Columna de Rodrigo Gutiérrez: “Expectativas económicas para el 2025”
Las expectativas económicas para el 2025 son discretas. Si bien sería injusto decir que son malas, tampoco sería prudente señalar que son para celebrar. La invitación es a mantenerse alertas, inquietos (por no decir preocupados), y trabajar para mejorar y retomar el sendero perdido.
Fuente: Pauta.clPublicado el 18 de febrero de 2025.Siempre a comienzos de año surge una pregunta recurrente: ¿qué podemos esperar para el año en curso en términos económicos? Las respuestas suelen mezclar proyecciones basadas en datos históricos, expectativas e incluso deseos. Más allá de las diferencias en las cifras que se plantean, es posible observar cierta convergencia hacia rangos de valores esperados. Lo usual es que se discuta sobre indicadores macroeconómicos como crecimiento económico, inflación y desempleo, y que se emitan juicios sobre si estos datos son buenos o malos.
Pues bien, revisemos las proyecciones de distintos actores económicos especializados en la materia, como el Banco Central, el Ministerio de Hacienda, la OCDE, el FMI y las gerencias de estudios de algunos bancos privados. En crecimiento económico, las estimaciones están en el rango entre 2,0% y 2,5%. En inflación, entre 3,5% y 4,5% a diciembre de 2025. Y en desempleo, se estima en el rango entre el 8,2% y 8,4%. Cabe preguntarse si son buenas cifras, como para alegrarse; o bien, debiesen ser motivo de preocupación. Para ello, comparemos estos datos con metas, valores referenciales y cifras históricas.
En crecimiento económico, Chile ha mostrado un deterioro progresivo en las últimas décadas. Es usual escuchar que estamos creciendo por debajo de nuestro potencial, destacando la dificultad estructural para mejorar los niveles de productividad. Lo cierto es que, si seguimos con niveles como los proyectados para este año, la meta de ser un país desarrollado parece alejarse. En inflación, Chile ha tenido un buen desempeño en las últimas décadas, con un Banco Central autónomo que ha logrado un control eficaz del nivel de precios, incluso sorteando el proceso inflacionario global post-pandemia y el impacto de los retiros de fondos previsionales y los subsidios del Gobierno. Sin embargo, recientemente han surgido dificultades para alcanzar la meta, lo que obligará a detener el proceso de rebaja de tasas de interés. En desempleo, las cifras seguirán por sobre el 8%, superiores a las observadas a inicios de la década pasada, quedando camino por recorrer.
La reflexión final es si acaso debemos sentirnos alegres, tristes, preocupados o molestos, entre otras emociones; o debemos estar satisfechos, conformes, tranquilos, incómodos o inquietos, entre otras sensaciones de bienestar o malestar. ¿Cuáles deberían ser las emociones y sensaciones sobre Chile y su desempeño económico? Finalmente, un ejemplo. Si una persona obtiene un 5,0 en un examen, muchos podrían considerarlo aceptable, pero sugiero evaluar esa nota en relación con su trayectoria histórica y el promedio del curso. Si su media histórica era un 6,0 y el promedio del curso en el examen fue un 6,5; entonces no habría motivos para celebrar. Así como en un examen no basta con mirar la nota en términos absolutos, en economía tampoco. Importa no perder de vista nuestra propia trayectoria y nuestras referencias aspiracionales. La invitación es a mantenerse alertas, inquietos (por no decir preocupados) y trabajar para mejorar y retomar el sendero perdido.
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