Lejos del metro y de parques: mapa muestra las peores zonas en que un adulto mayor puede vivir en Santiago
Análisis de Corporación Ciudades dio a conocer el nivel de accesibilidad de este grupo etario en distintas dimensiones urbanas. El estudio señala que un 65% se localiza en zonas con mayor vulnerabilidad.
Fuente: La TerceraPublicado el 26 de abril de 2024.El envejecimiento poblacional es una de las transformaciones sociales más importante en el siglo XXI. En el año 2018, por primera vez en la historia las personas mayores de 65 años superaron a los niños menores de 5 años; y para el año 2050 se proyecta que la cantidad de personas mayores duplique a los infantes, señala la ONU.
Chile es el país de la región con el aumento más significativo en la esperanza de vida de la población, lo que ha generado un incremento en la cantidad de personas mayores. Para el año 2050, al menos el 30% de la población en Chile tendrá 65 años o más y un tercio de este grupo superará los 80 años.
En la Región Metropolitana, se proyecta que para el año 2035 los mayores de 65 años representen el 19% de la población del Gran Santiago (1.285.624), cuando en 2017 solamente representaban el 11% (796.318).
Lejos del metro y de parques: mapa muestra las peores zonas en que un adulto mayor puede vivir en Santiago
Un reciente estudio de Corporación Ciudades junto a Caminatas Paso a Paso, realizó un diagnóstico sobre la distribución actual y futura de las personas mayores de 65 años en Santiago, analizando la accesibilidad de esas personas en distintas dimensiones urbanas.
El objetivo es proponer ciertas rutas urbanas ideales para este grupo etario, considerando ciertas variables, para así poder evaluar que tan amigable es la ciudad con las personas mayores, considerando el creciente nivel de envejecimiento de la población.
La investigación reveló que el 65% de las personas mayores del Gran Santiago se localizan en zonas con mayor vulnerabilidad, esto es, difícil acceso a áreas verdes, hospitales, comercio y transporte público, entre otras variables indispensables en la vida actual.
Según el análisis, por ejemplo, solo el 27% de las personas mayores de zonas vulnerables se encuentran a 15 minutos caminando de una estación de Metro o Metrotren, donde las comunas de La Pintana, Renca, Lo Barnechea y Padre Hurtado no cuentan con acceso a estos servicios. Sin embargo, las futuras líneas 7, 8 y 9 de Metro mejorarán la accesibilidad y conectividad en estas y otras comunas, indica el análisis.
Además, las personas mayores del Gran Santiago que residen dentro de zonas vulnerables se encuentran en lugares donde hay carencias en la accesibilidad a espacios de recreación. Solo el 16% se encuentra a 15 minutos caminando de un parque urbano y el 21% de un establecimiento cultural.
"Es fundamental que desde ya nuestra ciudad comience a prepararse y adecuarse, con políticas públicas y proyectos que permitan acoger de mejor forma a este nuevo perfil ciudadano predominante", señala Martín Andrade, director ejecutivo de Corporación Ciudades.
Dentro de los aspectos positivos, más del 50% que viven en zonas vulnerables se encuentran en entornos con bajos niveles de ruido (79%); en zonas próximas a supermercados y minimarkets (77%); cercanos a centros de salud primaria como Cesfam, Sapu, Cecosf, entre otros (62%); y en zonas con niveles altos y medios de seguridad (54%).
María Teresa Palma, cofundadora de Caminatas Paso a Paso, valora el trabajo realizado. "Esto nos permite, en base a datos, visibilizar a los adultos mayores, y desarrollar propuestas que mejoren su vida en la ciudad. Más allá de este proyecto específico, vemos el potencial de visibilizar a los mayores en su ciudad, y ojalá incidir positivamente en los líderes locales y en las políticas públicas".
Providencia, Vitacura y Las Condes: la realidad de las personas mayores en Santiago
La accesibilidad a servicios, equipamientos y parques, entre otros, es fundamental para fomentar la autonomía de las personas mayores en la ciudad. Al mismo tiempo, la percepción de seguridad al desplazarse por el espacio público es uno de los elementos claves para incentivar su uso.
En relación a lo anterior, es que en los últimos años se ha instaurado el concepto de la ciudad de los 15 minutos o de las proximidades, la cual sin duda a puesto sobre la mesa la idea de promover ciudades más amigables, cercanas e inclusivas para todos sus habitantes, y en especial, con las personas mayores.
En términos de distribución en el territorio, el mayor envejecimiento de la población al año 2035 se proyecta en las comunas de Providencia, Vitacura y Las Condes, con un porcentaje de personas mayores que se estima rondará entre un 24% y un 27% del total de la población de cada comuna. "No obstante, este estudio también nos permitió identificar que actualmente el 65% de las personas mayores reside en zonas de alta vulnerabilidad, siendo Maipú, Puente Alto y La Florida las comunas donde estas cifras son más elevadas", sostiene Andrade.
"Esta es una información valiosa que permite sugerir una focalización de los esfuerzos en los sectores identificados, para impulsar programas y proyectos que pongan en valor los barrios como espacios públicos de encuentro y sociabilización, y que al mismo tiempo promuevan la actividad física", agrega este último.
El estudio además, logró determinar otras tres tendencias con respecto a las personas mayores de 65 años en el Gran Santiago. En primer término, la falta de actividad física. Un 60% de las personas mayores nunca o casi nunca realizan alguna actividad física. En segundo lugar, el aislamiento social. El 55% de las personas mayores tiene un alto riesgo de aislamiento social. Y en tercer lugar, que existe un desencanto con la ciudad. Según las personas mayores encuestadas, el Gran Santiago no se encuentra dentro de las 10 mejores ciudades del país para vivir.
También se identificó que la velocidad de marcha de una persona mayor en promedio es de 3,24 km/h, por lo que en 15 minutos recorre una distancia de 810 metros, estableciendo este parámetro como indicador de referencia en cuanto al análisis de proximidad.
Resulta necesario, por lo tanto, potenciar e incrementar los espacios de socialización en el barrio y la ciudad, con objeto de disminuir el riesgo de aislamiento social de este grupo.
Fuente: La Tercera