problema hasta hace un par de años, cuando el número de licencias comenzó a subir fuertemente, llegando a una variación de 13,5% en el gasto durante 2016, una cifra que supera el dato existente de 10% del sector privado, según lo publicado por Economía y Negocios de "El Mercurio".
Y más aún, si se considera desde 2014, el Fonasa aumentó el número de licencias que debió cubrir en poco menos de 200 mil, equivalentes a un alza de 37% (ver infografía).
Esto fue atribuido a que "el gasto por subsidio de incapacidad laboral ha presentado un ascenso constante, debido al aumento de la renta de los cotizantes y al incremento en el número de días de subsidio pagados por incapacidad laboral", por el Fonasa en su cuenta pública.
Para la gerenta general de la consultora en salud Altura Management, Victoria Beaumont, "para ser justos en el análisis es necesario aislar en ese mayor gasto el efecto que tiene el incremento de cotizantes y los mayores ingresos de los mismos. Al hacer este ejercicio, la brecha de mayor gasto en el período 2015-16, que consideramos se puede gestionar para contener costos, fue de $33.000 millones".
Y continúa: "Aún queda la explicación de que esos $33 mil millones adicionales correspondan a licencias médicas legítimas y no a un abuso del sistema o mala gestión del seguro público. Pero de ser así, es una señal de que hay patologías que afectaron a los chilenos durante el año 2016 que impactaron fuertemente al seguro público y, por ende, es necesario buscar una explicación plausible para este mayor gasto, pues $33.000 millones alcanzan para formar 892 médicos o construir un hospital de 100 camas".
Fonasa realizó en 2016 una auditoría a los médicos que son grandes emisores de licencias, estableciendo que "de un total de 2.051 fichas auditadas a los mayores emisores de licencias médicas, 1.839 fichas (un 89,7%) cumplían con los criterios solicitados", es decir, el 10,3% del total auditado no cumplió con los criterios establecidos para que se considere una licencia como bien emitida.
El Fonasa aseguró que, frente a esta situación, "se iniciaron procesos administrativos a los prestadores médicos que no cumplieron las normativas exigidas para el registro clínico de licencias médicas".
Para el fiscal de la empresa dedicada a pesquisar el fraude con licencias médicas Inmune, Rodrigo Varela, el trabajo que han hecho las isapres ha logrado contener el problema (que crecía por sobre el 10% anual hasta hace unos años) con distintas medidas de gestión, pero que no son muy aplicables al seguro público de salud, porque este tiene un volumen de licencias que debe procesar muy superior al de las isapres.
"Los datos de la Superintendencia de Seguridad Social muestran que de los US$ 300 millones anuales que se pueden atribuir a fraude en licencias médicas, alrededor de US$ 220 millones corresponden a Fonasa", explica Varela.
Fuente: el Mercurio