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Registro Social de Hogares: 2,4 millones de familias integran el grupo más vulnerable del país

A la fecha, el sistema que reemplazó a la Ficha de Protección Social cuenta con información de 4,4 millones de hogares, que representan al 69,5% de la población del país. En los tres tramos de mayores ingresos y menor vulnerabilidad se ubica el 19,6% de los hogares registrados hasta ahora.

Fuente: La TerceraPublicado el 31 de enero de 2016.

Después de 37 años, la Ficha de Protección Social (FPS), o también conocida como ex Ficha CAS (Comités de Asistencia Social), finalmente pasó a la historia. A partir de este mes, el instrumento que por cuatro décadas dirigió la entrega de beneficios del Estado según la obtención de puntajes será reemplazado en forma definitiva por el nuevo Registro Social de Hogares (RSH). Este modelo asigna prestaciones, subsidios y transferencias monetarias fiscales de acuerdo a siete tramos de calificación socioeconómica de los hogares y, a diferencia de su antecesor, prioriza la información de tipo administrativa por sobre aquella que reportan las familias.

Tras concluir el proceso de actualización de los dos datos administrativos clave para el funcionamiento del nuevo sistema, como el domicilio y la composición del grupo familiar, la información obtenida por el gobierno revela que 2,4 millones de hogares, o un 54,4% de las familias registradas, se ubica en el tramo de menores ingresos o de mayor vulnerabilidad. Ese tramo agrupa a los hogares clasificados en el 40% de menores ingresos. Si se amplía el registro a los hogares que pertececen al 50% de mayor vulnerabilidad del país -criterio usados por el Ejecutivo para definir la entrega del beneficio de gratuidad a estudiantes de educación superior-, las familias suman 2,8 millones.

El RSH distribuye a los hogares en siete tramos de calificación socioeconómica, los que agrupan a los hogares con similares ingresos efectivos y características. El primero (del 40), que va de 0% a 40% de menores ingresos o mayor vulnerabilidad; el segundo (50), que va de 41% a 50%; el tercero (60), de 51% a 60%, y el cuarto (70), que cubre de 61% a 70%.

Luego están los más acomodados: el quinto (80), que va del 71% a 80% de mayores ingresos o menor vulnerabilidad; el sexto (90), de 81% a 90%, y el séptimo (100), que va de 91% a 100%. En estos últimos tres tramos, considerados los de menor vulnerabilidad, está el 19,6% de los hogares.

Según detalla el ministro de Desarrollo Social (MDS), Marcos Barraza, en el primer tramo hay 2,4 millones de hogares; en el segundo, 428.718, y en el tercero, 356.758. En el cuarto, 362.534 familias y en el quinto, 342.370. En el sexto, 387.470 hogares y en el séptimo, 136.660 (ver infografía).

El MDS tiene hasta ahora información de 4.429.793 hogares del país, correspondiente a 12.382.953 personas. Se trata del 69,5% de la población nacional.

El RSH comenzó a operar con la información de personas que a diciembre de 2015 tenían Ficha de Protección Social en una comuna y que, en general, viven en situación de vulnerabilidad. Eso explica el número acotado de hogares en los dos tramos de mejor calificación socioeconómica, dice el ministro.

A la fecha, poco más de 48.000 hogares actualizaron domicilio y composición. Barraza prevé un alza en ese trámite en la medida que quienes tenían ficha, pero cambiaron domicilio y/o conformación del hogar, sin informarlo, no puedan acceder a subsidios, prestaciones y transferencias, porque los datos administrativos tienen inconsistencias o discrepan de los autorreportados.

"Si bien había una motivación técnica para reemplazar la ficha por el Registro Social de Hogares, también había un desprestigio de la FPS, ya que no tenía legitimidad ciudadana por el tema del puntaje y porque tampoco recogía la diversidad y la nueva realidad de los hogares chilenos", dice Barraza.

En su opinión, el nuevo modelo "armoniza mejor" la realidad del hogar y lo que ofrece la red de beneficios del Estado, "permitiendo que las familias sean seleccionadas con criterios de justicia".

Barraza, de hecho, anuncia que a partir de la nueva información ya se ha modificado la cobertura de tres beneficios estatales. El Subsidio Unico Familiar (SUF), que antes llegaba al 40% de la población con FPS, ahora será hasta el tercer tramo de calificación socioeconómica, es decir, a hogares del 51% a 60% de menores ingresos o mayor vulnerabilidad. El subsidio a la calefacción, que de apoyar al 60% de la población general y al 80% de la preferente FPS, llegará al quinto tramo, de 71% a 80% de mayores ingresos o menor vulnerabilidad. El Subsidio Agua Potable (SAP) sigue para grupos preferentes, pero también cubrirá a hogares del primer tramo, de 0% a 40% de menores ingresos.

Necesidades e ingresos

La calificación socioeconómica contempla cinco pasos (ver recuadro). Su objetivo, añade, es medir los ingresos efectivos del hogar y nivel de vulnerabilidad a través de un índice de necesidades. Este se construye a partir del número de integrantes y sus características, priorizando a quienes tienen mayor grado de dependencia: adultos mayores, menores de 18 años y personas con reducida movilidad.

Los grados de dependencia son 10 y se ponderan según la condición de cada persona. Un adulto mayor de 60 años o más, postrado o con inmovilidad severa, tiene 100% de ponderación, mientras que un integrante de seis a 59 años con igual daño o limitación recibe el 55%. Con movilidad moderada de 60 años o más se pondera en 77% y entre seis y 59 años, con 42%.

Los adultos mayores no dependientes de 75 años o más se ponderan con 77% y de 60-74 años, con 59%. Los menores de seis años, con 40%; de siete a 14 años, 26% y los tramos de 15-17 años y de 18-59 años, 13% cada uno.

Barraza explica que tras ponderar a cada integrante, se obtiene el índice de necesidad del hogar. La calificación socioeconómica se establece a partir del ingreso efectivo promedio de los últimos 12 meses de los miembros del hogar, lo que se divide por el índice de necesidades. De acuerdo al valor o monto que se obtiene de este proceso, el Registro Social de Hogares distribuye a las familias en los siete tramos socioeconómicos.

En el MDS aclaran que los datos socioeconómicos del Registro Social de Hogares tienen un alcance distinto a los de la Encuesta Casen y, por tanto, si bien se trata de información complementaria, una no puede reemplazar a la otra.

"En el caso de la Casen, los deciles o quintiles de ingresos son cortes representativos de la realidad nacional, pues se construyen a partir de una encuesta representativa de la población. En ese sentido, si se tomaran deciles o quintiles del Registro Social de Hogares, sólo serían representativos del RSH, porque en este caso no se trata de una muestra representativa, sino de información efectiva y actualizada mensualmente. En el registro hoy está casi el 70% de la población", sostienen.

Nuevas exigencias

Al igual que la FPS, el registro social es administrado por una unidad específica en cada uno de los 345 municipios del país. Esto, tras casi un año de capacitación laboral y adecuación del sistema.

El modelo del RSH es de mejoramiento continuo, asegura Barraza, porque apunta a perfeccionar la asignación de beneficios, también bajo la lógica de inclusión y reconocimiento de la diversidad.

Pero también se trata de evitar la duplicidad de subsidios o prestaciones y el falseamiento de información, principalmente por ingresos y patrimonio subdeclarado. Esto es clave para el gobierno: del Presupuesto de la Nación, casi 68% va a gasto social y de ese monto, cerca de un tercio se usa en administrar el sistema social.

De ahí que el registro tiene tres grandes diferencias de gestión respecto de la ficha. Primero, si bien el nuevo modelo también contiene información autorreportada en el municipio, ésta se complementa y contrasta con datos administrativos proporcionados por entidades como el Servicio de Impuestos Internos, la Tesorería General de la República, la Administradora de Fondos de Cesantía, el Registro Escolar, además de los ministerios de Educación, Vivienda y Salud. También las superintendencias de Pensiones, Isapres, Educación y de Seguridad Social.

El cruce de información administrativa de ciudadanos era una práctica restringida en el aparato público y sólo permitía algún tipo de intercambio en ciertos casos, básicamente de tipo legal. La eliminación de esa limitante fue un punto importante en los cambios contenidos en la ley que transformó el ex Mideplan en el actual MDS, en octubre de 2011.

Segundo, el RSH tiene tres etapas: actualización, rectificación y complemento de información. Esto permite que la calificación socioeconómica se calcule mensualmente si hay cambios en el grupo. Un software recibe y contrasta información a nivel nacional y en línea, arrojando de manera automática si el dato está correcto, incompleto, debe actualizarse, es falso o cuestionable.

Tercero, el sistema se rige por plazos, resultados y estándares de calidad homogéneos a las 345 comunas del país, lo que está normado por un reglamento. Esto marca una diferencia con el modelo anterior, destaca la autoridad, en que cada municipio se guiaba por estándares propios de atención y cumplimiento.

Fuente: La Tercera

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